Desde el momento que hacemos uso de la palabra “recorte” en el título de la presente nota, damos a entender que se toma en cuenta algo de un hecho o acontecimiento pero no la totalidad del mismo. Partiendo de esta base, ya sabemos que se destacarán algunas cuestiones por encima de otras. El que avisa, no traiciona aunque podrá quedar el gusto amargo de la omisión. “¿Por qué estuvo tal artista?” o la omisión de alguno.
Dicho esto, nos enfrascamos a ver la tan publicitada “Rompan Todo: La historia del rock en América Latina” con el ojo clínico de quien desea disfrutar y también enriquecerse frente a lo que puede ser visto.
El documental traza un viaje a través del tiempo, desde los orígenes del fenómeno del rock en el continente, desde los años 50 pero centrándose siempre en distintas ciudades. De esta manera, Ciudad de México, Buenos Aires, Santiago, Lima, Bogotá y demás urbes abren cada momento a destacar.
A través de seis capítulos por demás documentados en tanto testimonio e imágenes, se puede apreciar un pantallazo de lo que es el rico movimiento del rock en América Latina. Pero ojo, hacemos hincapié en el “pantallazo”, el “recorte” con el que hemos titulado esta nota porque, aquél que piense que este es EL rock en nuestro continente, está muy equivocado.
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Soda Stereo, referentes ineludibles del rock latinoamericano |
Charly García, Fito Páez, Litto Nebbia, Julieta Venegas, Alex Lora, Rubén Albarrán, Pil Chalar, Andrés Calamaro (con un look deudor al de Marcelo Bielsa), Zeta Bosio, Ricardo Mollo, Richard Coleman, Andrea Echeverri, Juanes, Jorge González, Vicentico, Claudio Gabis, Billy Bond, Hilda Lizarazu, Mon Laferte, Santiago Auseron, Miguel Mateos y Fabiana Cantilo, son algunos testimonios que forman parte del documental asi como imágenes de archivo de Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati.
Bandas como Seru Giran, Soda Stereo (que se despide definitivamente en 2007 y no en 1997), Café Tacuba, El Tri, Sumo, Molotov, Control Machete, Maldita Vecindad, Los Saicos, Los Shakers, Los Violadores, Virus, Los Abuelos de la Nada, Aterciopelados, Los Prisioneros, Los Tres, Tijuana No! son algunas de las que dan cuenta de la importancia del rock en todo el continente con artistas de probadísima calidad. Párrafo aparte para el fenómeno único, pasional e indescriptible que fueron y son Los Redonditos de Ricota quienes tienen un nombre propio sin haber formado parte de campaña publicitaria o similar que los haya popularizado -más allá de su música- fuera de las fronteras de Argentina.
El título del documental viene tanto de la canción de los Shakers como de la famosa frase que dijo Billy Bond en el famoso concierto de La Pesada del Rock and Roll en el Luna Park del 20 de octubre de 1972, que tuvo enfrentamientos entre el público y la policía. En el documental se aprecia el contrapunto entre el propio Billy Bond y Emilio Del Guercio, uno de los tantos rockeros que, transcurrido el tiempo, se volvieron conservadores –en su caso, llamando a votar al macrismo-.
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La creatividad inagotable de Café Tacuba |
El desarrollo cronológico de los hechos permite ver la importancia del rock más allá de la música. “La rebeldía”, “La represión”, “Música a colores”, “Rock en tu idioma”, “Un solo continente” y “Una Nueva era” dan cuenta de lo que serían seis décadas aunque las mismas podrán variar en tanto su duración por los distintos acontecimientos. La política va de la mano con la expresión musical y juvenil en tanto hechos como las dictaduras latinoamericanas –con sus correspondientes genocidios- y los gobiernos neoliberales se contraponen a las búsquedas de los músicos. Hete aquí que, en estos casos particulares, la importancia de la política se la muestra tal como fue. Más en el caso argentino y chileno con las sangrientas juntas militares, con la guerra de Malvinas incluida. Otro tanto ocurre con el terremoto que asoló a México en 1985, la lucha contra el narcotráfico en Colombia. La revolución zapatista y el estallido del 2001 en Argentina son dos momentos fundamentales en tanto contexto. Ni que hablar respecto a la tragedia Cromañón, el 30 de diciembre de 2004, durante el recital de Callejeros que tuvo 194 muertos.
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Julieta Venegas: talento y sensibilidad |
La presencia de David Byrne, ex líder de The Talking Heads, llama la atención. No tanto por su talento sino respecto a su participación. ¿En calidad de qué, se lo convoca? ¿Por ser un músico norteamericano que tomó a la música latina como fuente de inspiración con un particularísimo gusto? ¿Como un testimonio de “color”?. ¿Acaso necesita el rock de America Latina una mirada “legitimadora”?
Argentina y México se llevan las palmas en tanto la mayor cantidad de artistas que han aportado al movimiento. Ambos países con sus particularidades. Los primeros, con un rock más de guitarras y con apego a las letras mientras que los segundos, más curiosos en establecer la relación con la música autóctona y sonidos varios. Tan validas unas como otras teniendo solo el gusto absolutamente personal de quien vea el documental como referencia en el caso de tener que optar entre ambas. Aquí viene la pregunta de “¿por qué optar y no disfrutar las dos formas de hacer rock?”. Igualmente, se puede ver cómo, a nivel influencias, no es tan reciproca la dirección. Mientras que los músicos mexicanos reconocen a Soda Stereo, Charly García y Babasónicos por ejemplo, no pasa lo mismo con los argentinos. Solo Paez o Calamaro hacen mención alguna a las bandas de México.
Hay puntos que quedan para analizar. Por ejemplo, la omisión de los Caifanes en esta recorrida hace mucho ruido…tanto como la presencia de Maná y el espacio que tiene. Es más, pareciera que la popularidad y la venta de discos habilita a que la banda de Fher Olvera forme parte del mismo y se dediquen varios minutos a explicar/justificar su presencia. Es más, al respecto y siendo malvados, podríamos preguntar porqué está Maná y no Shakira, que tiene mayor cantidad de discos vendidos, si es que se toma esta variable para su inclusión en la lista. Al respecto, imperdible la cara de Andrea Echeverri ante la mención de la barranquillera.
La presencia de Radio Futura también despierta alguna duda en tanto y en cuanto, quien brilla por su ausencia es Mano Negra.
Este es un aspecto a considerar porque, si hubo una banda que tuvo una gran influencia en lo que vino después y brilló por su ausencia en el documental fue V8, fundamental en lo que fue el heavy metal que, casualmente, saca su primer disco en julio de 1983, mismo mes y año que el debut en vinilo de….Metallica.
Al respecto, de heavy metal hubo poco y nada a lo largo de los seis capítulos. Omitir al género o nombrarlo solo a partir de la presencia de Juanes en Ekhymosis.
Otras omisiones es la de los recitales como BA.Rock en sus diferentes ediciones o de algunas figuras tales como Pappo –a quien apenas se lo nombra- o bandas argentinas que tuvieron su visibilidad en América Latina como Attaque 77, TTM o A.N.I.M.A.L.
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García-Spinetta: dos próceres del rock |
La omnipresencia de Gustavo Santaolalla también llama la atención. Es entendible que considere que su aporte al género tanto como músico de bandas como Arco Iris y productor de bandas latinoamericanas como Divididos, Café Tacuba, La Maldita Vecindad, Molotov y Los Prisioneros, tenga relevancia pero…¿tanta?. No podemos olvidar que es el productor ejecutivo del documental junto a Nicolás Entel (también guionista) mientras que Picky Talarico es el director del mismo. Entonces, ¿no termina siendo un recorte –otro más- de la historia del rock de America Latina….¿a partir de las bandas producidas por Santaolalla? Que yo sepa, Bajofondo no ha marcado un “antes y después” dentro del género, más allá de la participación de Gustavo Cerati en “El mareo”, único tema reconocido de la banda por estos pagos.Retomando esta idea, termina siendo gracioso el propio Santaolalla cuando cuestionó a Seru Giran por la letra de “Mientras miro las nuevas olas”. Santaolalla había retornado a Argentina con su nuevo look/propuesta new wave y se topó con el “¿te acuerdas de Elvis cuando movía la pelvis?” al que seguía “te acuerdas que entonces era la nueva ola y bien qué es ésto de nuevo?” y “mientras miro las nuevas olas/yo ya soy parte del mar”. Santaolalla afirma que “De pronto el rock se había convertido también en un establishment”….del que él forma parte hoy en día como productor y con su particular forma de producir al solicitarles a los músicos una cantidad determinada de canciones sobre las cuales trabajar. Parece que, todavía, al día de hoy, a Santaolalla le sigue doliendo esta crítica y, por lo visto, no hay terapia realizada al respecto.
Ah! Antes que me olvide, ¿cómo no se lo nombra a Carlos Santana? Amén de los gustos personales y vaivenes en su carrera, que no figure en el listado es más que sorpresivo.
El último capítulo es, quizás, el más polémico y rupturista de la serie. Es la forma en que el rock se para hacia el futuro, tanto en su actitud como en su musicalidad. La inclusión de Residente como artista y Wos en los testimonios, hará que alguno pregunte “¿Esto es rock?”. La fusión con el reggaetón despierta mucha desconfianza en algunos sitios y aquí, no es la excepción, más allá de cualquier tipo de purismo al respecto.
Aquí es donde se entra en la paradoja de la «autenticidad» de quienes la esgrimen en nombre del rock pero siguen haciendo la misma canción por años y los que terminan incluyendo otras expresiones como el reggaeton o el trap, tal como en otras décadas se incluyó al hip hop y a la electrónica, haciendo que «todo» sea rock, ya sea por sonido, actitud y vaya uno a saber qué más. A todo esto, el «rockometro» ha explotado en mil pedazos lo cual uno desconoce si es bueno o es malo.
Por otra parte, da a entender que el futuro del rock tiene un aporte femenino muy importante pero….de las nuevas generaciones, solo está mencionada Mon Laferte. ¿No sabe Santaolalla quienes son Natalia Lafourcade o Paula Maffia?
La emoción y el recuerdo es una constante a lo largo de los seis episodios. Surgen automáticamente expresiones como «¿¡Te acordás de….!?» y otras que son más para la reflexión. Las posturas de Pil y Marcelo Moura (Violadores y Virus) respecto a su no participación en el Festival de la Solidaridad de 1982 tienen su correlato en el arrepentimiento de León Gieco o una sentencia premonitoria de Gustavo Cerati respecto al futuro son momentos que brillan más allá de la contundencia de las palabras y los hechos.
El final es una precisa síntesis de lo correcto y bien intencionado del documental con un tema bien rockero del lado mexicano y la palabra final del prócer argentino.
Interesante e ilustrativo por donde se lo mire, “Rompan todo” es un buen “puntapié inicial” para bucear en las ricas aguas del rock latinoamericano. Iniciar desde aquí, un viaje profundo a un género que, con sus variantes, ha cimentado parte de la identidad de nuestro continente.