Noche sin fin
Dramaturgia: Gabriel Yeannoteguy. Con Juan Pablo Maicas y Natalia Olabe. Vestuario y escenografía: Laura Poletti. Proyecciones: Florencia Yeannoteguy. Diseño De Iluminación: Lucas Orchessi. Asistencia de dirección: Sabrina Abran. Arreglos musicales: Juan Pablo Maicas y Gabriel Yeannoteguy. Dirección: Gabriel Yeannoteguy. Duración: 50 minutos.
Ítaca Complejo Teatral – Humahuaca 4027. Sábados, 17 h.
Una mujer sentada en el borde de la cama. Teje. Hay algo que no anda bien. La noche llega y ella continúa con su tejido. No puede dormir hasta que él llega a su encuentro. Munido de un bajo y una predisposición para el diálogo, empiezan a buscar soluciones ante la imposibilidad de conciliar el sueño.
De esta manera, como si fuera un enviado de Morfeo, Juan pondrá sus cuatro cuerdas a disposición de una Nati que sacará de su libro de anotaciones, una serie de poemas y canciones que intentarán curar su insomnio. Hete aquí que reside el gran valor de la puesta. La combinación de canciones y poemas son llevados adelante con un muy buen gusto para los arreglos. Por esa razón, la interpretación es tan sentida como amena, logrando la conexión inmediata con el público presente. Desfilarán temas de María Elena Walsh hasta versiones de Paco Ibañez como si formasen parte de esos discos conceptuales de otras épocas.
Con una duración exacta, la puesta gira entre la sencillez con la que se presenta y la complicidad que genera. Por ello, no será extraño ver alguna mano que acompañe la melodía, labios mudos que siguen el canto o, inclusive, quien cierre los ojos esbozando una sonrisa frente a lo que percibido.
La escenografía es precisa, con un diseño espacial pequeño e íntimo. Una habitación que cuenta solo con una cama de una plaza. No sobra ni falta nada lo cual es no es un detalle menor. El fondo negro brindará pinceladas respecto a la ubicación en tiempo de lo que ocurre, más que nada para circunscribir la acción y tirar palabras acordes a lo visto. Acompaña y no invade. La cereza del postre es el muy buen trabajo realizado por Natalia Olabe y Juan Pablo Maicas. Una dupla de lujo que lleva hacia buen puerto ese tipo de puestas que conmueven desde el buen gusto y la simpleza.
“Dormir en público” busca que el público pase un muy buen momento teatral, a partir de una historia bien identificable y música y actuaciones acordes. No solo logra su objetivo, sino que no sería extraña la recomendación tanto como volver a vivir una experiencia deliciosa.