Solas en este mundo abandonado
Dramaturgia, puesta en escena y dirección: Maruja Bustamante. Con Monina Bonelli y Valeria Lois. Arpa: Sonia Alvarez. Escenografía: a77. Objetos: Carolina Villacorta. Maquillaje: Bimbo Godoy. Vestuario: Candelaria Aaset. Luces: Javier Casielles. Fotografía: Marcos López. Asistencia artística: Gael Policano Rossi. Producción: María Solari. Dirección de actores: Maria Urtubey
Teatro El Extranjero. Valentín Gómez 3378. Sábado, 20 hs.
¿Puede ser que haya un apocalipsis argentino, bien vernáculo? Si, es posible. Maruja Bustamante lo hizo posible a través de una creación que mixtura una historia hilarante y trágica. Donde el humor, los celos, el amor y la envidia conviven como si la vida misma estuviera puesta allí, en esas palabras que La Gringa y la Polaca van intercambiando a lo largo de una travesía que no tiene nada de mágica ni de misteriosa. Maestra una, fiambrera la otra y la ausencia latente de un hombre que las separa y cuyo fruto lleva la Gringa en su cuerpo. Ellas escapan a Córdoba después de la devastación en una especie de balsa que retoma lo escrito en su momento por Tanguito y Nebbia, sobre “tengo la idea la de irme/al lugar que yo mas quiera”. Y ambas navegan en un viaje que las pondrá a prueba todo el tiempo y donde el contexto (el afuera) se muestra como hostil y devastador. Solo aparecerá una vaca con escamas, que será su única compañía en esta travesía. Todo esto ocurre con una excelente utilización del espacio donde la escenografía es ilustrativa y permite que las imágenes que lleva adelante el texto, se plasmen sin ningún tipo de dudas, en el escenario.
Con una atmósfera naturalista, el vestuario es condición de producción de sentido al ubicar a ambas en un mismo lugar pero con individualidades bien marcadas. La iluminación es fundamental para crear las atmósferas de un viaje revelador. Con sutileza y mucha poesía, el texto hablará, no solo de las relaciones atravesadas por situaciones conflictivas, sino también del fin de los mundos (personales) frente a lo desconocido y el desengaño. Las alegorías y variadas lecturas hacen que la puesta sea atrapante de principio a fín. La muy atinada participación de Sonia Álvarez en arpa, lleva el pulso de las acciones con versatilidad y sabiduría.
Párrafo aparte para las actuaciones de Monina Bonelli e Iride Mockert (reemplazo de la no menos talentosa Valeria Lois). Bonelli vuelve a demostrar por enésima vez, su versatilidad para componer los más diversos personajes. Por su parte, Mockert crea a una Polaca tiernamente visceral, que lleva las acciones al máximo pero sin perder ningún rastro de humanidad. Ambos personajes son dibujados de manera entrañable, permitiendo una identificación inmediata en sus miedos, dudas e incógnitas frente a un futuro grande como un signo de interrogación.
Maruja Bustamante repone “Paraná Porá” una de sus más interesantes creaciones, por poco tiempo. Aproveche para “conseguir mucha madera” y partir con esta balsa a un viaje teatral de alto vuelo poético.