Criado en una familia dedicada al rubro textil, Tito Khabie desarrolló su amor por la indumentaria desde muy temprana edad. En esta entrevista exclusiva, dialogamos con el reconocido artista plástico y empresario, que nos contó sobre su marca de ropa “Kya Pure”, su rol como militante cannábico, y su más reciente serie de pinturas “les idoles”.
-Tito, ¿influyó tu familia para que te formaras como diseñador?
-Sin duda. Me crié dentro de un ambiente donde veía telas de diferentes tamaños y colores en todos lados. A los 14 años, me animé a crear mis primeras prendas. Diseñé remeras con estampados que estaban relacionados con aquello que me gustaba y no existía en ningún lado. Siempre fui autodidacta. Me gusta mucho investigar y divertirme durante el proceso.
– ¿Cómo fue que decidiste crear tu propia marca de ropa?
– En 2002 funde a “Kya Pure”, porque quería usar prendas que estuvieran relacionadas a la cultura urbana, como es el Street Art, el skate, el surf, que a su vez son actividades que me apasionan hacer. En esa época, no había nada relacionado con la cultura cannabica, por lo que quise sumarla al concepto de la marca. Siempre me dedique a hacer lo que no hay. Vi que mis ideas no existían dentro del mercado.
– ¿Qué diseñabas en ese entonces?
– Muchas remeras. Con el tiempo se me ocurrió usar distintas técnicas como el batik o pintarlas con aerógrafo. Después, confeccioné buzos, camisas, medias, riñoneras y pilusos. Todos los diseños se destacaban por sus dibujos de plantas de marihuana como símbolo de la cultura cannabica.
El arte y el cannabis
– ¿Cuando te diste cuenta que te habías convertido en un activista cannábico?
-En el 2019 se realizó la primera Expo Cannabis en el país, donde pude presentar mi marca de ropa. Durante el evento, percibí que, a través de mi trabajo como diseñador textil, estuve diecisiete años siendo un militante cannábico sin tener conciencia de lo que hacía.
– ¿Cómo se presentó la oportunidad de formar parte de la Expo Cannabis?
– Soy muy amigo de los organizadores de la Expo que, además, son los dueños de la revista THC (revista de la cultura cannabica). El vínculo surge porque descubrí su revista en un kiosco. Cuando llegué a casa, les mandé un mail para charlar ya que mi marca de ropa estaba ligada a la cultura cannabica. Iniciamos una amistad y comenzamos a hacer canjes y publicidad. Cuando Alejandro estaba organizando la Expo Cannabis, me ofreció formar parte del evento, vendiendo mi ropa en uno de los stands. En ese momento, había dejado un poco de lado el rubro textil para dedicarme más a la pintura. Al final, me convenció y volví con otro impulso a renovar mi marca. Durante la Expo, noté que Kya era muy conocida. Mucha gente venía al stand y sabían que iban a encontrar. Esto me llenó de felicidad.
-La Expo Cannabis tuvo una sorpresa inesperada, como la visita de Wos que compró algunas prendas de tu stand, ¿qué sentiste al enterarte que, durante su gira, usó una de las remeras de tu última colección?
-Fue muy lindo. En realidad, a Wos lo conozco de antes. Me enteré que era fanático de mi marca por Peter que, no solo es un amigo mío, sino que también es su manager. Lo invité a mi taller y le gusto todo. Le regalé un par de buzos, y entablamos una relación de mucha buena onda.
– ¿Qué opinas respecto a las polémicas que surgieron sobre la legalización de la marihuana?
– Antes era un tema tabú, del que no se podía hablar. Ahora me parece que la gente fue evolucionando y está bueno que se pueda hablar de todo. Estoy totalmente a favor de que se legalice la marihuana. Algunos suponen que, al ser dueño de la marca KYA, siempre cultivé y la verdad es que no. Capaz tuve alguna plantita, pero no lo que se conoce como el ciclo completo. Ahora pude sacar el reprocam, que me permite poder tener legalmente hasta nueve plantas.
– ¿Qué cambios crees que va a tener la industria textil, cuando se pueda utilizar el cáñamo para confeccionar ropa?
– Mucha gente presupone que Kya Pure, está hecha con fibra de cáñamo, pero no es así. Al no haber plantas, no podemos aprovechar el beneficio natural que nos provee para poder diseñar ropa. Para mí, lo ideal sería que el cañamo fuese industria nacional. Está todo “en vías de…”. Viene lento, pero viene…
Su rol como artista plástico
-Te definís como un autodidacta. Primero, en el rubro textil y luego en las artes plásticas. ¿Qué fue lo que te incentivó a querer estudiar en la escuela de arte de Juan Doffo?
-Siempre me gusto pintar porque me divierte y me hace feliz. En su momento, quise estudiar para tener una mayor formación. En la escuela de Doffo, además de enseñarme a pintar cuadros al óleo o de naturaleza muerta, me dejaba pintar lo que quisiera de manera libre. Después fui conociendo a otros artistas y otras técnicas de pintura que me parecieron interesantísimas.
-En tus talleres, ¿le transmitís a tus alumnos las enseñanzas que te dejo Juan Doffo?
– Si, por supuesto. En todo tipo de arte, ya sea la actuación, la pintura o la música, hay que saber técnicas, pero lo más importante es que hagas lo que te gusta. Desde mi lugar, siempre trato de transmitir eso.
-Uno de tus últimos proyectos es la serie “les idoles”, ¿qué fue lo que te inspiró para pintar estos cuadros con un estilo diferente del que solías trabajar?
– Un día, estaba charlando con Milo Locket, y le comenté que tenía ganas de pintar, pero no sabía que, porque me faltaba encontrar la inspiración. Con Milo, somos amigos desde hace unos años. Como me conoce muy bien, me incentivó a realizar una serie sobre mis ídolos. Empecé a jugar con distintos materiales y me dejé llevar. Por eso, yo siempre trato de transmitir que, para quienes les atraiga el arte plástico y tengan ganas de pintar, que pinten. No hay que saber sino divertirse. Si después quieren tomar clases, mucho mejor, pero que de todas formas hagan lo que les salga de adentro.
– ¿Qué representa “les idoles” para vos?
– Tiene que ver con algo infantil propio. Ahí surgió y me pareció interesante. Por eso, pinté cuadros de las caras de Maradona, La Mujer Maravilla, Bruce Lee, entre otros. Esto me hizo muy feliz porque me animó a hacer lo que tengo ganas.
-A esta altura de tu vida, ¿te inclinas más por alguna de tus dos profesiones?
– Todo el tiempo voy cambiando, creciendo y aprendiendo. Si bien ya llevo varios años dedicándome a la pintura de manera profesional, también vendo cuadros, pinto murales y hago talleres. Si hay algo que me distingue es el mix de texturas y ciertas tipografías que uso con stencil o serigrafía que vienen del mundo textil, utilizadas de una manera diferente. Siempre trato de fusionar la pintura con lo textil, porque se puede hacer. Yo creo que en esta profesión, nunca se deja de aprender y evolucionar teniendo en cuenta las cosas nuevas que van surgiendo o artistas que te influyen en lo que haces.
Entrevista realizada por Rocio Correa y Bianca Luchetta. Fotos: Bianca Luchetta.