Un homenaje irreverente y una convocatoria a la ternura
Dramaturgia: Natalia Casielles. Dirección e idea original: Juanse Rausch. Actúan: Nicolás Martin, Maiamar Abrodos, Lucía Adúriz Bravo, Matías López Barrios y Paola Medrano/Mariano Saborido (durante enero). Pianista: Sebastián Sonenblum. Diseño de vestuario: Lara Sol Gaudini. Coreografía: Mijal Katzowicz. Diseño de iluminación: Facundo David. Diseño de escenografía: Laura Copertino y Marcos Di Liscia. Adaptación de escenografía: Laura Copertino y Carmen Auzmendi. Dirección musical: Dino Pérez. Asistencia técnica: Lola López Menalled/ Jhonatan Céspedes Roncalla. Diseño gráfico: Martín Gorricho. Adaptaciones gráficas: Karina Hernández. Fotos: Irish Suarez. Redes: Borias comunicación. Coproducción: NÜNproduce. Producción: Alejandra Menalled. Letras de canciones: Teo López Puccio, Natalia Casielles y Juanse Rausch. Composición musical: Teo López Puccio
Teatro Metropolitan. Av. Corrientes 1343. Jueves, 20.15 h.
Por Mariana Turiaci (@turiaci.mariana)
Si hay una historia que remite al universo de Manuel Puig es la de Paco Jamandreu, el diseñador y amigo íntimo de Eva Perón. Gracias a su talento, adquirió gran notoriedad en el mundo del espectáculo porteño de mediados del sigo XX. Al respecto, «Paquito, la cabeza contra el suelo» honra su legado con una puesta llena de música e irreverencia. Esto, con un salto del circuito independiente al Teatro Metropolitan mediante.
La vida de Paquito, como lo llamaban, podría ser la de uno de esos seres creados por el autor de «Boquitas pintadas». Un chico de pueblo que pasó su infancia y juventud soñando otros mundos posibles mientras miraba a las grandes divas de la época de oro del cine nacional. Así, decide viajar a Buenos Aires a probar suerte. La misma ciudad que lo llevará a la fama y lo perseguirá por homosexual y peronista.
En el relato, aparecen la madre, las tías y la abuela de Paquito así como sus amores imposibles. Lo mismo que las divas del momento como la Coca Sarli, Fanny Navarro y Azucena Maizani, mujeres amadas y vapuleadas al mismo tiempo, cuyas historias estuvieron atravesadas por el desamor y el olvido. Justamente, las mencionadas cruzan sus vidas con la del icónico artista. Jamandreu era una celebridad multifacética con un estilo de vida pomposo y un tanto arrogante. No sólo llegó a ser el diseñador personal de Evita. Fue colaborador de moda en radio y prensa gráfica, vestuarista cinematográfico y actor. Todo, con una nube violeta que lo persigue donde vaya. Fantasmas que lo acechan como el miedo a la soledad.
La pieza escrita por Natalia Casielles, bajo la idea original de Juanse Rausch, está basada en «La cabeza contra el suelo», las memorias del mismo Paquito. La dramaturgia enlaza recuerdos, canciones, referencias a estrellas de la gran pantalla, efemérides, anécdotas y reflexiones. Una mixtura con la estética del café concert, el musical y la multiplicidad de personajes que se van desplegando en diversas capas.
A nivel actuaciones, Nicolás Martin se mete en la piel de Paco con sensibilidad y destreza ahondando en cada recoveco de su alma. El elenco se completa con Maiamar Abrodos, Lucía Adúriz, Matias Lopez Barrios y Mariano Saborido, quienes se destacan por los innumerables recursos gestuales, vocales y corporales. Representan un abanico de figuras muy variada con entrega y presencia escénica. Merece una mención especial Sebastián Sonenblum, el músico en escena.
«Paquito, la cabeza contra el suelo» tiene ritmo, color, emoción y humor. Es un homenaje a una celebridad icónica de nuestra cultura popular y también a las mujeres. A las que acompañan cuidando y a las que sufrieron los abusos de una industria cultural hipócrita y machista. Es, sobre todas las cosas, una puesta sobre la ternura; algo muy necesario en estos tiempos de tanta crueldad.