Natalie Portman: Aunque ganes o pierdas

No importa si se lleva la “bendita” estatuilla. Natalie Portman es una consagrada que va más allá de esa belleza fresca y natural que la distingue. Desde hace rato, esta sabra (forma en que se le dice a los nacidos en Israel) devenida neoyorkina se ha transformado no solo en una de las mejores actrices de su generación a través del trabajo sino por una versatilidad que se está desempolvando en los últimos años.

Más allá de “Cisne negro” por la cual está nominada al Oscar por Mejor actríz, Natalie es la protagonista de una comedia absolutamente pasatista junto con Ashton Kutcher (ya hiciste un bodrio con Cameron Diaz en “Locura de amor en Las Vegas”¿por qué ese deseo de hacer bostas con bellísimas actrices? -Eso si, el afiche de la peli, con Natalie abrochándose la camisa y sonriendo, es “el sueño del pibe”-) y ya ha probado suerte como escritora y directora como en “I love New York”, una serie de cuentos cortos en los que participa también actuando. Nominada anteriormente como “Mejor actríz de reparto” (¿) por “Closer”, veremos si en esta segunda oportunidad, se puede llevar un Oscar que le viene siendo un tanto esquivo incluso en el rubro “Nominación”.
Si bien es muy buena actriz, ha tenido un derrotero irregular a lo largo de los años. Recordemos que saltó a la gran consideración con su Mathilda en “El perfecto asesino” con catorce años y al año siguiente, es la hija de Al Pacino, en “Fuego contra fuego”.  Para 1996, realiza dos películas, al menos, “particulares”, las muy interesantes “Marte ataca” y “Todos dicen que te amo”, el musical de Woody Allen en el que compartió cartel con el mismísimo pequeño genio neoyorkino, Julia Roberts, Goldie Hawn, Drew Barrymore, Edward Norton y Alan Alda entre otros, aunque Natalie no tiene buenos recuerdos de este film. Por esos años, participa en “Cambio de vida” junto a la gran Susan Sarandon. Cuando uno ve a estas dos actrices con semejante bazofia de película, no queda más que rendirse ante la evidencia que hay caras que valen la pena el chubasco. Asimismo, ya empieza a poner algunos “pero” con lo que se refiere al contenido de algunas escenas, bochando películas por las que fue contactada como “Lolita”. Para “El perfecto asesino”, algunas escenas habían sido retocadas por solicitud de los padres de Natalie, de los cuales se independiza a sus dieciocho años. Su primera película en esta condición es otra que retomaría lo dicho con “Cambio de vida”, en esta ocasión en dupla con la bella y nunca bien aprovechada Ashlee Judd.

El tiempo le ha dado a Natalie interpretaciones memorables como su “Evey” en la excelente “V de Vendetta” o “Alice” en “Closer”. Esto, sin mencionar participaciones en películas un tanto ocultas en la consideración popular como “Hotel Chevalier” –donde finalmente aparece con menos ropa…-, “My Blueberry Nights” –el debut de Norah Jones como actríz- o “Beautiful Girls” –una pequeña gema de cuando Natalie era todavía una adolescente-.

Portman logró tener el mix de beldad y talento, en el que un título en Psicología cotiza mucho más que los implantes de otras estrellas. Desde la melancólica expresión de Mathilda, pasando por su calva cabellera en “V”, el baile del caño que enloquece a Clive Owen en “Closer” -donde comparte el cartel femenino con Julia Roberts- o la tensión que mantiene con Scarlett Johansson en “Las hermanas Bolena” (otra dupla de bombones y van….), Natalie no necesitó más que una sonrisa franca, un par de ojos hermosos y una presencia que excede su metro sesenta, para eclipsar todo lo que ocurre en pantalla. Otras muestras de lo dicho es su participación en un rap para Saturday Night Live o protagonizando en videos musicales como “Carmensita”, de su ex novio Devendra Banhart o “Dance Tonight”, del papá de Stella Mc Cartney. 

De bajo perfil –cuac!- y con opiniones políticas bien definidas y respetables, Natalie tiene un aura que va más allá de su carrera, con inquietudes que incluyen su vegetarianismo y la defensa por los derechos de los animales.
Lo único que se le podría reprochar es el haber venido a Argentina en busca de Gael García Bernal y que, dicen, fue vista en la cancha de Velez y por la zona de Palermo. Ahí es donde su imagen se acerca a un mundo más real –al igual que Keira Knightley, otra que combina talento y belleza- y no tan glamoroso como el que destilan otras “estrellas” como Angelina Jolie, Jennifer Lopez, Victoria Beckham o Paris Hilton, las tres últimas con méritos artísticos que rozan la nulidad extrema. Personalmente me queda la duda de lo distinta que hubiese sido la historia si te dabas una vuelta por Floresta, jajaja!

A punto de ser madre, y con la posibilidad que este niño le traiga un Oscar bajo el brazo, Natalie Portman le agrega a su belleza natural, un talento que excede la actuación. Algo que ningún implante o cirugía pueden esculpir en cuerpos que con los años, perderán cualquier tipo de encanto. Megan Fox, tus días están contados.

0 comentarios en “Natalie Portman: Aunque ganes o pierdas”

  1. linda mina,pero de ahi a ser la madre de Leia? creo que G.Lucas la cago de veras al elegirla,jamas tendria que haber estado en STAR WARS,que siga haciendo de bailarina loca o de amiga con dereho a roce.

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