
Año 2025. El cine sigue siendo un refugio artístico y contestatario frente a la ola de desinformación y conservadurismo que atraviesa a Occidente. Por eso, ante «Madame Violet», la nueva creación de Éric Besnard, el ojo atento posa su mirada. Allí, se ve el devenir de una maestra que busca llevar la educación pública, laica y gratuita, al interior de Francia en pleno 1882.
Louise Violet, tal es el nombre de la abnegada docente, llega a un pueblo con su santo deber. De más está decir que encontrará una resistencia tan fuerte como su propia fe en la educación. Igualmente, más allá de una historia bien reconocible en su desarrollo, tiene momentos por demás destacables. En especial en los diálogos que establece con Jerome, el alcalde del municipio y los padres y madres de los eventuales alumnos.
Más allá de la fábula en si, las alusiones a la República y a la Comuna de París son palpables. Es más, plantan bandera respecto a cierto posicionamiento. En un momento, Louise dice “Nuestras ideas no llegaron al campo”. Ante la obvia respuesta de “nosotros no lo pedimos”, redobla su apuesta. “La felicidad de los trabajadores del campo es una mentira. Para los más pequeños es esclavitud”. No se puede ir con el freno de mano contra la ignorancia. Ojo, esto no implica la crítica a los valores y la cultura que tenían los campesinos sino brindarles otras herramientas como el saber leer y escribir. Nada más y nada menos.

La actuación de Alexandra Lamy está llena de matices que enriquecen a un personaje que es vanguardista para su tiempo pero también, con mucho dolor interior. Su contraparte, o “enemigo íntimo” al decir de Sabina-Páez, es Jerome, que lo lleva adelante con precisión Grégory Gadebois. La tensión entre ambos es una de las tantas patas sobre la que se sostiene el desarrollo del film. La fotografía es otro punto a destacar junto con una ambientación precisa.
Por otra parte, no podemos omitir que es increíble tener que analizar este tipo de películas, que se ambientan hace dos siglos. El destacar su propuesta cuando ésta tendría que marcar una época determinada y no sea de absoluta vigencia. Es el gran problema cuando se tienen gobiernos que, pareciera, querer volver a este período. Conservadurismo extremo con recorte de todo tipo de derechos. La educación como mala palabra y un mal entendido romanticismo en relación con la tierra y “el trabajo que hay que hacer”. Todo esto en línea directa con las elecciones realizadas por el colectivo denominado “gente” que votó todo esto.
En tiempos en que el oscurantismo que atrasa años se impone en el Occidente -autopercibido- ilustrado, “Madame Violet” no solo reivindica a la educación pública sino que da cuenta de sus múltiples bondades. Una película sensible y contundente respecto al poder del conocimiento y al saber como estandarte para abrirse paso con el paso de los años, en esa gira mágica y misteriosa que se llama “vida”.
Ficha técnica.
Guion y dirección: Éric Besnard. Con Alexandra Lamy, Grégory Gadebois, Jérôme Kircher y gran elenco. Producción: Philip Boëffard y Christophe Rossignon. Música: Christophe Julien. Fotografía: Laurent Dailland. Montaje: Lydia Decobert. Título original: Louise Violet. Duración: 108 minutos. País: Francia. Año: 2024
Salas: Cinepolis Recoleta, Cine Cacodelphia, Atlas Patio Bulrich, Atlas Nordelta, Belgrano Multiplex, Cinema Paradiso La Plata, Cine América de Sta Fe y Cines del Centro de Rosario.
