Disco: “Talk to your daughter” de Robben Ford.

Siempre hubo músicos de probada calidad que, por motives que no vienen al caso, nunca han logrado captar el gusto popular. Tal es el caso de Robben Ford.  Este gran guitarrista norteamericano supo acompañar a algunos «nenes» como Miles Davis, George Harrison, Bob Dylan o Joni Mitchell.

El disco abre con el tema que da nombre al disco. Desde los primeros segundos, se aprecia una melodía que da cuenta de los caminos que transitará Ford. Blues, jazz y rock, mezclados en dosis exactas para que cada tema tenga su impronta, su identidad sin caer en híbridos despersonalizados. El solo de guitarra es del nivel que Ford tiene acostumbrado al oído sofisticado.

El rock dice presente en “Wild about you (can’t hold out much longer)”, con un ritmo más rápido en el que los teclados le brindan un colchón importante al tema. El solo de saxo da paso al ídem de guitarra. Los arreglos son pulcros, prolijos pero sin que esto implique frialdad o algo similar. Por el contrario, el tema es disfrutable de principio a fin.

Algo similar ocurre con “Help the poor”, donde los detalles y las sutilezas del bajo como alguna marcación de guitarra –amén del consabido solo- llaman la atención por su exactitud. La letra es explicita sobre la pobreza de una persona inmersa en la soledad, sin amor para dar o recibir (Help the poor, help the poor, won’t you help poor me?/You’re my inspiration, you could make me a king/You don’t come to my rescue, I’ll never be anything).

“Ain’t got nothing but the blues” da cuenta de la llegada del blues. Es un excelente tema donde la voz de Ford cuadra justo con la cadencia de la canción. La instrumentación es de primer nivel. Los arreglos de guitarra se complementan con los teclados.

El clásico de de Booker T Jones, popularizado por Albert King, “Born under a bad sign”, suena actual, con un buen sonido y un solo de guitarra acorde. En este tema se aprecia lo que es una constante del disco, las líneas de guitarras en su punto justo, en la combinación de técnica y sentimiento. Más destacable aún en un clásico donde se aprecian en mayor medida tanto los aciertos como los errores en los nuevos arreglos.

El rock vuelve con “I got over it”, un tema donde el saxo hace acto de presencia para algunos toques en la melodía del tema.

Para este disco, el usual trío de Robben Ford (lo completan Roscoe Beck, bajo de cuatro y seis cuerdas y voz y Vinnie Colaiuta, batería) recluta a Russell Ferrante, en piano y sintetizador –un Yamaha GS1-). El instrumental “Revelation” es de buen gusto. El clima propio del jazz-rock se aprecia en “Getaway” con esos climas que crean los teclados.

El disco cierra con “Can’t let her go”. Comienza con un sonido más áspero que hace contrapunto con la participación de los teclados, que levantan el ritmo y el aura del tema, que oscilará entre estas dos posiciones. La armónica terciará en la compulsa y será la que termine llevando el tema a su finalización.

Producido por Scott Ferguson y el propio Ford, “Talk to your daughter” es un muy buen disco para disfrutar o conocer a un guitarrista de primerísimo nivel que debería obtener un reconocimiento aún mayor al que tiene.

Para el final, dejamos la yapita del programa del concierto que brindó Robben Ford & The Blue Line, en el Teatro Gran Rex en 1994.

Quien estas líneas escribe pudo presenciar dicho show, del cual también formó parte Robert Cray. Primero subió Robben Ford. Su show fue brillante y dejó boquiabierto a más de uno. Inclusive se dio el gusto de hacer una versión fantástica de “Politician”, el clásico de Cream.

Para su presentación en el Rex, Ford volvió al formato de trío -guitarra, bajo y batería- que incluía a Roscoe Beck que había participado de “Talk to your daughter”. El recital que realizó fue un lujo. Con una gran calidad interpretativa, pasó rapidísimo y la gente no quería que se fuera Ford. Una ovación coronó un recital espectacular.. 

Lo único que voy a decir del show de Robert Cray que fue una de las siestas más caras que he tenido en mi vida y me despertaron los aplausos –tibios- del público. Cray es un tipo que tiene mucha técnica pero que, lamentablemente, “no se mojó los pies en el Mississippi”.

Ahora si, finalizando este post, me tomo el atrevimiento de recomendar a cualquiera que sienta curiosidad sobre Robben Ford, que empiece a descubrir su obra. Guitarrista que ha tocado con grandes, cuenta con una discografía con algunas perlas que vale la pena conocer

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio