Alejandro Jablonskis: “El circo, la familia, lo nuevo y lo viejo”

Este jueves 13 se estrena “Dalton Revolució”, íntimo y poderoso documental realizado por Alejandro Jablonskis que refleja la historia de los hermanos Dalton (Luis, Marcela, Cristina y Mónica), cuarta generación de una familia de circo que ha recorrido el mundo conociendo éxito y fracaso. Hoy en Catalunya, la Carpa Revolució recibirá a los próceres del circo, donde la magia, el recuerdo y el porvenir serán los protagonistas. Existencias ligadas al arte a través del tiempo, sorteando diversas circunstancias.

Ante la requisitoria de ECDL para una entrevista, Jablonskis optó por mandar un mail explicando, con su personal estilo, los motivos que generaron la película mientras reflexiona sobre la actualidad relacionada con el cine. A continuación, dejamos el texto completo, para leerlo y disfrutarlo. Tal como si fuera una carta, algo que varias generaciones perdieron el placer de disfrutar.

«Sobre la inspiración del tema, si hablara de mi, ¿quien no fantaseó irse con el circo? De muchacho, en la calle Florida, fui faquir algunas noches. Pero esta vez el motivo circense apareció por azar al visitar a un amigo, un músico argentino radicado en Catalunia, que tenía como casero insólito a Mr Dalton. Inmediatamente con el amigo, coguionista, no pudimos dejar de reparar en todo lo que el circo era, o fue -como todas las cosas- del otro lado del espejo, como símbolo y como encrucijada indecidible entre el arte, el anti arte, la libertad, y la locura más salvaje y pura que pueda concebirse. Como el fantasma de una niñez imaginaria.  A poco que uno se ponga a pensar en ello, se hace evidente en el circo, algo así como el poder de transmutar en felicidad esto de este mundo de acá.   

Pero como algo cambió, en alguna parte, y nos dejó para siempre esa sensación de que todo este brillo simulado que nos enceguece desde las pantallas es apenas la mortecina luz de una estrella muerta. Nuestra investigación sobre el circo, ese arte que apasionaba críticas ponderando las figuras del trapecio, de los saltos mortales o de la gracia de un número de fuerza dental… hoy es llamativa tal cosa, no por el género de crítica sino por la desaparición de la actitud estética, o más bien, porque todo es estético y así se ha acabado el cuento. Parece no haber críticas ni de películas, ni de ninguna otra cosa, apenas información que nos regresa a Netflix, incluso por el camino de la consagración del arte o la denuncia… Nuestra figuración del asunto, decía, se topó inevitablemente con “lo viejo” y “lo nuevo”.

Creimos ver en él algo de indómito que insufla una ilusión más noble que la libertad de mercado. Como dice el Sr Pescao en la película:  «Me dedico a fastidiar, me dedico, me dedico…”. Entonces aparece la familia,  porque a poco que miráramos cualquier circo, se nos hará presente. De allí a lo que sigue, porque ¿qué familia no está hecha de dolor y de otras cosas?  ¿Y qué persona?

En líneas generales, el asunto para un película de cine realidad se nos figuró así: El circo, la familia, lo nuevo y lo viejo. De esto trata la historia de la revolución de los Dalton.

Se dice que, en el arte, el suscitar sentimientos de lástima, tristeza, compasión o ternura, lo patético, ese afecto vehemente del animo, ha dejado ahora lugar al entretenimiento, a la ligera desafección del goce, al deslizarse del placer y el disfrute. También en el mundo en general, lo antipatético nos ha conquistado. Ese sentimiento de aversión que inspira alguien que, además, merece toda misericordia, está de moda. ¿Debajo de qué alfombra se barrerá todo ese sufrimiento que nos hizo personas? Toda familia está hecha de eso que se barrió bajo la alfombra.

En el circo, quizás más que en ningún otro arte, el dolor y el entretenimiento estuvieron entrelazados, quizás hasta ahora…Después, cuando apenas habíamos empezado a filmarla,  vino una peste o pandemia. Quince días de rodaje pueden ser  mucho tiempo y una distancia difícil de salvar. Bueno, para terminar esto de las motivaciones, sobrevivimos antieconómicamente, mientras un proceso inflacionario nos dejó en bragas y calzones. Claro, pero aún faltaba, como todos sabemos, lo peor.

Sobre lo de las “políticas” es de lo peor. Seguramente el trabajo de la gente de cine se resentirá. Y será resiliente seguramente.  Pero cuando le pegan a jubilados o escatiman los remedios del sida, la morfina o la leche de los niños, este coma inducido del cine parece banal.  Un colega catalán me recordó hace poco que uno de estos funcionarios argentinos de turno sostenía siniestra y cínicamente que no se puede ayudar al cine cuando hay niños que pasan hambre en Formosa.

Estamos trabajando en la distribución de la película en distintas pantallas del país de la red Espacios INCAA (que también están demoliendo por supuesto). En muchos lugares de Argentina hay actividad referida a las artes circenses, educativa,  cultural etc. heredera sin duda de una profunda tradición.  En Catalunya estamos preparando exhibiciones en carpas circenses.

Con respecto a las plataformas, que paguen impuestos o canon para la producción cultural nacional, que les correspondería por derecho (aunque no por ley que los regule pues esta jamás vio la luz. ) Es como con todo lo demás:  los dueños de los algoritmos se llevan toda la guita y encima nos hacen un favor.  En Cine.ar ahora mismo la actividad está siendo “reglamentada” para evitar que alcancen las producciones independientes argentinas los mínimos de visualizaciones para cobrar subsidios que en la gran mayoría de los casos son menores al trabajo y a la inversión económica de los producciones.

¿Referencias de películas de circo? “Los payasos” del maestro Fellini. “Los artistas bajo la carpa del circo perplejos”, de A. Kluge, “El circo”, de Chaplin, y otras. Son todas muy bellas».

“Dalton Revolució”. Cine Gaumont. Av. Rivadavia 1635. Del jueves 13 al miércoles 19 de febrero, a las 12, 15.45 y 20 hs.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio