Actor, dramaturgo y director, creó uno de los espacios teatrales más interesantes del teatro off de nuestra ciudad. Artista incansable, estrenó este año “Simplemente sucede”, una obra que repondrá el próximo año pero que no dejamos de recomendar. Alejo Beccar cuenta como es estar al frente de “La Tertulia” y como pergeñó sus últimas obras.
– Este año, estrenaste, «Simplemente sucede». Contame un poco como fue el proceso de creación de la obra, selección de actores, etc.
– En la vida de las personas hay hechos que nos marcan, una suerte de mojones, que nos alertan de la proximidad a nuestro destino. Hace 20 años se quitó la vida mi hermano menor, un ser muy sensible que eligió partir a la edad de 31 años porque no soportaba las miserias de este mundo. Este año, a principio, en el mes de enero, Olga Nani, una actriz oriunda de Córdoba que esperaba un trasplante bipulmonar, entró en emergencia nacional, pero, lamentablemente, el donante no llegó a tiempo y a los 36 años, murió, dejando una hija de 3 años. Esos dos hechos se unieron para que pudiera contar esta historia, el de un hombre que no soporta seguir viviendo, porque la gente lo lastima y el de una mujer que espera un trasplante de pulmones para seguir con vida. Es una obra que invita a reflexionar sobre el valor que le damos a las cosas.
A los actores los elijo por el “physic du rol”, a Nadia Brom la había visto en mi sala, en “Bodas de sangre” y me quedó la fragilidad de su cuerpo y su voz dulce. Damián Padín, surgió de un aviso en alternativa teatral (los actores en los que había pensado estaban ocupados), y en la entrevista personal mostró ser muy sensible (ya no hago casting, confío en mi capacidad para dirigir actores y sacar de ellos todo el potencial que tienen). Empezamos a trabajar el texto y poco a poco fui encontrando la manera de contar la historia, elegí el camino de la ternura, ya que el tema es duro y fue una buena manera de contarla. Soy un director muy detallista, y obsesivo, trabajo minuciosamente cada momento, nada en la obra está librado al azar, los actores están muy marcados (pero el secreto está en que no se note, y no pienso revelar la fórmula, jajaja) Quité algunos textos que sobraban y agregué algunas palabras que faltaban y finalmente quedó terminada.
– He visto varias de tus obras ¿puede ser que sea esta la más autoreferencial?
– Sin duda, si bien en todas mis obras aparecen mis fantasmas, “Simplemente sucede” es una catarsis.
– Las diferencias en los personajes están muy marcadas (amor y/o desprecio a la vida). ¿Crees que puede haber punto de encuentro entre ambos?
– De hecho lo hay, es el amor, los dos aman, la diferencia es que él siente que su amor no es correspondido por la gente, mientras que ella, sí. Ese es el abismo entre ambos personajes. Sin embargo, al final de la obra él se redime al decir que: “Amar la vida es posible, y solo el amor puede cambiar la mirada de las cosas. ”
– ¿Se podría considerar «optimista» a «Simplemente Sucede»?
Absolutamente, es un canto a la vida. Aunque el final pueda considerarse agridulce.
– En un momento, la puesta me hizo acordar una frase que dice Eusebio Poncela en «Martín H», «hay que seguir, aunque sea por curiosidad». ¿Coincidis con este punto de vista?
-A medias. En lo primero sí, “hay que seguir”, en lo segundo, no. Tiene que haber algo más que curiosidad en el hombre para vivir, sentido, esa la palabra, encontrarle un sentido a nuestra vida. No importa cuál, mientras se convierta en el motor para seguir viviendo, y que no sea un mero transcurrir nuestro paso por este mundo. La buena gente va al cielo, los jodidos al infierno y los tibios no van a ninguna parte.
– Hace un tiempo, lo dirigiste a tu hijo Gonzalo Senestrari en «Yo maté a Papá Noel». Es posible que se repita esa experiencia?
– A Gonzalo lo dirigí en tres oportunidades, la primera vez cuando él tenía 16 años en “Rizoma atrapado” (obra de mi autoría), luego en “Bang, bang, estás muerto” de William Mastrosimone y por último, en una obra de su autoría, “Yo maté a Papa Noel”. Es muy difícil trabajar con él, dirigirlo no, porque es un excelente actor, pero el vínculo padre hijo le pesa y eso hace que no sea placentero el tránsito, no creo que repitamos la experiencia, pero nunca digas nunca. De todos modos, él hace rato está volando solo y muy alto, está con la cuarta obra de su autoría (“Los fracasados”, “Yo maté a Papa Noel”, “Tiernas criaturas”, está última finalista de los premios Tirso de Molina y estrenada en México ) en la Tertulia, con: “Beirut boulevard” (la cual escribió, dirige y protagoniza) “¡Una obra de la hostia!”
– Recuerdo cuando hiciste «Oruga»,con un tema muy en boga al día de hoy, como es el buylling. ¿Cómo recordas a «Oruga»?
– Con mucho cariño, (aunque no fue fácil trabajar con 10 actrices, la gran mayoría adolescentes, pero sigo en contacto con algunas de ellas) el tráiler ya tiene más de 7000 visitas en Youtube, es una obra que me la piden mucho, sobre todo de México donde parece que el bullying es un problema muy serio.
– ¿»Oruga» fue tu obra más fuerte y cruda?
– No. Un estudio de mis obras advertiría la profundidad en las mismas. Casi todas son fuertes y crudas. Pero la más cruda es “Pozo ciego” (acerca de una familia disfuncional), la estrené en el 2003 antes que aparecieran esa moda de la familias disfuncionales que se vio tanto después.
– ¿Hay alguna de tus obras que desearías reescribir y reestrenar?
– Reestrenar, casi todas, (reescribir no tanto, solo haría algunas pequeñas correcciones), tendría que hacer una retrospectiva de estos 10 años donde pasaron: La hora oficial, Pozo ciego, Los balseros, Rizoma atrapado, Diálogo en el infierno, Oruga (bullying), Peor que robar un banco es fundarlo, Sacudir la lanza (Shakespeare), y ahora, “Simplemente sucede”. Tengo un libro editado por la editorial Simurg con un subsidio del “Fondo Metropolitano de las artes y ciencias”, que se llama “Dramaturgia social” y reúne las 4 primeras obras que acabo de mencionar, y el Fondo volvió a darme un nuevo subsidio este año para un nuevo libro, y la editorial Corregidor lo está por lanzar, se va a llamar “Dramaturgia acosadora” y contiene 3 obras de mi autoría, 2 que ya fueron estrenadas, “Ultraje a la inocencia (abuso sexual), Oruga (bullying), que trata sobre el acoso escolar, y una, aún sin estrenar, Chelagarto (mobbing) que trata sobre el acoso laboral.
– ¿Cómo está La Tertulia hoy en día?
– Cumplió 10 años, es una sala que apuesta a la diversidad de propuestas, no se queda con una estética determinada por las modas, apuesta al teatro de calidad.