Danza, música y emocionalidad. Conservar el sentir
Dirección: Andrea Castelli. Dramaturgia: Laura Garaglia y Andrea Castelli. Intérpretes: Daniela Fiorentino, Gastón Gatti, Inés Silvestre, Nicolás Baroni, Pablo Fermani, Violeta Ballestero. Violinista: Valentina Guirigay. Objetos: Marcela Alonso. Asesoramiento de vestuario: Francisco Ayala. Diseño gráfico: Natalia Battellini. Diseño transmedia: Paula Orlando. Edición: Noelia Couto. Registro audiovisual: Carla Finco, Fernanda Montiliengo. Registro audiovisual streaming: Malena Cores Penna. Asistente de dirección: Carina Mele
(Por Erika Eliana Cabezas)
A veces, desde el oficio del periodista, jugamos a corrernos de la subjetividad y utilizamos la tercera persona. Una máscara, una mentira que tal vez sirve para persuadir un poco más al otro. No lo sé. Lo cierto es que el destino, cada tanto, nos invita a aventurarnos, a adentrarnos en un bosque donde la emocionalidad prima. Ese bosque esta vez vino de la mano de Andrea Castelli y su propuesta “Museo de lo efímero”, que se presentó en el marco del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA).
Tan pronto como se inició el recorrido por los jardines del Museo Fernández Blanco, nos invitaron a grabar, transmitir y armar nuestra propia edición de la obra. Claro, no todos nos fijamos en los mismos detalles. La mirada varía de acuerdo a mi ubicación pero, también, a mi aquí y ahora. Hoy no soy la misma que ayer. Tampoco seré la misma cuando termine está crónica. Estamos atravesados por vivencias, circunstancias. Algunas más pasajeras que otras.
Retomo, porque la idea no es que quien esté del otro lado se pierda en mi divague filosófico emocional. Nos invitaron a grabar, transmitir y armar nuestra propia edición de la obra. Pero también a encontrarnos, a confluir las intensidades, que son diversas o más bien infinitas. El camino estaba delimitado, una narradora hacía de guía y marcaba las estaciones. Sin embargo, el trayecto permitía puntos de fuga a través del baile, la música, la naturaleza, el vestuario. Una pareja, una ninfa, violines.
No somos seres estáticos. Devenimos, todo el tiempo. Mutamos. Podemos amar, y en una fracción de segundos, odiar. Podemos reír y, luego, llorar. Podemos tomar determinaciones y después flaquear. Podemos elegir e inmediatamente arrepentirnos. Y es válido, porque los estados son transitorios. A veces duran más, otros menos. El secreto está en abrazar lo efímero, eso que nos pasa.