Decadencia (Teatro)

The history repeating


Autor: Steven Berkoff. Con Ingrid Pelicori y Horacio Peña. Traducción: Rafael Spregelburd. Versión: Ingrid Pelicori y Rafael Spregelburd. Ambientación y vestuario: Jorge Ferrari. Diseño de Iluminación: Gonzalo Córdova. Diseño sonoro: Edgardo Rudnitzki. Fotografía: Juan Travnik. Pelos: Granado. Producción ejecutiva: Gabriel Cabrera. Asistente de dirección: Pehuén Gutierrez. Comunicación Teatro Payró: Vera Czemerinski. Diseño gráfico: Agustín Ceretti. Jefe técnico y operador de luces: Gabriel Haenni / Lucas Orchessi. Asistencia de producción: Daniela Muniz. Realización vestido: Patricia Terán. Dirección: Rubén Szuchmacher.

Teatro Payró. San Martín 766. Martes, 21 hs.


Hay textos que mantienen su vigencia a través del tiempo. Por más que tomen temáticas de las denominadas “universales”, permiten resignificarse en diálogos constantes a través del paso y las diversas coyunturas que atraviesan a las sociedades, sea cual sea su nacionalidad.

Tal es el caso de “Decadencia”, excelente texto de Steven Berkoff, estrenada originalmente bajo la dirección de Ruben Szuchmacher en 1996 en el Teatro San Martín y que tuvo funciones en varios teatros como Paseo La Plaza (1996), Babilonia (1998) y El Kafka (2007). Ahora tiene su vuelta al Teatro Payró lo cual se constituye en una visita obligada a ver esta gema.

La puesta plantea una mirada satírica y salvaje de una situación histórica particular: la llegada del neoliberalismo en los ‘80 a Gran Bretaña. La ya consolidada clase alta tradicional (Helen y Steve) frente a la aparición de nuevos ricos cuyos valores son la banalidad, el exceso y la vulgaridad, que sería la opción ante la clase dirigente. De los más postergados en la piramide social, solo está el desprecio o su usufructo. Helen y Steve tienen amantes como Sybil y Les, ubicados en otra esfera social, opuesta y hostil: la relación amor/odio entre burgueses y obreros/clase trabajadora, que quieren ser como los anteriores pero no tienen con qué. Les falta “charme” y “glamour”…A lo sumo, cuentan con la tan mentada “movilidad social”. Cualquier similitud con la sociedad argentina en el menemismo es exacta teniendo en cuenta el modelo aplicado en nuestro país en los años 90. Pero también dialoga con la actualidad argentina del 2016 donde la vuelta del neoliberalismo sin ningún tipo de ropaje populista (como el peronismo de CSM en la primera elección) ha tomado el poder nuevamente.
 

No obstante, la puesta busca plasmar un enfoque en particular, que es la intimidad de ambas parejas, puertas adentro de sus hogares. Helen y Steve solo exhiben su prepotencia cuando salen al teatro y humillan a un mesero italiano por su origen (también son antisemitas y antiirlandeses entre sus muchas “virtudes”). Pero la riqueza del texto es tal que permite cambiar cada uno de esos “enemigos” que mantendrá la misma contundencia. Será en esos momentos donde la puesta planteará un “in your –yer- face” teatral que, tal como lo postulaba el movimiento de dicho nombre surgido en Gran Bretaña en los 90, contará con un lenguaje explícito, virulento y soez asi como un agudo cuestionamiento de las normas morales imperantes. Pero Berkoff se adelantará en el tiempo….
Los personajes son “ingleses” y no “británicos” entre tantas disquisiciones que realizan. El derrotero de virtudes es amplio. Incluye el sexo procaz, sin ataduras puertas para adentro pero con el mantenimiento de las apariencias y los polos opuestos de cobardía y valentía, banalidad y la adquisición de nuevos valores culturales como si estos pudieran comprarse solamente con dinero (algo que Bourdieu hizo referencia en “El gusto de lo necesario”). Si bien “Decadencia” es de 1981, cuadra perfectamente con el mencionado movimiento de teatro.


El texto mantiene una estructura de verso lo que permite captar la atención del espectador y mantenerlo en vilo por la contundencia de las palabras, climas e ideas que vierten los protagonistas. Al respecto, la traducción de Rafael Spregelburd es excelente. Con una escenografía absolutamente austera, la palabra toma el centro de la escena. La excelencia de Ingrid Pelicori y Horacio Peña (interpretando a ambas parejas de amantes) junto con la maestría en la dirección de Ruben Szuchmacher logran un «tour de force» sublime de creación de sentido que no da respiro pero no abruma. Su fuerte contenido social da cuenta que el hombre sigue siendo su propio lobo, con la codicia y su orgullo a flor de piel. Situación que, lamentablemente, puede ser aplicada a una sociedad argentina que ha reciclado la banalidad de los años 90 en formato de suicidio de valores adquiridos.

Se bajan las luces en un final poderoso y estalla el aplauso. Una montaña rusa de teatro en estado puro ha atravesado el Payró. La discusión/charla será un momento único para quienes hayan presenciado «Decadencia». Tampoco será extraño querer volver a verla. Es más, podríamos decir que es necesario y más aún, si se puede convocar a nuevos espectadores a presenciar una puesta tan cercana que será estremecedora…en todo los sentidos.

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