Visibilizar a Fijman
Dramaturgia: Galileo Bodoc y Vicente Zito Lema. Con Vicente Zito Lema y Alan Robinson. Músicos: Rosario Carreño y Alicia Mazzieri. Diseño de luces: Sergio Iriarte. Video: Daniel Malnati. Diseño gráfico: Renata Cymlich. Asistencia de dirección: Regine Bergmeijer. Asistencia De Escenas: Daniela Sanchez. Producción: Marina Kryzczuk. Dirección: Galileo Bodoc.
Teatro Hasta Trilce. Maza 177. Domingos, 20.30 hs
El programa de mano define a “El Cristo Rojo” como una “ceremonia teatral sobre la poesía y la locura en homenaje al poeta Jacobo Fijman”. Esto es fundamental porque esta definición es absolutamente abarcativa respecto a lo que se verá en los próximos minutos. La figura del genial Jacobo Fijman sobrevuela esta experiencia teatral. Un homenaje que incluye música y un texto por demás atrapante. Será este el que combine la historia real, de lo que ocurrió en la vida de Fijman junto con ese universo onírico y mítico que le permite desarrollar su arte, para escapar del dolor de la primera. Los múltiples recursos que puede utilizar un hombre para dejar la cárcel a la cual lo habían confinado. La locura ubicada en ese marco de ignorancia y negatividad, tal como el que manejan los autodenominados “bien pensantes” quienes determinan el futuro de una persona como si fueran emperadores romanos. Pero será el mismo Zito Lema quien realiza un rescate de Fjman pero irá más allá del manicomio al cual lo habían confinado. Es la reivindicación de un poeta como no hubo ninguno más. De ahí, que se produzca el desdoble de personajes tomando Zito Lema el lugar de Fijman y su propio lugar, a cargo de Alan Robinson.
El espacio es amplio –demasiado para ser transitado con dinamismo- para que los protagonistas desarrollen un texto riquísimo y atrapante. No obstante, aquí es donde se mete la palabra “ceremonia” en el medio, en relación directa con la experiencia teatral y los vaivenes que puede llegar a tener. En este sentido, el devenir de los hechos se hace lento, conspirando contra la belleza del texto. El declamar no es actuar asi como tampoco la seriedad de palabras tiene que volverse solemne, lo cual se nota en algunas ocasiones. Más aún, con la fragmentación de escenas que impide un desarrollo armónico de la puesta. Es ahí cuando el texto se convierte en una pieza digna de leer más que de ver sobre un escenario.
Pero como es una ceremonia, de repente, los planetas se alinean, produciéndose momentos por demás emotivos y cautivantes. Diálogos que calan profundo tanto en quienes lo dicen como en quienes lo perciben. Es en ese instante cuando el texto se convierte en una pieza digna de ver sobre el escenario más que para leer. La voz de Rosario Carreño y el piano de Alicia Mazzieri entran en el momento exacto, para dibujar melodías conmovedoramente precisas y dinamizar lo postulado por la dupla Zito Lema-Robinson. Justamente, la química entre ambos será uno de los puntos altos de la obra.
“El Cristo Rojo” es una experiencia teatral y como tal, debe tomarse. Un texto que desborda de poesía y amistad, locura y libertad. Esos pares que se acercan y en ocasiones, se repelen pero siempre en relación directa. La pluma de Vicente Zito Lema garantiza la calidad de cada una de sus palabras.