Con este simple esbozo, María José Gabin da inicio a una serie de historias atrapantes que transcurren enlazadas solamente por el nexo en común de la escritora sin inspiración, con el único elemento de una escalera con la cual se interrelacionará todo el tiempo. Actríz y escalera formarán juntas un tándem indestructible con el que crearan variados cuentos que irán desde una selva hasta amantes urbanos desencontrados.
La multimedia creará los climas en los que Gabin y su escalera pintarán porciones de tiempo relatado en los que se viajará de una situación a otra solamente con la ayuda de la imaginación. La iluminación y el exacto uso de esta multimedia correrán los escenarios a lo largo que transcurra la puesta, conformando el sostén del lucimiento de Gabin. Los textos son compuestos por historias de esas que uno adora escuchar y quiere saber como se desarrollan. No les falta ni les sobra un segundo, logrando que el nudo dramatúrgico se despliegue en su máxima expresión. Asi, pasaremos del comienzo, el medio y el desenlace sin ningún tipo de sobresaltos, disfrutando cada momento transcurrido. La puesta apela a un trabajo poco frecuente en los últimos tiempos para con el espectador y es que este imagine un escenario, más allá de aquél físico en el que se desarrolla la obra. O sea, ver lo que pasa y después que la imaginación siga su rumbo a destinos desconocidos, capitaneados por las palabras y el sentimiento de Gabin.
“Lengua Viva” es una ilustrativa experiencia para disfrutar más allá del hecho teatral en si mismo.