Otra vez lunes –crónica autómata- (Teatro)

El trabajo libera


Dramaturgia: Pablo Bellocchio. Con Fernando Del Gener, Florencia de la Fuente, Nicolás Dezzotti, Antonela Granati, Christian Inglize, Delfina Oyuela, Denise Rodríguez, Josefina Rotman, Marivi Yanno y Mariana Zarnicki. Vestuario: Gina Michienzi. Diseño de luces:   Pablo Calmet. Audiovisuales: Mara Rojas. Música original: Jeronimo Duarte. Diseño gráfico: Rodrigo Bianco. Entrenamiento corporal: Cecilia Gruner. Asistencia de dirección y de escenas: Eloísa Colussi. Producción: Lascia Colectivo De Trabajo. Dirección de actores:   Pablo Bellocchio. Co-dirección Coreográfica: Cecilia Gruner. Dirección general: Pablo Bellocchio y Cecilia Gruner.


Nün Teatro Bar. Juan Ramirez de Velasco 419. Lunes, 21 hs.


Hay historias que dialogan con la realidad personal de los individuos que pueden calar hondo. Más aún si se ponen en contacto con otros lenguajes. Tal es el caso de “Otra vez lunes”, que lleva adelante una poderosa y ácida crítica a la vida moderna. A través de diversos momentos, se refleja la vida de un joven que busca “ganarse la vida” –frase que merecería, en sí, una reflexión muy fuerte- por medio de un trabajo.


En este sentido, la precisa dramaturgia de Pablo Bellocchio es elocuente al abordar al trabajo como si fuese una mancha que atraviesa los poros de un personaje que debe pensar en la dicotomía de tener individualidad propia o ser uno más en el reconocimiento de la vida. Una corbata como trofeo y símbolo de pertenencia a un espacio de puro canibalismo disfrazado de progreso. Estas imágenes son fuertes y tal como es en la sociedad, su reproducción es constante. Sonreir y seguir adelante. Agradecer y pertenecer. Sumisión y barbarie. Todo atravesado por la ironía y el sarcasmo que permiten llegar a cada espectador de una manera amable, sin que esto implique ser contemplativo.


Este será el punto en el que se dará rienda suelta a imágenes llenas de contenido, en plena sintonía con la coyuntura de jóvenes-adultos. Las palabras esbozadas en el colectivo o la rutina propia del call center de humanos automatizados es poderosa. Ese momento se linkea con otras ponzoñosas observaciones, tal como el monólogo de Ewan Mc Gregor en “Trainspotting” o la sublime pluma de John Lennon es su “Working class hero”.


Otro punto es el carácter anónimo de los personajes. Pero será esa anomia planteada en la puesta la que salte e inquiera al espectador, abriendo otro interrogante aún más tenebroso. ¿Se harán algún tipo de pregunta o no les importa nada? En la función que presenciamos, se apreciaba cierta incomodidad ante lo visto pero no dejó de sorprender como muchas y muchos se movían o realizaban algún comentario, dando la pauta de sentirse incómodos/as sin saber qué hacer al respecto. Esto ya ha ocurrido en otras obras con temáticas ponzoñosas.


La iluminación y el trabajo coreográfico son fundamentales en la dinámica de la obra. Al no haber escenografía, es necesario crear otros mundos y esto se resuelve con creatividad. La duración es exacta. No le falta ni le sobra un minuto. Un exacto Fernando Del Genner es el aspirante a un trabajo que es más que eso.


Cada momento y acción es fundamental en la creación de sentido. Nada está librado al azar y tiene identidad propia. Igualmente ésta identidad propia no implica que Bellocchio se repita. Por el contrario, busca nuevos horizontes en su escritura, más allá de las temáticas de parejas que ha tratado en su obra, en el marco del colectivo Los Lascia.


“Otra vez lunes” no solo es un viaje al interior de la reproducción constante de una sociedad capitalista a través del trabajo sino que plantea interrogantes sobre la complicidad de cada uno de nosotros en este gran problema que es la vida moderna, propia del siglo XXI.

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