Manu Fanego revisita la obra de Copi con “Le Frigó”.

La particularísima y sensible pluma de Copi vuelve a las tablas. Será, nada más y nada menos que Manu Fanego quien lleve adelante “Le Frigó”, un unipersonal en el que interpreta diez personajes. El próximo 7 de septiembre será la primera de sus cuatro funciones. Antes, hubo un encuentro de prensa con motivo del estreno que contó con la presencia de Fanego, la directora Tatiana Santana, el productor Raúl Santiago Algán y el periodista Emiliano Damonte. Allí estuvimos y te contamos todos los detalles.

Fotos: Cecilia Inés Villarreal.

Tarde de una semana atravesada por las complicaciones propias de un contexto de desquicio constante. El teatro no queda exento del mismo, pero, aun así, plantea batalla. Desde ese café tan confortable como ameno que es Maricafé, se realiza el lanzamiento de “Le Frigó”, próximo proyecto de Manu Fanego que une fuerza y talento con Tatiana Santana, directora de gran renombre. En la mesa de notables que presentan este trabajo, que permite nuevamente el arribo de Copi a la escena teatral porteña, se encuentran Raúl Santiago Algán, productor de la obra y Emiliano Damonte, periodista y sobrino del reconocido autor.

Tras la presentación realizada por la anfitriona y agente de prensa Alejandra Pía Nicolosi, se inicia el diálogo entre los periodistas presentes con los protagonistas.

– ¿Cómo se vincula Copi a la trayectoria de cada uno, a la propia biografía?

Manu Fanego. Para mí es importante la obra de Copi en mi quehacer teatral, sobre todo en la forma de encarar un lenguaje de actuación. Una cierta libertad desde el texto y desde una expresión muy visceral de esa palabra. Lo conocí no sé bien cuándo, pero sí le di más bolilla en el IUNA, ahora la UNA, en las clases de actuación con Analía Couceyro que nos daba a leer Lamborghini y muchos autores de esa calaña. Y Copi también, con esa manera tan expresiva de narrar, tan descarnada. Cuando me llega la oferta de hacer esta obra, me reconecto con Copi. y con ese tipo de lectura. Se me alinea algo en cuanto al lenguaje expresivo mío que ya iremos profundizando….

Tatiana Santana: Cuando tenía 15 años, fui a ver “Cachafaz” que hacía Miguel Pittier, con Gabo Correa y con un elenco que estaba buenísimo. Me quedó acá. Nunca me olvidé de esa puesta. Incluso años después la trataba de recordar y lo que tenía, era mi propia imaginación. Es de esas obras que me atravesaron y me trascendieron.

En 2011 decidí montar “Cachafaz” y empecé el camino de esa aventura. Claramente, me cambió Copi. Tengo muchísimo para agradecerle. Hoy me encuentro con él 13 años después. En este reinicio que tenemos de nuestra relación, siento lo que recién decía Manu. Tengo la misma sensación que tenía cuando estaba dirigiendo “Cachafaz”. Siento que no hago nada y pasa todo. No se sabe cómo, pero las cosas suceden y se acomodan. Copi te lleva, te lleva y te lleva. Entregate o ándate, porque es medio así la idea. Eso me lo enseñó la experiencia de “Cachafaz” en relación a la dirección. Hay algo de seguir tu instinto. Confiar en lo que estás haciendo porque no hay mucha opción. Realmente siento que Copi no te deja mucha opción. Confiá y listo. ¡Y divertite! Para mí, es un gran maestro.

Raúl Santiago Algán: Tengo que decir que me agarraron con la guardia baja (risas). Desprevenido completamente. Estaba muy tranquilo en casa cuando de repente vino Tatiana y me dijo “Che, hacemos a Copi”. Había visto “Cachafaz”, la puesta que había hecho y recordé rápidamente que, después de haberla visto, tuve que irme caminando a casa porque no podía quedarme sentado en el colectivo. Subí, bajé y me fui caminando porque había una efervescencia… Algo que decía con alegría “¡pero qué mierda acabo de ver!”, usando el lenguaje académico de todo el mundo. ¡Qué lindo!

Nos pusimos de acuerdo con Tatiana rápidamente y me convenció. Dije “Bueno, a ver a quién le puedo pedir prestado plata” y ahí apareció el Fondo Nacional de las Artes. Gracias al Fondo Nacional de las Artes -hay que decirlo- esta producción se está pudiendo hacer. Después se consteló este equipo hermoso que no hace más que sacar una sonrisa.

Enrique Damonte. Para mí, es distinto porque Copi era mi tio. En mi caso, tiene que ver con la búsqueda de la identidad, en una familia disgregada. Un señor normal, en la diaria. Tampoco compartí mucho tiempo con él. Lo he visto muchas veces y tuve contacto con él, incluso hasta poco tiempo antes de que muriera en el 85, cuando yo tenía 16 años. Era un tipo cariñoso, cálido, en una voz extraordinaria, dulce. Lo empecé a descubrir muchos años después, en la casa de mi abuela leyendo. Ahí vi que este tipo es enorme. Es una de las grandes letras del siglo XX. Un tipo exquisito, con una matriz muy robusta, muy sólida en su escritura.

Así fue que descubrí a este tipo maravilloso del que me enamoré profundamente. He leído todo lo que pude –siempre-, todas las veces que pude. Su teatro es impresionante, es maravilloso. Lamentablemente, tuve menos posibilidades de ver su teatro que de leer sus obras o sus novelas. Por eso, creo que esta es una gran oportunidad, tal como fue el “Cachafaz” de Tatiana de hace unos años que nos sentó de culo. Lo vi dos o tres veces y me llevó por delante, como tiene que ser. Si Copi no te lleva por delante hay algo que no cierra. El “Cachafaz” de Tatiana fue impresionante y no tengo dudas de que esta obra lo va a ser. Estamos yendo hacia lo mismo. Si han leído “Le frigó” o han tenido la oportunidad de verlo, eso –para mi- es Copi. Lo adoro y estoy inmensamente feliz de estar acá con ustedes.

La mesa completa. Enrique Damonte, Raúl Santiago Algán, Tatiana Santana y Manu Fanego.

– Me asombró que sea un unipersonal, pero que, a la vez haya 10 personajes. Quería saber cómo se construyen diez personajes en una persona en la misma obra. ¿Cómo se establecen ciertos límites de esto le pertenece a uno, esto a otro y cómo se mezcla?

TS: Están muy claramente los personajes. Son muy distintos entre sí. No hay un punto de vinculación o sí, porque salen del mismo personaje. Es la misma protagonista que empieza a traerlos a la vida, desde su propia imaginación. Por eso creo que es tan extremo el delineamiento de cada uno. Son mundos completamente distintos. Nosotros trabajamos mucho con algo bastante referenciado con el cine. Pensamos, “bueno, esto es como una película de terror”, “esta parte se armó la película de amor”. Como si ella se armara distintas pelis que intervienen sus personajes.  

MF: No hay una delineación previa de los personajes desde la actuación. Con lo que teníamos de letra, le pusimos el cuerpo y a delimitar cosas desde el primer ensayo. Uno va tirando un bosquejo medio coreográfico. “Ahora me paro acá porque bueno…” y fue saliendo. No hubo un personaje que es más “así” o “asá”, “esto conviene llevarlo para acá”, “que no se pegue uno con otro”.

Por otra parte, insisto con que no son 10 personajes que interpreta el actor; sino que son interpretados por este personaje protagonista. Son totalmente diferentes, pero tampoco hay una pretensión de separarlos quirúrgicamente. Teníamos la referencia de uno de mis maestros que es Pompeyo Audivert, y su “Habitación Macbeth” donde él encarna cada plano de esa historia. Los personajes cambian de una manera magistral y quirúrgica. Acá no. Es un barro, donde ella empieza a brotar. Es una persona muy débil que brota muy fuerte. Ahí también está Copi hablando de la salud mental así como de la identidad de género, de la droga y de la homosexualidad. También de las clases sociales sin ser un militante, al estilo Jauregui. Sin embargo, es un tipo que logra, por otro lado, plasmar y dejar una enseñanza.

Quería hacer una pregunta doble. Primero, a Manu, cómo fue encarar este proyecto después de haber hecho “Preciado” que fue un trabajo muy interesante. Después, a toda la mesa, ¿cómo ven, hoy por hoy, la obra de Copi, contexto mediante? Más que nada, recordando que hubo una versión de “Eva Perón” en el Cervantes, hace un tiempo.

MF: Tanto Preciado como Copi son dos autores que me tocan en lo personal. También, en una forma de ver la realidad, el mundo y entenderlo, así como asumir ciertas militancias, luchas o resistencias. Lugares de decisiones políticas y personales. En eso, hay un hilo común, que comparten los proyectos. Después, son completamente diferentes, Preciado te diré es algo más –incluso- de investigación. El orden del investigador en una sala muy pequeña. Acá, con Copi, también hay pretensiones de expandirlo. Con Preciado también, digamos, había una expansión, pero acá hay otro sentido. Es otra forma de proyecto.

RSA: Mira, personalmente estoy muy hinchado las pelotas de que vengan autores de Alemania, de Inglaterra y que la calle Corrientes esté llena de obras francesas mal adaptadas. A lo mejor es algo que todos callamos, ¿no? El elefante en la habitación. Hace 14 años que produzco teatro, mucho independiente y, desde hace poco, tengo la posibilidad de hacer teatro más comercial, más empresarial. De hecho, aquí en “Le Frigó”, no armamos una cooperativa, sino que estamos trabajando con un modelo más empresarial. No me gusta la palabra “comercial” porque le estamos poniendo todo el amor a esta obra. Muchas veces, Tatiana me dice «Che, encontré este mueble…”. ¡Es de cooperativas! (risas)

TS: No sabemos decir ni hacer otra cosa. (risas)

RSA: Siento que este material nos habilita a poder crear un montón de cosas sin la tener que hacer el living y toda esa puesta tipo “obra-de-la-década-del-70”. Entonces, cuando Tatiana me dijo «Vamos a hacer esta obra”, le dije que sí. Hay algo que no solamente tiene que ver con lo que dice Copi que, para mí, es superactual, sino que además también me interpela en la forma de producir. El otro día charlábamos sobre el gusto que sentimos al llevar todo adelante. Casi como una forma de resistencia al decir, «Che, fíjense que la dramaturgia local también habilita un montón de lugares que nos hablan a nosotros”. Es lo que me pasa con Copi, en ese sentido.

ED: Pienso que Copi quedó prisionero de diferentes jaulas. Cada uno lo ponía en una distinta, pero -por eso que decía también Manu- era porque Copi fue un antagonista de todo. Estaba en contra de todo. Era inclasificable. De hecho, en una entrevista famosa, tratan de encasillarlo. Entonces, estuvo en una jaula por puto, en otra por homofóbico. Cada uno, se inventó una jaula distinta por la cual encerró a Copi. Hoy, esa característica se vuelve una ventaja. Más, en el contexto en el que estamos viviendo, de una agresión brutal al arte, al teatro, al teatro independiente, donde la gente sobrevive por la elasticidad que tiene. Si no la tuviese, se caería. Se buscan cerrar un montón de cosas y, en este contexto, Copi, un tipo que estuvo en contra de todo, encuentra un momento perfecto.

Es un gran momento para revisar la literatura y el teatro de Copi. Un teatro extraordinario, una letra soberbia, hablando técnicamente. Un loco de mierda total, que rompe y patea todo el tiempo. Estás todo el tiempo en ese torbellino que no lo logra todo el mundo. Por eso, está bueno que Copi vuelva a los teatros luego después de muchos años. Después. decías lo de Eva Perón en el Cervantes. 

– Sí.

ED: ¿Yo? ¡Agradecido! Ojalá se haga siempre. En el Cervantes, en el San Martín, en el Teatro Oficial. Lo que más quiero es que Copi esté en todos lados, pero Copi es de compañía independiente, de espacio reducido, sobre todo. Creo que en el Cervantes se perdió un poco. Estaba como diluido….

– Medio pasteurizado.

ED: Si…más ATP, más suave. En algún momento, en “El homosexual” se levantaron dos o tres. Se ve que tenían abono en el Cervantes….

Equipo Le Fregó completo, incluidas María Eva Moreno y Marianela Dollera Albarracín

– ¿Cómo fue el uso de títeres, la coreografía, la danza para dar vida a esta cantidad de personajes, junto con la música, la filosofía, etc?  

TS: Si. Va a haber un montón de cosas. Por ejemplo, Manu toca el piano como nota de color. Me gusta trabajar con los intérpretes y aprovechar todos sus talentos. Siempre les pregunto qué saben hacer y si no lo saben y tienen ganas de aprenderlo, también. Me gusta que se luzcan en todo lo que saben y que se desplieguen completamente. Esta obra lo permite por la diversidad de los personajes y los distintos que son. Es, justamente, esa diversidad la que permite que se piensen distintos recursos para contar. Algunos están –incluso- en la didascálica, de cómo están contados, que un personaje es un muñeco u otro es un títere. Lo que hicimos nosotros fue jugar y ver qué nos sentaba mejor.

Para mí la música es fundamental. No puedo pensar nada sin música. Lo primero que le dije a Santi fue, «Por favor, llamemos a Rony, si no, no hago nada” (risas). Después, cuando se suma Valeria en la coreo, también. Son lenguajes importantes porque te permiten contar cosas que no necesariamente tengan que ser responsabilidad del intérprete. Que lo o la ayuden a hacerlo. Se empiezan a abrir mundos, así como lo hace un títere. Entonces, con más razón, la música entra en nuestro lenguaje.

MF: Totalmente de acuerdo. Quiero agregar que en la obra está determinado, así como el rol de las didascálicas, una oportunidad de juego. Toda la obra es una especie de momento de juego, muy lúdico. Se siente ya desde el texto. Además, Tati y su forma de trabajar y la manera en que todo el equipo muy amorosamente se acerca, participa y coloca elementos en mis manos, como ropas y coreos y canciones…

-Justo, decis que te llevó un extremo de versatilidad…

MF. Sí, fue de todo un desafío. La primera vez que leí la obra me causó rechazo. Es Copi. Me horroricé un poco con todo pero estoy muy agradecida y me siento privilegiada de poder encarnar, en estas condiciones una obra con semejantes desafíos. Llevar adelante 30 páginas de texto, más marionetas, más música y encarar una rueda de prensa o lo que sea. Me parece todo para mí es un desafío,

 -¿Para quien es esta obra? ¿A quién está dirigida?

MF: Copi es muy vigente. En este momento, hay que darle visibilidad a ese tipo de obra y hablar de su texto. Hay unos umbrales que se están corriendo y que se están haciendo creer que son la normalidad. Hay que plantear textos que rompan con esa idea equivocada. Copi habla de la homosexualidad como una enfermedad en la obra, porque todavía lo era para la OMS. Esa barrera se ha corrido. Pensar ahora que la homosexualidad es una enfermedad es estar corrido de la realidad. Por eso, traemos este texto ahora y que se estimule la representación de las obras de Copi. Que se pueda ir a verlo más. Es una letra argentina que está luchando desde su trinchera. Así como lo fue la militancia en tanto salir a la calle, también lo es poner obras que corran ese umbral de sentido que ahora quiere ser recortado.

ED: Tomamos el caso de “El beso de la mujer araña”. Puig no tiene nada que ver con la gente joven que va al teatro hoy en día. Sin embargo, hemos cometido el error, de toda la historia- de creer que hemos ganado. Todo el tiempo vamos a estar peleando. Nunca vamos a ganar, pero tampoco nunca vamos a perder. Las luchas se renuevan continuamente.

TS: Doy clases de actuación y de dirección en distintas instituciones y siempre doy Copi porque es mi identidad. No les puedo explicar la alegría de la juventud cuando se encuentra con este autor. Es una maravilla. Lo disfrutan y quieren actuarlo. Tratan de entender como pensaba. O sea, me parece muy interesante que la juventud se meta con ese absurdo y también con libertad. Que entiendan que la libertad es otra cosa y no la que nos dicen que es. Eso es lo interesante. Que se encuentren con ese desafío de arriesgarse a ser libres.

RSA. Lo mismo que dijo Tatiana. Damos clases en la EMAD y casi todos los años aparece un estudiante diciendo “Quiero hacer a Copi”. Ahora entiendo por qué es eso.

Una dupla de lujo: Tatiana Santana y Manu Fanego

– ¿Por qué solo cuatro funciones?

RSA: Uno de los grandes problemas que tienen algunos autores son los agentes literarios. Nosotros encontramos en Emiliano una persona con la cual podemos hablar, pero hay agentes literarios en el medio que viven en Francia, que no tienen ni idea de lo que pasa acá y cómo se produce. Es muy difícil hacerles entender que el dólar fluctúa, que es muy caro hacer algunas cosas. Entonces, es lo que llegamos a pagar básicamente. Hubiésemos querido hacer 20 000 funciones, pero tuvimos que optar por una situación medio de “evento” y vamos a hacer estas cuatro. Emiliano se interiorizó del tema y nos está ayudando, pero tenemos de seguir haciéndola el año que viene. Esto no es una estrategia de marketing ni economía de la escasez. Nada de eso.

– ¿Cómo ven la posición del teatro como resistencia frente a lo que está ocurriendo y qué sienten eventualmente cuando hay colegas que apoyan a este gobierno, aun cuando su política es contraria a la cultura?

MF: El otro día, en la asamblea que se hizo en el festival ENTRÁ, vi mucha juventud interesada por el teatro, por organizarse, por crear una red nacional. Tienen en sus manos que se están pasando esa data y están conectados. Un poco lo que realizaba el INT, antes de que comience su desfinanciamiento. De alguna manera, me dio esperanzas ante algo que es patético, terrible. Lo que están haciendo con la cultura es gravísimo porque la cabeza se te achata y después no tenés un pensamiento creativo para resolver cosas. Quedas estancado, sin cultura.

Pero bueno, mucho más grave es que desfinancien al Garrahan o que salgan a judicializar el rechazo al veto a la Ley de Discapacidad. Es una ridiculez que, en algún momento, creo que lo van a pagar. Se les va a dar vuelta a la tortilla y todo este mal que le están haciendo al país se les va a venir en contra. Y el teatro va a sobrevivir como hizo siempre, desde la prehistoria. No nos hace falta más que un espectador y alguien que quiera hacer alguna payasada para que exista. Listo.

ED: La Revolución Libertadora realizó una de las persecuciones más salvajes contra los homosexuales de la historia. Si el fruto de eso, son Copi y Puig…imaginémoslo. Con esto, no quiero caer en apología de la adversidad, pero el teatro se ha nutrido siempre. Es una hinchada de pelotas cuando te toca pasarla, obviamente. La adversidad no es una posición. Duele, cuesta. Se pierden cosas, se pierde gente. No es que la adversidad es un cuento. Pero el teatro se nutre de la adversidad. Lo hizo siempre. Lo que ha hecho todo esto es que ha corrido toda una grieta. Ha dejado a un montón de nosotros de un lado en que empezamos a pensar que nos unen un montón de cosas más de las que creíamos. De esto se va a salir.

TS: No tengo mucho para agregar, pero siento que es cierto que, en estos momentos de adversidad, estamos muy acostumbradas a resolver y seguir adelante, aunque tiene su costo. Es nuestra costumbre, estamos entrenades. Respiramos hondo y salimos adelante. Lo vamos a enfrentar pero no lo negamos. Me parece importante que después de atravesar esta tormenta o este tsunami, no sé cómo llamarlo, podamos reflexionar al respecto. No ahora, porque hoy es el momento de accionar. Lamentablemente, dudo que no vuelva a pasar, pero ¿Cómo podemos hacer para que no vuelva a pasar? No sé, pero bueno, al menos para abocarla lo máximo posible. Realmente es muy duro y lo sabemos todos. Lo estamos viviendo desde nuestros lugares. Siento que la gente en estas situaciones, necesita ir al teatro. Acercarse, compartir y ver distintas experiencias. Es lo que nos hace sobrevivir en todos los sentidos.

– ¿Qué expectativas tienen? ¿Qué quieren lograr después de las cuatro funciones?

TS: ¡Llenar! (risas) También sería hermoso que la gente pida por Copi. Lo que pasa es que, con todos estos problemas que plantean las producciones, si todo el mundo quiere hacer Copi, hay problemas burocráticos…

ED: ..y problemas reales económicos. Hay que establecer una comunicación más directa y más clara que permita que sea más fácil hacer a Copi. No nos sirve de nada tener un Copi guardado en una biblioteca y que sea representado en Dinamarca. “Cuatro funciones en Dinamarca”….

“Le Frigó”. Teatro Picadero. Enrique Santos Discépolo 1857. Domingos de septiembre a las 16 h.

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