Ella, en mi cabeza
Dramaturgia: Matías Feldman. Con Laura Aramburu, María Laura Castillo y Rodolfo Zaiat. Voz en Off: Martín Najlis. Iluminación: Camilo Cerón. Fotografía y Diseño gráfico: Andrea Salomón. Asistencia de dirección: Gisela Rebichini. Dirección: Sebastián Raffa.
El Tememos Teatro. Gaona 1880. Viernes, 21.30 hs.
Hay que limpiar la escena de una muerte. El difunto está en algún lado al tiempo que la acción se repite una y otra vez. ¿Pero donde ocurre la misma? ¿En el baño de una casa o en la mente de una de las protagonistas? Con un tratamiento arriesgado y muy bien llevado a cabo, la puesta jugará con todas las convenciones de un teatro tradicional.
Es la repetición de escenas y la forma en que se busca recrear lo acontecido es lo que permite escarbar en los funcionamientos de la memoria en tanto el porqué de recordar tal o cual situación. Selectiva en sus mecanismos, disecciona los dimes y diretes en los que se debe limpiar la escena de un crimen asi como las relaciones (o no) que atraviesan a Schultz, Bieler y Steger, protagonistas de la puesta.
Mezcla de policial negro con un puzzle psicológico, la puesta atrapa tanto al que sigue los hechos de forma continua como a aquél que inició el viaje al interior de la memoria de Schultz.
La linealidad del tiempo no será respetada en ningún momento por lo que le exigirá al espectador la atención continua para no perder ningún detalle de lo que ocurrirá sobre tablas. El escenario, cortado en tres partes donde se desarrollarán las acciones, es amplio pero de visualización fácil y amena. En un texto tan difícil como subyugante y rico, la dirección es fundamental para mantener la tensión propia del original asi como el toque personal, que le haga sentirla como propia. El objetivo se cumple ampliamente desde el momento que capta la atención del espectador, que no perderá ni un solo detalle de lo que ha ocurrido. Además, la puesta cuenta con las buenas actuaciones de un elenco que conoce el texto y las marcaciones de memoria, logrando un tratamiento aceitado de una obra por demás difícil.
“Schultzundbielerundsteger” vuelve con una nueva y rica versión, de una pieza muy interesante de Martín Feldman.