Había bastante expectativa para ver la presentación de Mariana Baraj en la Oreja Negra. Con muy buena cantidad de público, la folklorista se hizo presente con una formación de guitarra, bajo y batería, con un formato “eléctrico”. La banda de Mariana estuvo compuesta por Lucio Balduini en guitarra, Martin Lambert en batería y Lucas Bianco en bajo.
A las 22.15, comienza el show con un mix de música del altiplano cruzada con Robert Fripp, que da cuerpo a “Jatun”, un tema del disco “Deslumbre”. Ya, desde el mismo comienzo, se aprecia el deseo de Mariana de forzar los límites del folklore al fusionarlo con otras músicas y sonidos. El riesgo constante, junto con su particular registro vocal, hacen que cada canción tenga una identidad propia y singular como algunos cantos populares y anónimos de Bolivia, tal como lo es el inicio del show.
En esta oportunidad, Mariana se dio el gusto de volver a los escenarios con material de su último álbum, “Churita” y revisitando parte de su obra. Vidalas eléctricas, poesía latinoamericana y un profundo sentir interpretativo son puntos a destacar del show. De esta manera, suena “Nadie” –una vidala-, “La guada” y “Vidalita”, justamente del disco “Churita”. Al respecto, para la grabación de “La guada” en el disco, se contó con la participación de Fernando Ruiz Diaz, de Catupecu Machu, banda de la que formó parte Mariana en sus comienzos.
“Escobita de Pichana” y “Gualicho” suenan en la fuerza de la voz de Mariana y los arreglos en su bajo de seis cuerdas que realizó Lucas Bianco. Tanto Lucio Balduini como Martín Lambert mantuvieron la corrección en todo momento aunque hubiera hecho falta un poco de riesgo en cuanto a sus intervenciones.
Justo en un momento previo a la interpretación de “Pastora”, suena un celular en la sala y Mariana pide de buena manera pero enérgicamente, que lo apaguen. Se agradece el gesto que tuvo aunque sorprendió que nadie del público aplaudiese lo dicho. ¿Acaso está mal que el artista pida respeto mientras desarrolla su arte? ¿O el público es inimputable?
Previo a la interpretación de “Si se acordara”, tema de una recopilación de Leda Valladares, Mariana presenta a alguien que fue fundamental en su carrera y al que –dice-, le dijo, “Sabés? Ahora no me gusta el jazz”, despertando algunas risas complices. Ahí hace su aparición el gran Bernardo Baraj le dio su toque especial a la bella “Si se acordara” y a “Ya viene mi triste noche”, una especie de vidala-blusera que encendió el escenario. Para “Margarita y Azucena”, cuenta con la participación de Miss Bolivia que rapea parte del tema.
Llega el final del show con “Churita” y un ritmo frenético en la voz de Mariana. El bis cuenta con la presencia de los invitados al show, Bernardo Baraj y Miss Bolivia para finalizar a todo trapo con “Maldigo del alto cielo”.
Mariana Baraj dio un show caliente donde dejó bien en claro que lo suyo es la búsqueda de nuevos sonidos asi como darle una vuelta de tuerca a un folklore que estará muy agradecido de las interesantes “lavadas de cara” que le hace la percusionista con respeto y muy buen gusto.