Café Vinilo recibió a dos artistas disímiles y ricos en sus propuestas con sendas presentaciones que dan cuenta de los caminos que han tomado en sus carreras. Dos conciertos interesantes en una semana en la que cualquier expresión musical tendrá circundando el aura que dejó el fallecimiento de Luis Alberto Spinetta.
Tomi Lebrero: El patchwork de un cantautor versatil.
Si hay algo por lo que no se caracteriza Tomi Lebrero, es por hacer siempre lo mismo. Inquieto y buscador constante de nuevos sonidos, recordemos que fue bandoneonista de la Orquesta Fernández Fierro, de Rodolfo Mederos, con quien yiró por Europa y Palo Pandolfo. No obstante, el bandoneonista salta del bandoneón a la guitarra sin mayor prurito brindando un show más que disfrutable justo el mismo día de la muerte del Flaco Spinetta. La banda de Tomi estuvo compuesta por Juan Porzio en contrabajo, Mariano Heler en guitarra, Lucas Argomedo en cello, Carli Aristide en guitarra eléctrica, Javier Perez en percusión y Pat Morita en coros. Con letras provocadoras a la vez que divertidas, pero que no pierden la simpleza en ningún momento, Tomi Lebrero jugará de local con el público que ha colmado Café Vinilo para verlo. Esto ocurre desde el mismo momento que comienza el show, con temas como “Bolivia” o cuando Tomi toma su guitarra y empieza a cantar “Hola, como estan? Vengo al festival de todos”, dando cuenta que su propuesta es inclusiva y que cuenta con una gran variedad de estilos en los cuales navegará con brillo propio.
Justamente, al iniciar un viaje por su amplio universo musical y personal es que la sorpresa es constante frente a las canciones y estilos con los cuales se irá cruzando. “Mamami” es una canción que le dedica a su abuela fallecida el año pasado en la que combina el humor de su letra con la añoranza de la pérdida y una interpretación que la acerca a una vidala. De esa forma, saltará de un instrumental como “Silbando” a una canción dedicada a Pablo Dacal –invitado del día-, basada en las peripecias de la llegada a México.
La cotidianeidad y sencillez de las letras van desde el decir “Quiero hacer huevo en una hamaca paraguaya” hasta una oda urbana descriptiva de la elección sexual de un hermano llamada “Mi hermano, el puto”. Es en esa vorágine interpretativa donde se colarán partes de canciones de Luis Alberto Spinetta, como “Durazno sangrando” o “No te alejes tanto de mi”, a manera de homenaje.
El rock se da la mano con el tango, e invita al folklore, al vals y la bossa nova a formar parte del mundo de un Tomi Lebrero que cuenta con una muy buena presencia escénica. Sus discos dan cuenta de una versatilidad que, por suerte, se está haciendo extensiva en los músicos jóvenes, alejados de las “estrellas” que repiten su propia fórmula hasta el hartazgo, sin ánimos de explorar nuevas músicas.
El ambiente caliente, fomentado por un público fiel y seguidor es lo que permite que Tomi baje del escenario con su guitarra, acompañado de Lucio Mantel para cantar una bella bossa y un estribillo de muy fácil acompañamiento por parte del público, que refleja el sentir de dicha canción: “beleza”.
La interpretación vocal de Lebrero irá in crescendo a medida que pase el show, como si se alimentase del feedback con el público, logrando momentos de comunidad musical como en “Gualeguay” con Mantel y Ezequiel Borra en el escenario, haciendo los coros o “Nudismo”, donde Tomi habla de las bondades de “andar en bolas” por la vida.
Lebrero es un observador que plasma en sus canciones el mix de poder ver lo que ocurre en varios mundos mundos en consonancia con variados estilos. En “Re-loco, re-hippie”, retratará un ámbito bien conocido por todos, donde oscilará entre la parodia y la agudeza de una letra por demás descriptiva.
Tomi Lebrero se presentará durante febrero y marzo en Café Vinilo con la alternancia de tocar solo y con banda. Sea cual fuera el formato con el que se presente, la posibilidad de ver a Tomi Lebrero es una experiencia que vale la pena vivir y disfrutar.
Erica García: La Bestia se reinventa
Medianoche de viernes. Hora pautada para el show de Erica García en esta vuelta por Argentina luego de haber pasado los últimos siete años en Estados Unidos. La idea de Érica es presentar nuevas canciones con algunos –muy pocos- clásicos de su repertorio. La banda que la acompaña está compuesta por Federico Estevez en batería, Alito Spina en bajo y Fabrizio Laborde en teclados, además de ella misma en voz y guitarra. Plantada en el medio del escenario, toda de negro salvo su cabellera platinada, Érica se manda con “Esta es la verdad”, uno de los tantos temas que estará presentando. Los arreglos de las canciones son refinados, con melodías trabajadas, basadas en los aportes fundamentales de Laborde en los teclados y el ritmo metronomicamente natural y versátil de Estevez. “Soy frágil aunque me veas diferente” dice Erica García en un momento del show, mientras canta “Fragil”. Se la ve diferente ahora con su cabellera platinada pero también con una nueva propuesta más basada en la sutileza de canciones bien arregladas más que a la crudeza de otras épocas.
En esta etapa de su carrera, Érica decide retrabajar los pocos clásicos que toca. Tal es el caso de “Positiva” en una versión muy densa y pesada, al estilo de los White Stripes, que no se la termina de reconocer al principio pero que después, se le descubra la real valía de esta nueva versión en la que se omite la frase “¿o todo como el orto?”.
La banda suena ajustada, con una Erica García que se ha expandido a otros estilos que enriquecen a su música. Se puede pasear del rock americano hasta a un sonido de bossa, con escalas en la música negra. Tal es el caso de “Dale”, un tema que, según Erica, “es de los que más nos gusta hacer”. El comienzo cuenta con la voz de Érica, subiendo y bajando, como si fuera un góspel rockero para después entrar en un tema muy potente, de esos que atrapan y te dejan con la boca abierta.
El ya mencionado “Fragil” es un tema que ya viene presentando Érica y es bastante pedido por sus seguidores. De más está decir que formó parte de los temas que presentó, con una versión funky. Más cercano a la bossa, se la escucha con “Parole”, mostrando la versatilidad de su voz para cuando amerite la ocasión.
Por otra parte, tuvo momentos en los que se sentó sola, con su guitarra, tal es el caso de las bellisimas “Yo te todo” y “Es difícil amor”, ambas de su disco “Amorama”.
El show mantuvo una intimidad importante, en la cual el público estaba curioso de escuchar las nuevas canciones de Erica. Uno de esos momentos fue cuando dijo “esta no es una canción mia sino de un muchacho que amamos todos” y se despachó con una sentida versión de “Muchacha, ojos de papel”. La emoción del momento hizo que se le quebrara la voz en un momento lo cual pudo sortear inmediatamente para terminar casi en lágrimas, por la tristeza de la pérdida irreparable.
Erica habló bastante con el público, al cual le agradeció haber “escuchado todo el material nuevo” y mostró esa sonrisa tan característica con la cual se aprecia que está en una nueva senda de su carrera musical.
Actriz (prepara “Mujeres en el aire” de Mariela Asensio), comentarista de fútbol y cantante, Erica García está en una nueva etapa en la cual las puertas siempre estarán abiertas para las personas talentosas y con ganas de abrir nuevos rumbos en vez de quedarse anquilosadas en un pasado melancólico y nostálgico.