Alegato en primera persona
Dramaturgia y dirección: Sol Bonelli. Intérprete: Olave Mendoza. Música: Nacho Sánchez. Asistente de producción: Evangelina Ramos. Fotografía: Sol Bonelli.
El Cultural San Martín. Sarmiento 1551, CABA. Jueves y viernes, 20 hs.
Ver teatro al “aire libre” tiene sus particularidades. Va más allá de la pandemia en sí. Ubica la acción en otro lugar, para bien y para mal. Dependerá, en última instancia de quien sea testigo de la función. Algo así ocurre en el Centro Cultural San Martín donde puede verse, en el hall de entrada por la calle Sarmiento, “La Naty”.
Con una disposición acorde para la presencia de una determinada cantidad de espectadores y la distancia social requerida, el ambiente que brinda el estar debajo del CCSM, es preciso. Más aún en una noche de verano, con una iluminación acorde a ese catre que será el único –y extremadamente relevante- objeto que acompañará a Olave Mendoza en un breve y poderoso “tour de forcé” de no más de veinte minutos.
Mendoza saltará a escena para vomitar una realidad que apesta y, lamentablemente, es por demás común. La historia de una mujer paraguaya que vive en un prostíbulo tras haber sido arrancada de su hogar.
El texto es preciso en tanto la descripción que realiza del mundo de la prostitución, visto desde quien lo sufre. La relación con quienes la tienen prisionera y la explotan sexualmente es atravesada con el guaraní natal que le permite cruzar con su vida con leyendas de su niñez y comparar su propia vida con la que ocurre en la selva. La utilización de estos recursos potencia el derrotero de esta mujer que ni recuerda «su propio nombre», que habita un mar de violencia y vejación constante.
Ese catre ubicado en el centro del hall, se convierte tanto en un escenario como en un ring donde se desarrollan los acontecimientos sin un ápice de dosificación en su dolor. La historia cruda, sin vueltas, en un marco actual que pone sobre tablas -algo que habían hecho #Turba y #Beya Durmiente (https://www.elcaleidoscopiodelucy.com.ar/2019/11/turba-y-beya-durmiente-la-trata-sobre.html)- a la trata y la violencia de género. Todo en plena relación con la misoginia y el machismo que atraviesa a la so(u)ciedad en la que vivimos siendo ambos pilares de la educación que hemos tenido.
Mendoza saltará a escena para vomitar una realidad que apesta y, lamentablemente, es por demás común. La historia de una mujer paraguaya que vive en un prostíbulo tras haber sido arrancada de su hogar.
Ese catre ubicado en el centro del hall, se convierte tanto en un escenario como en un ring donde se desarrollan los acontecimientos sin un ápice de dosificación en su dolor. La historia cruda, sin vueltas, en un marco actual que pone sobre tablas -algo que habían hecho #Turba y #Beya Durmiente (https://www.elcaleidoscopiodelucy.com.ar/2019/11/turba-y-beya-durmiente-la-trata-sobre.html)- a la trata y la violencia de género. Todo en plena relación con la misoginia y el machismo que atraviesa a la so(u)ciedad en la que vivimos siendo ambos pilares de la educación que hemos tenido.
Con presencia escénica y matices justos para un personaje complejo, Olave Mendoza pone a “La Naty” en el centro de la escena en tanto visibiliza por enésima vez a las mujeres explotadas por el mercado de la prostitución.
“La Naty” conmueve con un texto y actuación acordes a un tema que debe ser tomado en serio, de una vez por todas, por la sociedad entera así como el Estado que es responsable que, al día de hoy, se sigan produciendo secuestros y asesinatos de mujeres para su explotación sexual.