Leviatán (Teatro)

 

Los límites son borrosos. Al menos, no tan estructurados y duros como para condicionar la actuación o la manera de llevar adelante una puesta. En ese punto, cuatro artistas se manifiestan al respecto. dando comienzo a “Leviatán”, última producción de la compañía Banfield Teatro Ensamble.
 
Cuatro actores y actrices se reparten el espacio tras un breve diálogo con los presentes, previo al inicio de una experiencia completa y abarcativa. Textos de diversos referentes universales de la cultura y la política van conformando, de a poco, la dramaturgia atrapante. Andrei Tarkovsky, Pier Paolo Pasolini, Tonino Guerra y Henri Michaux son algunos de los que aportaron su pluma para conformar estos sesenta minutos de teatro en estado puro. Las palabras combinan la sensibilidad de la poesía y la crudeza del manifiesto, aunque se pueden intercambiar los calificativos. Más aún si los propios espectadores pueden llevarse el texto que ha visto sobre el escenario.
 
El espacio es absolutamente despejado. El sonido surge tanto de la interpretación de instrumentos musicales como de los propios cuerpos de los actores. La entrada y salida de los momentos de actuación incluye el vestirse y maquillarse en escena, sin que se rompa en absoluto la misma. La honestidad y el ascetismo propio de la puesta se condice con el ojo del espectador que abre su radio de acción para percibir todo. Estímulos por doquier con la consabida creación de sentido. Por tal motivo, no es extraño que la percepción de ese “todo teatral” sea desde la punta del asiento o con los ojos cerrados.