Mariano Moruja: «Me gusta pensar al artista como creador de climas e ideas que se cierran en el otro».

Músico de reconocida trayectoria, debuta en teatro como dramaturgo y director de la contundente y tierna “Ensayo sobre una renuncia”. La cuestión laboral, la relación con los otros y el deseo por un futuro mejor, son algunas de las ventanas que abre Moruja en la puesta. Café de por medio, Moruja habla sobre su obra, su visión de los artistas, su relación con Carlos Ianni y Hugo Midón, entre tantas 
  

-Mariano, contame como y cuando surge “Ensayo para una renuncia”

– La respuesta es rara porque surge pensando en el actor, que es Gerardo Schwartzman. Es algo insólito. Gerardo es un tipo con un gran despliegue en El Bolsón y toda la Patagonia. Es ganador de numerosos premios en las fiestas provinciales. Lo visito todos los veranos y lo veo en uno o dos espectáculos por año. Es porteño pero vive allá. Hicimos juntos el colegio secundario y es licenciado en Agronomia. Como siempre hice música y tuve actividades que necesitan estar en Buenos Aires, cuando puedo, me escapo. Además, tenía mi actividad teatral y me preguntaba cuando iba a escribir para Gerardo. De esto hacia cuatro años que lo pensaba. Gerardo hace, desde hace muchos años, un cuento de Fontanarrossa, que se llama “Medieval times”. Lo hace desde hace mucho tiempo y está genial. El mismo Fontanarrosa lo llamó y no pudo arreglar para ir al Bolsón a verlo pero le contó que un amigo rosarino lo había visto y que era impresionante el espectáculo. Inclusive le había dicho que tenía que ir a Japón a hacer una publicidad por contrato pero después se puso peor. El mismo Gerardo cuenta que un día  lo llamó y le dijo “soy El Negro” y le respondió “¿Qué Negro?”. (risas)

Entonces, entre la imagen de Gerardo haciendo el cuento de Fontanarrosa, mi admiración por el Negro…Recién el año pasado se me ocurrió algo concreto con respecto a “La renuncia”. Ahí ya no puedo explicarte porqué. El tipo es coetáneo y lo pensé en un momento previo a renunciar. Ahí empezaron a caer las tesis del espectáculo como la mención a la psicología gestáltica con la que tengo experiencia. Es un chiste pero siempre desde el homenaje y la ternura. Pasé por la experiencia de hablarle a un almohadón. Cuando lo ves de afuera, no lo puede creer y cuando lo haces, te atraviesa.


-Es muy fuerte la imagen.

– La primera pauta de ternura es que este tipo recibe la pauta de instrucción de hablarle a una almohada, hace bien los deberes. Construye una imagen tan exacta que es ridículamente igual. Ahí me di cuenta que era la idea para pasar al siguiente punto, que son los vínculos del tipo. Lo llaman la madre, la hija y el amigo. A partir de ahí, en cada uno de los vínculos, me salió de exponer, de alguna manera ideología. Cuando habla con el amigo, está la opción de un trato casi machista cuando él es gay pero hay un trato llano, como si estuviesen en un vestuario, charlando. La madre es más caricaturesca y tiene que ver con la edad que atravesamos que hay que bancar a los viejos. En el caso de la hija, de alguna manera, es la evocación de la mujer. En la pieza se toma a la mujer que no está y se toma tiernamente.

Es la primera vez que escribo una pieza de principio a fín. Siempre trabajé con alumnos, desarrollando algo que concibieron otros, de manera más colectiva. En este caso, escribí muy rápidamente. El año pasado tuve un trabajo fuera de Buenos Aires y tenía que estar en un hotel. Al cabo de cada día, era impresionante el material que venía. Era como que bajaba. Siempre con la imagen de Gerardo omnipresente.


-Parece un actor con muchos personajes.

– El trabajo de Gerardo es tan impresionante que hace que la madre con la que dialoga por teléfono esté ahí. ¿Cómo se escribe un diálogo en el que uno de los dos no se va a escuchar sin el recurso de repetir lo que el otro dice? Solo se hace cuando es imprescindible. No lo hace como en los monólogos de, por ejemplo, Tato Bores, en los que se repetía lo que decía del otro lado del teléfono. Traté todo el tiempo que las llamadas necesitasen de un trabajo activo del público. Por eso el espectáculo se pasa volando. Nadie cree que dura 55 minutos. Todo el tiempo el público tiene que completar ya que se maneja con inferencias. Me mataba de risa pensando en que punto se entiende lo que se está diciendo. Inclusive hay cosas medio groseras y escatológicas que no hace falta decirlas…¡porque lo dice el otro!


-Fue bastante jugado lo de la psicóloga y su relación con la Gestalt.

– No tengo miedo de ofender porque adoro ese lenguaje. Fue mi camino de entrada a la psicoterapia. Hay un poco de ridiculización en la psicóloga pero también hay reconocimiento. Lo hice a finales de la década del 80 con Enrique Aduris. Es una terapia adecuada para gente con pensamiento creativo y actoral. La posibilidad de pensar las cosas en distintos roles. No sabía hasta que punto me estaba metiendo en algo previo en mi, que era cierta mirada oriental de las cosas. La trascendencia del si y el no, el blanco y el negro. En la Gestalt está la búsqueda de unión de roles diferentes de uno. Otra cualidad que está en el espectáculo es la valoración de roles negados por uno, que tiene muchas cosas positivas. Por eso, al final, cuando termina el diálogo telefónico, hay una reflexión y una vuelta al principio con un agradecimiento al dispositivo que es, en realidad, a la psicóloga. Es muy emotivo esto para mi. Además, el agradecer nunca está de más.


 -Está en su casa, nadie lo ve, cavilando ese momento de decir “Basta”

– Cómo decir esto, como cambiar de vida. Busca la forma de decírselo al jefe sin lastimarlo porque lo quiere. Hace 35 años que trabaja ahí. El tipo se siente formado ahí. Para mi, es una experiencia real. Todos fuimos promocionados por alguien. Tuve un momento temprano de mi vida que trabajé con Hugo Midon y Carlos Gianni y cada vez que tomo conciencia de eso….¡Mirá donde caí! Después de “La vuelta manzana” y antes de “Vivitos y coleando”. Fui testigo y compañero….Siempre digo que el gol de Maradona a los ingleses en el Mundial 86, lo vimos en la casa de Hugo, Carlos, Hugo y yo. Lo vimos los tres juntos y fue inolvidable. Por eso te digo, agradezco todos los días esto. Compartí muchos años con Carlos y con Hugo trabajé todo lo que pude. Te enseñan hasta cuando te permiten ser testigo de lo que están haciendo.

-Retomo la palabra “ternura”. El texto es fuerte ideológicamente pero tierno.

– Tengo referencias…Mi formación es la de música pero leí mucho de comunicación, psicología. Escuché a mucha gente hablar de lo “no dicho”. He evaluado mucho lo que está presente pero no se dice. Tengo el recuerdo de haber escuchado a Kartún o que hablan de él, acerca de lo “no dicho”. El desafío en lo dramático es como transcender sin que esté la palabra. Lo que no aparece como dogmático, es porque está aludido pero no hay una sola declaración de principios que uno pueda recortar, salvo que se dice muchas veces “gracias”. Pero cuando se cuenta la anécdota, pasan cosas en las que hay que inferir lo que está ocurriendo. Me gusta pensar al artista como un creador de climas e ideas que se cierran en la mente o el corazón del otro. Es el otro el que completa.


-Es apreciable una sensación de deuda de por medio en relación con el jefe.

– Los argumentos para cortar la relación, son tan ridículos….La otra tesis que subyace al espectáculo es que, cuando hablo con otro y me plantea sus tribulaciones, soy más inteligente que cuando hablo de mis propias cosas. Cuando doy un consejo, estoy negando lo que acabo de decir. Al principio es una coincidencia, al segundo es una sospecha, y al tercero, es la personalización. Una “chukysazion” porque cobra vida y lo termina culpando. Justo cuando va a decir algo, suena el teléfono y termina brotado, hablándole como si fuera una persona. Cuando dice “ahora hablo yo” suena el contestador. Pienso que se me dio bien la estructura formal. Es una estructura de “argumento-llamado” y ruptura con el mensaje.

También piensen e imaginen que, desde junio, viajé una semana por mes a ensayar con Gerardo arriba de la montaña. A veces estuvo nevado, después llovió. No era un rato sino todo el día. Ensayábamos seis días y me volvía. El espíritu era abierto y el nivel de detalle, el que quisiéramos. Lo que no está es porqué no se nos ocurrió. El tiempo de maduración fue desde junio hasta diciembre que fue cuando el espectáculo se hizo. Una semana por mes allá, los dos juntos y después separados, conectándonos por Skype.

Otra cosa muy importante para destacar de Gerardo es que es un actor que no necesita que el autor le cambie una coma. No tiene incomodidades. Por eso, le mando algo y lo estudia. Los ensayos nuestros empezaron por el texto sabido, no con una aproximación. Gerardo trabajaba con lo que le había mandado por mail. Avanzó con la compresión del texto y cuando nos juntamos era para ver inflexiones o un trabajo con el texto y el espacio. No se percibe que haya coreografía pero es estricto. Nada es forzado. Pasa todo lo que tiene que pasar. Va, se acerca, va al teléfono, manipula algún objeto… Está todo absolutamente puesto pero con un desarrollo natural. Cuando pensé en dirigir un unipersonal, mi triunfo es que el actor quede maravillosamente bien. Nunca me pongo delante del material.


-Recién decías de los ensayos que hacían en la montaña, ¿no se plasma en la paz y la cadencia que tiene el espectáculo?

– Si, seguramente si…Estoy tentado de meter un tema en la charla…Veo la obra y me doy cuenta que está terminada en mayo del 2015. No sé como lo haría hoy porque el tema del trabajo está enfocado desde otra manera. Estoy hablando con una libertad y una ligereza que no se si me lo permitiría. Igual hay una renuncia interna y un cambio de vida pero dentro de lo ingenuo o naif, no está la cuestión de “renuncias ¿y ahora de que vas a vivir?”. No lo estoy abordando sino el cambio de vida de mirar hacia delante de un cambio de vida con la hija, la nieta. Te diría que si hubiésemos ensayado la obra acá, sería distinto. El trabajo que hicimos con Gerardo fue muy similar al que hace un instrumentista con un instrumento. Hemos tardado una hora para una secuencia de diez segundos hasta estar conformes en la asociación de textos y movimientos.
También desde el planteo hago mención al sur. Digo “No me mandaron a Neuquén o a Comodoro pero lo de Roca no lo soporto”. Son ciudades que tienen que ver con el sur.


-Pero se resignifica en la cabeza del espectador de Buenos Aires que lo piensa como si lo hubiesen mandado a un lugar muy lejos.

-Claro. Está bueno eso…Igual en el texto no lo promocionan porque lo quieren conservar ya que es el baluarte de la empresa.


-Te traen un formulario y tenes que llenar el espacio con tu profesión. ¿Qué pones?

– Se divide en tres. Músico, docente y teatrista. Con respecto a la docencia, lo que uno recibe, se podría hablar un día entero. Relaciones para siempre. Un trabajo maravilloso.


-Si por la puerta del Rojas entrase el Moruja que estaba craneando los esbozos de esta obra, ¿qué le dirías?

– Mirá…lo primero que me viene es lo que me digo todos los días, “Tenete confianza”. En lo que viene, en guardar todo, tener un grabador a mano, disfrutar y agradecer los registros de anécdotas que pude poner acá –muchas de las anécdotas son reales-.


«Ensayo para una renuncia». Centro Cultural Ricardo Rojas. Av Corrientes 2038. Sabados, 22 hs.


Gira “Ensayo para una renuncia”.


Viernes 23: Casa de la Cultura. Concepción del Uruguay, Entre Ríos.

Domingo 25: Espacio GAE, Pergamino.

Viernes 30: La Botica, San José, Entre Ríos.


Domingo 09 de octubre: El Suplicante, General Belgrano, Provincia de Buenos Aires.

Jueves 13 de octubre: La Sub Sede, Rosario.


Domingo 6 de noviembre: Salón Central Municipal, Trevelin, Chubut.

Martes 8 de noviembre: Auditorio Municipal, Esquel, Chubut.

Viernes 11 de noviembre: Centro Cultural Municipal, Rada Tilly, Chubut.

Sábado 12 de noviembre: Sala CEMEPA, Caleta Olivia, Santa Cruz.

Domingo 13 de noviembre: Centro Cultural Municipal, Comodoro Rivadavia, Chubut.

Viernes 18 de noviembre: Cine Teatro Español, Puerto Deseado, Santa Cruz.

Sábado 19 de noviembre: Complejo Cultural Santa Cruz, Río Gallegos, Santa Cruz.

Domingo 20 de noviembre: Centro Cultural Municipal, El Calafate, Santa Cruz.

Viernes 25 de noviembre: Sala El Rayo Verde, Trelew, Chubut.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio