Referente ineludible para periodistas mujeres de deportes, Luciana Rubinska se ha consolidado en su profesión con un mix de conocimiento, simpatía y frescura. Con una carrera universitaria terminada y mucho ascenso sobre las espaldas, su voz es respetada en cualquier ciclo que se precie como tal.
– Luciana, ¿por qué periodista?
– Dice mi tía abuela, que el periodismo lo tenía en los genes desde muy chica. Cuando me preguntaban de chiquita que quería ser «cuando sea grande», yo decía “periodista”. La verdad es que, al terminar la secundaria, quería hacer una carrera universitaria pero Comunicación no me terminaba de convencer. Había materias que no me gustaban y elegí hacer Relaciones del Trabajo. Hice la licenciatura en la UBA y cuando estaba a mitad de carrera…en realidad, cuando terminé quinto año, quería hacer periodismo deportivo.
– ¡Mirá!
– Si, si. Me gustaba mucho el deporte, sobre todo el fútbol. Mi vieja no me quiso pagar la escuela porque decía que era un “curso de corte y confección” y que para eso, tenía que trabajar. Como mis viejos vieron que me iba bien, me solventaron el ingreso a DeporTea, que fue donde estudié. Al principio fue como hobby. Arranqué a estudiar y en segundo año, salió la posibilidad de hacer una pasantía en Olé. Ahí me di cuenta que me gustaba eso. Seguí la otra carrera, la de Relaciones pero sabiendo que había encontrado algo que me apasionaba. Relaciones me gustaba pero no me despertaba la emoción y la pasión del periodismo deportivo.
– ¿Siempre fue periodismo deportivo y fútbol, precisamente?
– El fútbol me gustó siempre. Tengo recuerdos muy claros de épocas donde iba al club Náutico Buchardo, que queda al lado de Defensores de Belgrano. Íbamos con mis amigos y cuando había un partido importante, me quedaba a mirarlo. Miraba bastante fútbol con mi hermano. Mi familia es hincha de Atlanta por lo que también hay algo de los genes que me conducía a esto. En el secundario, me agarró mayor fanatismo. Encontré un poco la orientación -en paralelo con Atlanta- de lo que me gustaba ver el deporte y lo que me generaba el club.
– ¿Te costó insertarte dentro de un ambiente considerado machista?
– Mirá, suelo decir que tuve suerte. No tenía aspiraciones de llegar a determinado medio o trascender en algún aspecto. Lo hice para sacarme las ganas. Al poco tiempo, comencé a cubrir el Ascenso, el lugar donde estaba más cómoda y el que más me gustaba. Dentro del diario, empecé con una contratapa. Estaba allí y me llaman del canal para hacer un casting, algo que tampoco estaba en mis planes. El hecho era que estaba a punto de recibirme en la otra carrera. Así que fui medio de compromiso, ya que se habían tomado la delicadeza de convocarme.
– Imagino las expectativas…
– Estaba muy nerviosa ya que no me filmaron ni para la fiesta de quince…(risas). Pensé que no iba a pasar nada pero a los cuatro meses, me llaman para hacer otra prueba. La hago…Me acuerdo que rendía la última materia de la facultad un lunes y me convocaron en este mismo bar que estamos ahora, ese mismo lunes para hablar de la posibilidad de entrar al canal. Les pedí si podía ser al día siguiente ya que rendía en la universidad. Así fue que el martes estaba acá, a las 9 de la mañana y me dijeron que entraba en “Estudio Futbol”.
– ¿Se te acercan chicas para preguntarte sobre tu carrera?
– Eventualmente si. Estoy en algún lugar y viene alguna chica que le gusta el deporte y te pregunta o dice algo. Es lo más fuerte que me pasa porque te dice que sos como un “referente” para el resto de las mujeres. Eso es bastante fuerte…así como una responsabilidad que me genera mucho orgullo. De todos los caminos que uno puede elegir, opté por el del trabajo, el esfuerzo y la dedicación. Que eso se vea como ejemplo, me parece válido. No lo digo tanto por mi labor sino por el camino.
– Lo que se valora es que laburaste mucho en el Ascenso…
– Si y es lo que más me gusta. Me encantaría volver pero es un espacio más restringido. Ese es mi lugar. Fue un poco por azar. Cuando Atlanta descendió del Nacional B a la Metropolitana en el 99, jugó tanto allí que me terminé familiarizando con esa categoría, que representa bastante lo que es el Ascenso. Hoy el Nacional B está mucho más profesionalizado. A partir de ahí, me generó mucha curiosidad los equipos, los jugadores, los técnicos, las historias de los clubes, los sistemas de juego. Empecé ahí y se dio que también tuve la chance de cubrir el Ascenso bastante tiempo. ¡Lo amo…!
Intermedio: El trafico de Buenos Aires, con cortes y paros, conspira para que hagamos la nota. Nos mensajeamos con Luciana. “Por favor, esperame que estoy atascado en el Obelisco en un taxi”, le pido. Llego media hora tarde al bar de la esquina de Lima y San Juan pero ella entiende la situación y me saluda con una sonrisa. Luciana habla con la misma tranquilidad y pasión que se la ve por la tele y escucha por la radio. Sencilla y agradable, nos enfrascamos en intercambios futboleros que van desde sus jugadores favoritos hasta su amor –con reservas- por Marcelo Bielsa.
– ¿Donde te sentís más cómoda? ¿En radio, tele o gráfica?
– Gráfica, lamentablemente, hace rato que no hago. Me sentía bien. Es más, siempre pensé que esa iba a ser mi meta porque me gusta escribir. Pero bueno, seguí haciendo otras cosas. Cada uno tiene su encanto. No te podría poner uno sobre otro. La radio está bárbara porque no tengo que maquillarme ni cambiarme. Tiene otro tipo de lenguaje y un permiso que la tele no lo tiene. La tele te requiere un nivel de concentración mucho más grande. El manejo de las cámaras y el cuerpo como se mueve. Podes hablar desde distintos lugares. Los tres me gustan y no podría quedarme con uno por sobre el otro.
– ¿Te sorprendió el descenso de River?
-Si. Pensaba que iba a zafar. Fue un simbronazo. También lo fue desde un fútbol más democrático, como representación del juego en si, con chances de ganar un equipo a otro y menos lógica que en otro deporte. Fue un símbolo de la paridad del fútbol argentino. Nada es imposible y mostró que las cosas hay que hacerlas bien porque, sino, en algún momento la vida te golpea y te la devuelve. Para el espectador, fue un impacto que esté en otra categoría.
– ¿Un jugador por el cual pagás por ver?
– ¿Del fútbol argentino…? Difícil. De afuera, Messi, Cristiano Ronaldo….y de acá, por Riquelme, pago. Pasa el tiempo y hay momentos donde me vuelve a despertar la admiración de cuando era chica. En esa época me enloquecía ver a Ortega. También pago por Ortigoza, un tipo con una lucidez, muy consciente de sus limitaciones, que se ha ido superando. También hubiese pagado por Palermo. Verón es otro tipo por el que pago. Me quedé con ganas de ver a Maradona ¡y a Kempes! Un tipo que tiene menos reconocimiento del que realmente merece. Aquellos que lo vieron dicen que era letal y muy querido en cada lugar en el que jugó, siendo figura en todos lados. Kempes es un tipo al que me hubiese gustado ver.
-Si la puerta de este bar, entrase la Luciana Rubinska que estaba a punto de hacer el casting para TyC, ¿qué le dirías?
– Que luche por lo que quiere. Siempre. Que el esfuerzo y la perseverancia te conducen a algo lindo y que sea más paciente en algunos momentos. Con los años, va a alcanzar esa paciencia. Que entienda que no va a cambiar al mundo y que se va a tener que adaptar pero siempre, desde su lugar, va a intentar poner su granito de arena para una mirada distinta.
– Laburaste con menottistas, bielsistas, bianchistas, bilardistas…¿Con que grupo te sentís más identificada?
– Si tuviese que elegir una figura, elijo a Marcelo Bielsa. Cada época tuvo sus aciertos y me despierta admiración pero me identifico con el bielsismo para hacerlo doctrina. No extremo porque los extremos no son buenos pero también tengo una contradicción. Me gusta el fútbol que propone Bielsa porque va al ataque -y el riesgo que implica- y su disciplina pero el otro día, lo escuchaba a Darío Franco (bielsista de la primera ola), técnico de Instituto –club al que veo seguido- y uno dice “es posible jugar mejor”. Franco decía “soy bielsista pero con un poco más de pausa”. Por ese camino me siento más identificada. Tanto vértigo, a veces, me agobia un poco…
– Con un toque…menottista, ¿digamos?
– Si, podríamos decirlo de esa manera.
«Un campeón desparejo». AM 750. Lunes a viernes, 11 hs.
«Indirecto». TyC Sports. Lunes a viernes, 16.30 hs.