El próximo 22 de agosto, se realizará el “Julieta Venegas Íntimo Live Streaming”, con una sola transmisión para todo el mundo. Para tal fín, la reconocida cantautora mexicana realizó una conferencia de prensa para más de cincuenta medios de todo Latinoamerica vía Zoom.
ECDL estuvo presente y no solo preguntó sino que recopila buena parte del encuentro en que la artista reflexiona sobre la pandemia, el feminismo, su reinvención artística, la experiencia teatral de “La enamorada”, Charly García, la autenticidad en la creación, entre tantos temas.
Fotos: Yvonne Venegas
-¿Cómo se ha ido preparando el concierto en relación con otras experiencias que estuviste haciendo como “La enamorada” en teatro?
-Creo que todos estamos aprendiendo en el proceso de hacer esto. Hacer un concierto en casa y lo grabas pero para mi, hacer este show es diferente. Surgió cuando estábamos charlando con mis amigas de Romero & Campbell porque teníamos pensada una gira por Chile. Tuvimos que cancelar la gira y reprogramarla para el año que viene pero ahora podemos hacer esto. No va a ser desde mi casa sino que voy a ir a una sala de conciertos. Va a estar producido, con un sistema aparte ya que no vamos a usar únicamente el internet del lugar en que estemos. Vamos a usar cuatro cámaras y lo haremos desde el lugar donde suele estar el público. La idea es que tengamos un espacio para transmitir y tener contacto con la gente. No es lo mismo que un show pero es lo que podemos hacer ahora.
-Si bien habrá interacción con el público, ¿cómo es la sensación de tocar en vivo y no sentir ese aplauso? ¿Cómo se transita esa experiencia como artista?
-Es raro. Más que nada porque no tenemos el contacto emotivo que se crea en el show. Reacciono y mando energía y hay un intercambio que no tenemos. En ese sentido, lo estamos practicando en todo el mundo. Esa emotividad que percibimos en la vida normal –más allá de la “nueva normalidad”- la tenemos que volcar de otra manera. Al hacer un show así, tengo que imaginar el contacto. Es como crear o encontrar lo que pasa. Es la primera vez que va a ocurrir todo esto. Soy curiosa y todos estamos aprendiendo en todos los aspectos de la vida.
-Contanos los detalles del concierto.
– Abrirá el concierto el dúo chileno Yorka que me encanta. No las conozco personalmente, tampoco lo haré ahora (risas). Ya nos comunicamos, nos tiramos buena onda. El grupo es bueno. La idea siempre fue hacer este concierto con un grupo chileno. Después, no sé qué decirte porque es la primera vez que voy a hacer un show así pero va a estar basado en el “Intimo” que toqué en México en febrero y en España y Uruguay el año pasado. Estoy sola con los instrumentos y así me voy a meter en la casa de la gente. Es toda una experiencia para mi y también para la gente. Hay algo en ese intercambio, a pesar que haya una pantalla, donde espero lograr que se emocionen y sientan algunas cosas. Quiero pensar que, a pesar de no poder vernos, podamos sentir. Hay que ir viendo como se acomodando todo. No pretendo ahora hacer tantos shows. Me encantaría volver al show presencial. Esto no va a ser algo permanente.
-¿Cómo han sido los ensayos para este show?
– Vengo tocando todos los días porque me encanta y lo necesito pero ahora que salió la posibilidad de hacer este show, estoy sacando canciones del baúl o que hace mucho que no toco. Siento que necesito canciones que expresen emotividad. Este show es, para mi, especial en tanto la conexión que se establece con cada quien. Es bonito compartir eso. Hay canciones que si no toco, la gente me grita pero ahora no lo van a poder hacer por streaming (risas). Seguro que “Me voy” va a estar pero también me piden algunas más desconocidas que conectan más con este momento. Tal es como “Todo está aquí” que más reflexiva o “El presente”. Además estoy repasando muchas canciones para estar abierta a lo que me pidan. Vamos sacándola y dándole una repasada. También hay alguna joyita que me encanta de otros artistas como “Adoro” una canción de Armando Manzanero que hice con Bronco. Los ensayos son en mi casa. Tengo el piano, el acordeón, el cuatro y la guitarra que son los instrumentos que voy a tocar en el show. Lo voy variando. Soy pianista por lo que siempre parto de ahí.
-Estuviste componiendo en la cuarentena. ¿Podrá llegar a ser un disco?
-Lo veo como una posibilidad. Recién estoy empezando a hacer demos. En un principio no se me ocurrió que iba a estar escribiendo canciones. Cayó la cuarentena y ví que no tenía ninguna posibilidad de grabarme. Nada más que el teléfono. Pensaba que íbamos a ir a México en abril a presentar “La enamorada” y ahí traerme unos equipos pero no fue así. Acá tenía mi piano, un metrónomo y empezamos. Me puse a escribir. Hacer un verso, una estrofa. Empecé a probar a cosas sin saber de lo que estaba hablando. Siento que tengo canciones que me gustan lo suficiente y están expresando este momento mío. Hay mucha temática sobre las mujeres, tanto la rabia y el enojo así como la felicidad. El “ser mujer”. No soy particularmente combativa. Creo en el feminismo que incluye a los hombres y de platicar con ellos. También es extraño pero está el vivir en cuarentena y el amor. Hay de todo. Quiero tener una cantidad de demos y después ver con quien trabajo, si es con una mujer como productora e ingeniera. Así estoy hablando con amigas al respecto. Quiero probar otras dinámicas.
Más allá de la pandemia
-¿Cómo has vivido esta cuarentena y la celebración de tus próximos 50 años?
-Este 2020 lo he vivido como todo el mundo, tratando de entender. He pasado varias cuarentenas. Dark, filosófica, depre, triste, etc. Fueron varias ya. Además, tengo una hija de diez años por lo que también es la relación con ella al comprender la escuela, etc.
Por otra parte, el llegar a los 50 años me entusiasma. Se me hace muy loco. Para las mujeres, pasar los 50 tiene un significado en este mundo patriarcal en que piensan que ya empezamos a “desaparecer”, ¿no? Entonces es muy lindo ponerme activa, para quitar toda eso. Me encanta mi edad. Es otra etapa de mi vida y me siento muy libre en todo sentido, profesional, afectivo, mi familia, todo. Me gusta la idea de probar cosas y ver qué pasa.
-¿Cual pensas que debería ser la reacción del arte cuando salgamos de esto? Más que nada con artistas que han quedado huérfanos de trabajo y como se los puede cuidar a futuro.
– Hay dudas de cuándo y cómo se puede retomar la actividad por lo que hay que encontrar espacios nuevos. Nos toca encontrar creativamente salidas para seguir haciendo lo que hacemos. Buscar maneras y como no sabemos cuánto tiempo va a durar todo esto –así como el viajar- nos toca seguir inventando.
La cultura debe tener un cuidado como bien esencial. Es una necesidad expresar lo que vivimos de manera creativa, tal que nos encontremos nosotros. Espacios para ver una obra de teatro, llorar, etc. Lo necesitamos y se debe atender con contundencia. Hay que considerar y apoyar a toda la gente que hace teatro y arte.
Por otra parte, también está el miedo. Vamos a necesitar reencontrarnos. Lo peor sería que nos gane el miedo de no querer salir, de no querer estar con gente. Todo esto nos tiene que dejar la experiencia que puede volver a ocurrir. Pero tampoco debemos que encerrarnos. Nos da cierta esperanza el poder entender estos procesos y movernos alrededor de ellos.
– Me pasó que, justamente, en un momento necesitaba ver a la gente, quién iba a mis shows. Cuando vine a vivir a Argentina, no tenía ganas de tocar. Mejor dicho, quería tocar en mi casa. Al empezar a reducir todo, a tocar sola, empecé a sentir la necesidad de volver a lo esencial. Necesitaba encontrar porque necesito cantar. Ese reducir es una manera de ver mis reacciones. Con “La enamorada” que es un monólogo de teatro con canciones me pasó eso. Más allá que es la primera vez que actúo, es una historia muy delicada, ideal para lugares pequeños. El poder encarnar este texto que generó eso. Alguna vez había actuado en una obra de teatro pero nunca en un monólogo. Era estar con ese texto. Siento que ese estar con la gente, sin tanto ruido, era toda una experiencia. No podía distraerme ni nada. Veremos cuando podamos retomar shows pero quiero seguir con cosas chicas. No tengo ganas de pensar en un futuro. De hecho no quiero pensar al respecto.
-¿Que revelaciones te brindó Guillermo Cacace para tu interpretación?
– Siento que me enseñó mucho sobre como estar en el escenario. Es un maestro y se nota en su manera de trabajar. Me fue “llevando” ya que no tenía idea de como iba a ir todo. Tenía la claridad de que el texto me encantaba pero de ahí en mas no sabía nada más. Guille estuvo un montón y aprendí sobre un montón de cosas, más allá del teatro. Me enseñó en tanto que me dijo que actuar no era “construir” un personaje. “No lo construyas. Dejalo que hable a través de ti”. Extrañamos mucho el espacio que creamos con este grupo de trabajo.
Actualidad y coyuntura
-Estuviste en Chile por hacer una gira mientras te presentabas en el Festival Santiago a Mil de teatro…
– El Santiago a Mil estuvo buenísimo. Presentamos “La enamorada” -que solo lo habíamos presentado en Buenos Aires- y fue super lindo. Más con todo lo que estaba pasando en las calles de Chile. Sentía una apertura emocional a todo lo que hacíamos y decíamos. La gente estaba flor de piel, con necesidad de reírse, de expresarse. Fue muy emocionante el estar en ese momento.
-¿Cuál es tu opinión a cómo manejó el presidente Andrés Manuel López Obrador la pandemia en México?
– AMLO lo ha manejado muy mal. Más allá del discurso que pueda tener a nivel personal, -que no cree o que puede con cualquier enfermedad-, ese gesto afecta de manera directa a un montón de personas a cómo manejarse con su vida. Es muy delicado el hecho de quitarle importancia a algo que –claramente- la tiene. Hay que ser muy contundente con que la gente se tiene que proteger. No solo por uno mismo sino por otras personas. En México hay muchas personas sin tapabocas en esta pandemia. Una irresponsabilidad tremenda. Me da mucha angustia ver los números.
-¿Cuál es tu mensaje para las niñas de la nueva generación para las luchas que hay hoy en día?
-Con mi música quiero incendiar el corazón de las mujeres. Hay muchas que en Latinoamericana están un poco dormidas. Si queremos regenerar todo, tenemos que hacerlo desde el principio. Hemos aceptado cosas que no están tan buenas y debemos cambiarlo. Es importante que no repriman la necesidad de expresarse. Estamos en un gran momento para cambiar lo que damos por hecho. Hay un montón de cosas que no han cambiado. Las maternidades, como se quiere vivir la propia vida. Hay un millón de temas que nos toca desarmar, a deconstruir. He leído a Rita Segato, una antropóloga argentina que es maravillosa. Así como hay personajes que son el mal, ella es el bien y hay que leerla. No solo trabajar lo que nos corresponde como mujeres sino verlo como en el panorama amplio. Es una voz que nos puede ayudar un montón. Esta cuestión de que el feminismo es solo para mujeres no es así. Nos toca a todos como sociedad.
-Justo antes de la pandemia, estrenabas tu simple “Mujeres” respecto a la lucha por los derechos de la mujer. ¿Cómo ves al movimiento feminista? ¿Crees que se ha detenido un poco por esta pandemia?
– No creo que se haya detenido el movimiento sino la posibilidad de salir a la calle. Me encanta vivir en Buenos Aires porque las mujeres son muy luchadoras. Hay un compromiso muy fuerte de salir a la calle. Me hizo cambiar el participar y estar en una marcha de mujeres. La canción “Mujeres” tiene que ver con las marchas de mujeres en México. Fue distinta la emoción que sentí. Sé lo que es tener miedo a la noche, la angustia de estar en la calle. Fue muy emocionante verlas marchar y luego ver la reacción de los medios de comunicación que se redujo a ciertos hechos. Desaparecen once mujeres por día y toman en consideración que se rayaron unas estatuas. ¡No pierdan de vista lo central! Es importante centrarse en lo central. Es de una enorme importancia una marcha de mujeres. De ahí vino esa canción. Igual creo que nos falta un montón por avanzar. Los debates que han surgido por el aborto, en Potosí o Veracrúz, no se llega al primer punto porque hay una cerrazón total. Solamente en Oaxaca se ha despenalizado. Nos falta mucho por avanzar.
Como mujer pienso que nos toca enfocarnos en encender los corazones de las mujeres. Como artista necesitaba expresar esa rabia que sentí en esa canción pero también me gusta conectar ese tema con otras mujeres. Es muy importante que no pare. Este sábado voy a participar en un foro “#Desnormaliza La desigualdad de género” para darle seguimiento a los temas que han surgido en las marchas. Voy a hablar con adolescentes sobre todo lo que damos por hecho y empezar a cambiarlo.
Reinvención y reflexión artística
-En tu proceso como artista, venís integrando distintos lenguajes tal como la música, la poesía y ahora el teatro así como géneros y formas de hablar. ¿Cómo se dio la integración de múltiples “hablas”, lenguajes y géneros?
– Siempre fui compositora de canciones. Hace unos tres años, al terminar una gira muy larga, tuve una crisis o algo así. Igual, considero las crisis como un momento de cambio y una necesidad de ver que hay algo que no te hace feliz. Me di cuenta que necesitaba salir de la forma en que estaba mi carrera. Una hiper-profesionalización en todo lo que hacía. Mi manera de bajar fue salir y enfocar en otro aspecto que me encanta que son los textos. Me gusta poder compartir esa parte que soy. No soy escritora sino lectora. Quizás algún día escriba mis memorias o algo así pero me encanta compartir lecturas así como hablar de eso. Fue así que llegué a “La enamorada”. Leí el texto de Santiago Loza y me fascinó. Entonces le escribí a Santi pero no para actuar sino para ver si había trabajado con música y hacer algo juntos. Santi me dio un empujoncito y terminé actuándolo, pero fue desde el texto que llegué. Cuando leo siempre estoy buscando canciones. Las reflexiones que surgen sobre lo que leo tienen que ver con canciones. “¿Cómo lo puedo decir de tal manera?”. Es muy chistoso porque en este tiempo venía muy peleada con el hecho escribir para sacar un disco y salir de gira. Todo ese proceso no me gusta. Hay que buscar otra forma y más ahora.
-¿Estás de acuerdo a la censura o denuncias a clásicos del rock como “Ingrata” de Café Tacuba o “Puto” de Molotov? Lo pregunto porque acabas de presentarte en un concierto contra el racismo en relación con el pueblo mapuche. ¿Qué opinión te merece la generación “centenial” o “de cristal” que rechaza esos temas?
-Es difícil porque lo podes extender a todo lo que hemos leído, escuchado y escrito. Está bueno empezar a reflexionar que a una nueva generación no le parezca simpático que se estén refiriendo de esa manera y las cosas que se dicen. Pero también como reflexión a todos los niveles. Hay cosas que nos van incomodar ahora y antes no lo hacía. No lo digo solo por una canción sino por las relaciones que teníamos, como nos trataban nuestros padres. Por suerte, cambia todo y vamos trabajando sobre eso. Está bueno que Café Tacuba lo haya hecho por su cuenta, como una decisión de la banda. Es volver hacia adentro, ver lo que se ha pensado, escrito y como se expresa. Desarmarnos es volver a preguntarnos las cosas todo el tiempo. Soy muy de la idea que podemos cambiar. Las sociedades pueden cambiar. Las nuevas generaciones nos empujan pero también la gente ya mayor podemos reflexionar al respecto. Justamente estoy leyendo libros sobre las mujeres de Chiapas como “Compañeras” de Hilary Klein y “Mujeres de maíz” de Guiomar Rovira que habla sobre las mujeres indígenas y como el zapatismo cambió sus vidas desde su círculo familiar, el trato que le dan sus maridos y sus hijos. Te dicen “no porque son países machistas” pero todo se puede cambiar asi como generar espacios de reflexión.
-¿Cómo ves la evolución de la mujer dentro de la industria musical?
-Cada vez somos más pero tiene que ver por como se la percibe a la mujer. Estamos cada vez ocupando más lugares y me encantaría ver más mujeres en la producción y la parte técnica. Dentro de las artistas hemos ganado espacio pero siempre se objetiviza si es bonita y eso. Hoy en día, se está más encima el proyecto y todo lo que ella quiere expresar. Que sea aceptada si quiere ser ingeniera de sonido, por ejemplo. No hay que verlas solo de una manera. Somos multidimensionales y debemos ocupar más espacios.
-¿Cómo ves esa línea delgada que separa el término “autenticidad” de seguir haciendo la misma canción a través del tiempo? Al respecto, no hay cierto “conservadurismo” al respecto que se puede extender al público?
-Es una lucha constante, de todo el tiempo. No sabes hasta donde es lo que eres y lo expresas en las canciones que escribes. Obviamente hay temas que los obsesionan y van alrededor de los mismos. Hay que tratar, y lo hago yo como compositora, es que cada experiencia de componer sea un aprendizaje. Sea el sentarme y olvidarme de todo para volver a ver que pasa. Creo que es más complicado en el marco de una banda porque es un grupo de personas que tiene una forma y una dinámica de trabajar. Pero después de un tiempo hay que soltar lo que sabes y arriesgarte que a la gente no le guste. Hacer canciones nuevas tiene el riesgo de que no gusten. Está bueno que gusten algunas canciones que ya hice pero no quiero repetir “Limón y sal” o “Me voy”. No se me antoja para nada y de hecho, me aburre infinitamente. En mis canciones hablo de una manera muy personal siempre. «Yo-Julieta-a-punto-de-cumplir-cincuenta» no es la misma Julieta que compuso “Me voy”. Son diferentes etapas que me gustaría seguir reflejando en las canciones. No sé si llamarlo conservadurismo pero hay una necesidad emocional de la gente de escuchar algo familiar. “Me gustaría que repitas eso que me gustó de vos”. Es muy loco. Me han dicho que les gustaría que hiciera el primer disco. ¡¡Pero es del 97!! No puedo por más que quisiera y tampoco tengo ganas. Prefiero pensar que puedo seguir generando cosas que pierdan a algunos pero encuentre a otras personas. Lo importante es que conecte. Si conecto con una persona y le puedo generar algo, me parece muy bonito.
Vivir en Buenos Aires
-¿Qué te atrajo de Buenos Aires?
-Fueron muchas razones y muy lindas, la verdad. Más que nada a nivel personal. El padre de mi hija regresó a vivir a Argentina y mi pareja es de acá. Entonces, vamos para allá (risas). Igual estaba un poco abrumada por la ciudad de Mexico. Es muy grande. Necesitaba ir a una ciudad más chica. Acá me dicen que esto es una locura pero el DF es peor. Me enamoró mucho de Buenos Aires el vivir la calle. Entre paréntesis, no les duele la cadera? Digo, de tanto estar sentado. Me doy cuenta es que estamos sentados todo el día. Fui al traumatólogo y le está pasando a todo el mundo. Igual, trato de moverme. Todas las mañanas voy a sacar a mis dos perros. No manejo por lo que uso transporte público y camino mucho. Extraño las caras que veía. Hace poco leí un libro de Vivian Gormik, “La mujer singular y la ciudad”. Todo el tiempo habla de lo que hace en Nueva York y me hizo acordar mucho a Buenos Aires. Hay algo en esa manera de ser, de hablar con cualquiera y de opinar de todo…es muy gracioso.
-Tu relación con el rock argentino viene desde tu trabajo con Gustavo Santaolalla.
– Mudarte a vivir aqui es completamente diferente. Es distinto a visitarlo ya que estuve aquí en varias ocasiones. Hoy me gusta Louta, Chita, Wos y sus letras. Es tremendo como letrista. Hay artistas que han sacado su disco y son muy buenos. Perras on the beach o Lucy Patané que es música, productora y todo. La estoy escuchando mucho. Era muy fan de Las Taradas y me estoy reencontrando con ellas por separado. Nathy Peluso aunque no viva acá. Sol Pereyra que está por sacar otro disco y me gusta mucho lo que hace.
-¿Cómo fue entrevistar a Charly García para el documental «Bios» de NatGeo?
-Fue genial. Charly tuvo una gran influencia sobre lo que hago. Cuando empecé a escribir canciones en mi adolescencia, no había muchos referentes que lo hicieran a partir del piano. Charly es único como letrista y sus armonías. Me voló la cabeza. Hice un segundo disco inspirado en él y se lo contaba a todo el mundo. Pero me decían que no se notaba (risas). Cuando me llamaron para el documental, ya sabían eso. Un amigo mío pasó el contacto que estaba acá. Siempre había evitado conocerlo porque me daba cosita. Me habían dicho de ir a verlo atrás pero ¿qué le iba a decir? ¿Una foto? Cuando surgió esta posibilidad dije «Guau, voy a poder hablar con él». La verdad fue hermoso. Además justo estaba peleada con el ir de gira. En otro momento, no lo hubiese podido hacer. Nunca me animé a verme porque siento que soy pésima entrevistadora pero me pareció muy bonito para acompañar esto. La verdad, soy muy fan de Charly.
Sábado 22 de agosto. “Julieta Venegas Íntimo Live Streaming”.
20 hs: Chile y Bolivia
19 hs: Colombia, Perú, Ecuador y México
21 hs: Argentina
02 hs: España.
Venta de entradas en www.julietavenegas.livey https://www.ticketek.com.ar/julieta-venegas/live-streaming