Federico Bardotti busca, experimenta, se arriesga y eso, enriquece. En su nuevo disco “Ahora”, se aprecia la búsqueda constante de un nuevo sonido. Hay mucha mezcla, con un mestizaje bien entendido, que no queda en un híbrido sino que cuenta con una identidad propia. Busca combinar rock, electrónica y folklore. Las canciones están bien grabadas y con un muy buen sonido. Algunos temas tienen una mayor impronta pero la interpretación es buena, aunque sobre todo en lo referente a la electrónica, no termina de tomarle la mano.
El disco comienza con un buen sonido, guitarras bien grabadas, con “Me lo advertiste”, donde el violín juega y se entremezcla con las voces de Bardotti y Cecilia Bernasconi. La impronta folklórica se nota tanto en el tempo como en el ritmo de la canción. Esto se aprecia de mayor manera en canciones como “Anateada Carnavalera” o “Vidala de la copla”, esta última con un sonido rockero que ya había desarrollado Divididos cuando cruzó a Atahualpa Yupanqui con Jimi Hendrix.
El mestizaje desarrollado por Bardotti es de calidad y por sobre todas las cosas, de una identidad propia, lejos de esos pastiches que no pegan ni con cola. Aca, las armonías vocales se trabajan de tal manera que se acomodan a la canción, enriqueciéndola para hacer que ese “todo” sea mucho más interesante que la suma de partes que pueden desembocar en un mayor trabajo de una en detrimento de la otra. Tal es el caso de “Lumbre”, un muy bello tema, de esos que se cantan abrazados, recordando un tiempo pasado y un deseo presente.
La voz de Cecilia Bernasconi brinda un muy buen contrapunto a la voz masculina y líder de Bardotti. “Cómo el viento” es un claro ejemplo de lo mencionado que, por otra parte, tiene un buen solo de guitarra, de esos que levantan un, de por si, muy buen tema. “Si mi zamba” retoma la atmósfera folklórica con la limpieza y claridad de la voz de Bernasconi marcando la diferencia. La electrónica dice presente con el “Carnavalito del duende”, un carnavalito ochentoso en su interpretación pero que, en realidad, pertenece al Cuchi Leguizamón. La versión de Bardotti no solo da cuenta de su imaginación para expandir las fronteras musicales sino de la hermosa concepción del Cuchi en un clásico eterno del folklore argentino. “Chacafunk” hace honor a su título con un intento de entrelazar los ritmos con un buen resultado. Aquí es donde hay que destacarse el respeto a la estructura de la canción porque la búsqueda es constante en tanto la coherencia que se mantiene a través de esa misma búsqueda, amparada en el buen gusto. El violín y la caja conviven con el slide de una guitarra sin ningún tipo de problemas, escudados por los cuidados arreglos de las canciones.
En el instrumental “Malambito” se aprecian las posibilidades musicales de cada canción y hacia los diversos lugares que puede ir cada una de ellas, bebiendo de diferentes aguas. Eso ocurre con “La añoradora”, mezcla de chacarera y blues, con armónica bien al frente.
El final llega con “Chacatronik” que deja bien en claro de que se trata todo esto. Guitarra eléctrica al frente con un aire de chacarera que lleva a la canción hasta que los diversos ritmos se dan la mano en lo que es la idea primordial para un buen músico, el expandir los límites para enriquecer uno o varios géneros.
Con “Ahora”, Federico Bardotti dio a luz a un disco muy interesante para escuchar más de una vez y no cansarse nunca de destacar lo bueno que es que haya músicos que tengan en la búsqueda constante su horizonte de expectativas.