Disco: “Con el alma en vilo” de Myriam Quiñones.


Myriam Quiñones es una de las más reconocidas cantantes peruanas. En este caso, continúa con la gira de presentación de su más reciente disco, llamado “Con el alma en vilo”. Esta nueva producción implica un paso adelante en la carrera de Quiñones. Si bien mantiene su esencia de trovadora, se aprecia una búsqueda por nuevas sonoridades que enriquezcan el suyo propio.

El disco comienza con “Canta”, donde se aprecia que hay un nuevo sonido en Myriam Quiñones pero sin que esto implique un cambio en su impronta personal, como artista. También da cuenta de la utilización de una instrumentación austera pero de excelente gusto en arreglos muy personales, realizados por Quiñones pero siempre manteniendo la esencia de cada canción, enriqueciendo aún más cada una de ellas. “Parao”, de Rubén Blades, es uno de los mejores temas del disco. La percusión brinda el pulso exacto del ritmo de una canción excelente. La versión que realiza del clásico de “Barro tal vez”, de Luis Alberto Spinetta, en ritmo de baguala es otro gran hallazgo. La voz de Quiñones atraviesa la marcación de la percusión para conmover desde un registro claro y grave.

Varias de las canciones del disco fueron realizadas a dúo. Tal es el caso de “Canto versos”, en compañía de Jorge Fandermole, que respeta los arreglos originales pero que calzan a la perfección con el registro de Quiñones. En “El tercer deseo” es el piano el que rige los destinos de la canción y permite la fusión exacta de las voces de Quiñones y Augusto Blanca, quien también recita parte de la letra. Lo mismo ocurre en “Creeme”, donde la voz masculina es la de Vicente Feliú y el ritmo es ameno, agradable. La admiración que siempre le tuvo Quiñones a Silvio Rodriguez, es la que permite la participación del gran cantautor cubano en “El necio”. 

La riqueza de los arreglos se aprecia en la sutileza de los mismos en cada una de las canciones. Justamente, “Con el alma en vilo”, a dúo con Teresa Parodi, tiene una guitarra de fina melodía, que hace los honores de acompañar a dos voces poderosas y sensibles. En “Tonada de luna”, el contrabajo le da un toque jazzero a un tema cuya percusión lo acerca a nuestro continente. Esta combinación, junto con la profundidad de la voz de Quiñones, resulta atrapante. En cambio, en “Si me voy antes que vos”, de Jaime Ross, Quiñones cambia la instrumentación del original para una nueva versión que se asienta en un comienzo más cercano a una baguala y una voz al frente, para dar paso a la guitarra. El tema gana en emoción a medida que pasan los segundos, llegando a ser verdaderamente conmovedor en su interpretación vocal e instrumental. Otra gran canción del álbum.
La claridad y calidez del disco es notoria al ser apreciable la idea de trabajarlo sin artificios, con un aura de naturalidad que es palpable en todos los temas. Para obtener este resultado, fue fundamental la grabación en los estudios ION de Buenos Aires y la mezcla realizada en Lima, Perú, por Alvaro Hurtado.
Miryam Quiñones da cuenta que la búsqueda constante permite un enriquecimiento artístico que no se obtendría al mantenerse porfiadamente en un esquema, en pos de cierta “autenticidad” mal entendida. Disfrutable de principio a fin, “Con el alma en vilo” da cuenta de la madurez que ha adquirido a través del tiempo.

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