En los 80 y 90, fue una de las caras más vistas de las telecomedias y películas argentinas. Hoy es una actriz y cantante completísima. Mientras hace “Beppo” en el Centro Cultural de la Cooperación y se prepara para “Edipo Rey”, Jessica Schultz revisa su pasado, habla de su presente y mira con optimismo el futuro.
– ¿Cómo surge la posibilidad de hacer “Beppo”?
– Fue un poco de casualidad porque me encontré con la directora Cristina Moreira, en la inauguración de un centro cultural en La Boca. Hacía mucho que no nos veíamos. Habíamos estudiado juntas el método Lecoq y después hicimos juntas una obra “Rojo, blanco y negro”, en los 80. Nos reencontramos y me contó que tenía un montón de obras. De todo lo que leí, me encantó “Beppo”. Era muy original en su propuesta del diálogo entre la palabra y el gesto y el contenido que tenía ese vínculo. No solo el desafío de cómo plasmarlo en el escenario sino lo que contenía Beppo, el personaje que no tiene voz.
– Y cómo fue hacer tu personaje, teniendo en cuenta la particularidad que puede hablar y el otro, no?
– Stella, mi personaje tiene la “particularidad” que puede hablar y Beppo, no. La interacción fue lo que más costó porque Stella habla ininterrumpidamente durante toda la obra y establece un diálogo. La obra parte del lenguaje del gesto, de la palabra y del de señas. Esto fue… cuando ella concibió la dramaturgia no estaba planteado. Fue una cosa que se le ocurrió con el trabajo. Dijo “que interesante sería que tuviese lenguaje de señas” que es el lenguaje que utilizan los hipoacusicos para comunicarse. Pero, de alguna manera, en él convergen, metafóricamente todos aquellos que no tienen voz, incluso en las sociedades. Por eso, para mi, la obra es una enorme metáfora con un montón de aspectos y muchos planos de lectura. Desde la historia propiamente dicha hasta lo que la directora se cuestiona y se plantea en relación a temas como el amor, la muerte, el equilibrio entre la materia y el espíritu. Beppo no necesita de las cosas ya que las puede crear con su imaginación y con su cuerpo. Cree en esas cosas que él crea, ya que para él tienen un valor. En cambio, Stella necesita de las cosas materiales para vivir. Tiene el deseo de irse al otro lado porque allí no va a sentir la melancolía de las cosas que no posee en este lado. Beppo vive en este lado, sin ningún conflicto. Cuando ella le dice que la acompañe al “otro lado”, él tiene miedo a lo desconocido. Ella también tiene miedo pero atraviesa ese umbral, de abandonar el mundo que ella conoce, que le tocó y entregarse y dejarse llevar por ese mundo con el que ella sueña. Ella no se siente satisfecha y no vive del aire como le dice a Beppo. “Vos vivís del aire y sos felíz”. Todo va más allá de la historia propiamente dicha, que cuentan los personajes para ser una metáfora sobre los ideales, lo espiritual. Todos se pueden sentir identificados porque habla de los grandes cuestionamientos de la vida. Te digo desde lo más tonto como puede ser que cuando era chica decirle a mi papá “quiero ser pintora” y él me dijo “de eso no vas a poder vivir. Buscate un trabajo de verdad con el que te puedas mantener” o “solo los escritores famosos pueden vivir de eso”. ¿Cuál es la idea imperante en la sociedad que tiene que ver con el consumo y el materialismo? Si no trabajás en una empresa, no trabajas “de verdad” como que el arte es efímero.
– Justo te iba a preguntar por esa idea del pasito a pasito para llegar a la felicidad…
– Ella cree que, del otro lado, va a encontrar la felicidad y que la felicidad está en las cosas. Todo lo que ella sueña y desea poseer. También es un personaje femenino por naturaleza. Cree que él le va a poder proveer todo esto si se busca un trabajo “de verdad”. Esto también está muy en….es como lo establecido. El hombre como proveedor y mujer como la soñadora. Después, ella rompe con eso. Quería tener una casa, una familia, hijos y un ropero lleno de ropa y de zapatos para ella sola. Sueña con tener una vida cómoda, el prototipo de la vida en la sociedad de consumo. La casa, los hijos y que todo esté organizado para que la familia consuma. Entonces, ese modelo, al final, lo rompe. Sueña con recorrer países con una mochila, tener muchas aventuras, y no pensar nada que sea muy duradero como la familia ni nada por el estilo. Quiere la aventura y el disfrute. Cuando va al otro lado, se encuentra con la realidad y quiere volver a recuperar ese espíritu perdido.
– Tiene que ir para volver.
– Si, es cierto, porque sino se queda con un signo de interrogación. Va para volver pero con una experiencia importante. La experimentación y el darse cuenta de donde están los valores.
Intermedio: Villa Crespo es el barrio que tiene a Jessica Schultz entre sus vecinas. Tocamos el timbre de su casa y la mismísima Jessica nos atiende. Nos sentamos en un sillón mientras charlamos con ella, mientras prepara un café. Dalí, su gatito, nos inspecciona con su olfato. Jessica medita cada respuesta para darle un sentido exacto a sus ideas. Los silencios y las palabras se enmarcan en su flequillo rubio y sus ojos claros. Su sonrisa es fresca cuando hablamos de teatro y cuenta que está preparando para julio, una versión de “Edipo Rey”.
– ¿En que momento de tu carrera te agarra este trabajo en particular?
– No lo se exactamente. Solo te puedo decir que, desde hace un tiempo a esta parte, tengo la posibilidad de hacer teatro y elegir lo que más tengo ganas de hacer. Tuve varias propuestas y elegí “Beppo” y la que estoy ensayando ahora que es una versión libre de “Edipo Rey”, a cargo de Héctor Levy Daniel. Entonces esta bueno llegar a un momento en la carrera o en la vida que uno tiene la posibilidad de elegir los trabajos.
– ¿Y la tele?
– Para mi, hoy en día, es una incógnita. Hace mucho que no estoy en la tele. Me gustaría volver hacer tele en algún proyecto lindo, copado, con un personaje que esté bueno. Me encantaría pero bueno, por ahora no se dio.
– ¿La extrañas?
– (Piensa) Para serte sincera, extraño el dinero que gano en la tele. Incluso, me gustaría estar en un proyecto copado, como un unitario. Hay gente que todavía me reconoce por la tele. Esta bueno pero no lo extraño. Hay una realidad. Si estuviera en tele o en un programa exitoso, repercutiría –aunque no se si de manera directa- en el espacio en la prensa y quizás un poco más de público. Tampoco se si esto es necesariamente asi. Es probable que pudiera suceder.
– ¿Cómo ves a la tele en relación a la época en la que vos trabajabas?
– Veo programas que se suceden y son todos iguales. Siempre está la misma gente. Ojo tampoco soy una espectadora de televisión asidua. Un poco también veo menos televisión que antes. Mirá, me encantaría ver…te estoy hablando de la ficción (lo demás no existe)…me encantaría ver productos como “Vientos de agua” con más vuelo, mayor profundidad. No se, quizás la comedieta de la tele me aburrió un poco, con esos personajes tan grotescos. No me entretiene. No me resulta atractivo y son todos iguales.
– Mencionaste “Vientos de agua”, la cual fue muy elogiada por público y crítica pero no tuvo muy buen rating….
-Porque no estuvo bien manejada….Si vos cambiás un programa a cada rato de horario, lo ponés en horarios insólitos o varias mucho los días, llega un momento que cansa…..
– Contame un poquito lo que estas preparando.
-Estoy ensayando la versión libre de Edipo Rey, que escribió Héctor Levy Daniel, que también la va a dirigir. La vamos a estrenar en el teatro Anfitrión, que es el mismo director de “Dinero”, una obra que hice el año pasado, aca en el Patio de Actores. Sería para fin de julio de este año. Viste que la mayoría de los actores tenemos varias obras. Es difícil conjugar ya que los tiempos y los espectáculos, salvo que tengas un éxito, no son muy largos. “Hago esta obra y me quedo tranquilo” o con los teatros oficiales que no te dan la chance de entrar a otro proyecto.
– Si por la puerta de esta casa, entrase la Jessica Schultz que recién empezaba a estudiar teatro, qué le dirías? Algún consejo, alguna recomendación?
– (Piensa). Le diría que confíe un poco más en ella. Cuando empezás a estudiar, estás lleno de dudas, de incertidumbres y de creencias de lo que es el medio y la profesión. Obviamente no queda otra alternativa que ir descubriéndolo a medida que lo vas transitando y adquiriendo experiencia. Cuando empecé a trabajar, el medio no estaba tan desarrollado ni había tantos actores ni tantos espacios. Estaban los programas de ficción y los actores más grosos, como Miguel Angel Solá, Darín, Leonor Benedetto, María Rosa Gallo que, para mi, eran los más grosos. No había tanta gente joven. De hecho, había pocos personajes para la gente de 20 o 21 años. Ahora la ecuación se invirtió. Sentía que tenía todo por aprender. Estaba apurada por estudiar y aprender. Tal vez le diría que tuviera más confianza en si misma y no tanto temor porque estaba bien encaminada. Creo que tuve muy buenos maestros que me siguen aportando lo mismo que en esos momentos que es la actuación, más allá de todos los aspectos comerciales de la televisión que, por otro lado, nunca aprendí.
“Beppo”. Centro Cultural De La Cooperación. Corrientes 1543. Sábado, 20 hs.
Que belleza