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Que el fútbol es pasión de multitudes, no cabe ninguna duda. Desde hace varios años se manifiesta la participación de las mujeres en las canchas, corriendo detrás del esférico, tirando caños y gambetas, pero sin ser tenida en cuenta por la cinematografía. Esto fue hasta “Hoy partido a la 3”, una película deliciosa de principio a fín.
Desde el primer momento, se capta la atención del público por la forma en que se empiezan a dibujarse los «personajes» que conforman el grupo. De esa manera, aparecerán Tami, Heidi, Mila, Cintia, con los diversos tipos de vínculos que se establecen en un equipo. Estarán las más hábiles en el dominio del balón como las voluntariosas que siempre quieren brindar algo más. Todo aquél que haya jugado al fútbol podrá percibir que son situaciones por demás reconocibles, por lo que esbozará una sonrisa cómplice.
Otro tanto ocurre con el auspicio del candidato a intendente Lito Araujo al torneo, en el marco de la campaña por acceder a dicha intendencia. La construcción política de este “auspicio” es elocuente y crítica pero no desde un punto de vista del reclamo sino desde esa mirada que refleja, dejando a la evaluación al espectador que aprehende lo visto.
Clarisa Navas creó en su primer largometraje una rica historia que también alude a la reivindicación de los derechos de la mujer en un deporte –y ambiente- netamente machistas. Los códigos que atraviesan al fútbol son algunos que se retoman en la película, aprehendidos por estas chicas que tienen las mismas ilusiones que cualquiera. El bancar la parada en el club de donde las quieren correr con el tema del horario o el querer jugar para demostrar lo que se vale, son situaciones extensibles a la vida. Lo mismo que el amor que puede surgir en medio de un torneo. Un cruce de miradas, un diálogo y lo demás que pueda pasar, seguirá su curso fuera de los límites del campo de juego.
La participación de los hombres es mínima en este universo aunque es relevante. El técnico es un hombre que también es ese afuera que mira, hostil y burlón ante lo que acontece en el campo de juego. Es quien detenta el poder en la toma de decisiones en la conformación del equipo y quien valida lo que se realiza. Una visión por demás ilustrativa y absolutamente real.