Yo te vi en un tren
Con Sol Ajuria, Guillermina Calicchio, Andrea Mango, Ana Padilla y Claudio Pazos. Vestuario: Lali Lastra. Música original: Rony Keselman. Equipo técnico: Héctor Presa y Claudio Provenzano. Fotografía: Malala Fontan. Diseño gráfico: Fernanda Presa. Asistencia técnica: Lisa Benevet, Luis Maria Bruvera, Victoria Salama y Martín Sampallo. Asistencia de dirección: Sol Marin. Coreografía: Mecha Fernández. Puesta en escena y Dirección: Héctor Presa.
Teatro Larreta. Cuba 2150. Jueves a sábado, 21 hs; domingos, 20 hs.
¿Quién dijo que en un tren no se pueden tejer historias de amor? Si, aunque parezca difícil. En “Amor sin barreras, lo conocí en el Roca”, la acción se ambienta en el tren que parte de Constitución con destino al sur del Gran Buenos Aires. Allí, cuatro mujeres se enamoran de un mismo hombre el cual adoptó personalidades diversas para poder conquistarlas. El destino hará que se crucen un día las cuatro por un imponderable en la salida de los trenes.
La música y el humor se hacen presente con un texto sencillo, con canciones que le dan dinamismo a la puesta al tiempo que cuentan con los arreglos pertinentes para los actores, que no desentonan en absoluto en la interpretación de los temas. Lo mismo para las coreografías que se realizan. El espacio se divide en tres lugares, el tren propiamente dicho en el centro de la escena y en los márgenes se ubicará la casa de Luis y el bar donde se encuentran las cuatro chicas para cotejar datos respecto a su respectivo “novio”.
Si bien la historia es simple, es por demás ágil y entretenida, sosteniéndose en un cuarteto de buenas actrices las cuales dan vida a mujeres fácilmente reconocibles, las cuales, por variados motivos, no han encontrado al hombre de su vida. Habrá una estudiante de Psicología, una modelo, una secretaria de un buffet de abogados y una bibliotecaria de severas costumbres que trabaja en la Biblioteca de la Universidad Católica..
El objeto del deseo es el excelente Claudio Pazos. Su probada capacidad le permite componer a cuatro personajes diferentes a partir de la utilización de un vestuario exacto para la ocasión. La forma en que Pazos da vida a los distintos “Luis” que enamora a las chicas es para el recuerdo. Histriónico, simpático y entrador, Luis hará que sus palabras sean las justas y adecuadas a los oídos de las cuatro féminas en cuestión. Allí es donde también se plantean algunas cuestiones referidas a cierto discurso machista con el que todos los hombres nos hemos criado en mayor o menor medida (lo bueno es romper con el mismo una vez que uno crece). Igualmente, la puesta divierte tomando este estereotipo para llevarlo a un lugar donde la risa y la resignificación de su discurso permite el desarrollo de la misma sin caer en solemnidades.
“Amor sin barreras, lo conocí en el Roca” es de esas puestas ideales para disfrutar una noche de verano, con una brisa como compañía exacta para la risa y la alegría que se brinda desde el escenario.