Que era el Stone callado, que no se movía en el escenario. Que después de volver con sus viejos compinches al ruedo, a finales de los 80, con el disco “Steel Wheels”, hizo una gira y dijo “basta”. Que se casó con una chica que podría ser su nieta y su hijo tuvo un amorío con la madre de esta.
Si, todo eso es Bill Wyman pero también es un músico trabajador, de los que ya no quedan muchos y que, por sobre todas las cosas, disfruta de hacer música. Incluso, por más que el proyecto lleve su nombre (Bill Wyman’s Rhythm Kings), se corre del lugar de liderazgo vocal para brindárselo a integrantes de su banda que cuentan con mayores recursos en la voz.
Allá por febrero de 1999, Wyman sacó el segundo disco de los Rhythm Kings con el nombre de “Anyway the wind blows”. Una colección de rock y blues del bueno, con una banda excelente e invitados de calibre y diversa participación. Igualmente, la banda es más conocida por sus presentaciones en vivo por Europa y Estados Unidos como una especie de conglomerado de grandes músicos que encuentran, en la Rhythm Kings, una excusa para tocar y divertirse.
En el caso del disco que nos compete, podemos decir que es disfrutable de principio a fin. Se lo nota fresco y descontracturado, en la realización de un repertorio en el cual un error se paga caro. El disco abre con el tema que da nombre a la placa. La canción, original de J.J.Cale, cuenta con la participación de Peter Frampton en el solo de guitarra y Georgie Fame en voces y órgano quien también aportará su voz para “Walking one and only”, “Days like this” y “Gee, baby ain’t I good to you”. En “Walking one and only”, se viaja a través del tiempo pero ojo, esto no implica que suene a viejo sino que ubica a canciones de otra época en la actualidad pero sin resignar un ápice la esencia con la que surgió.
Otra de las voces invitadas será la de Paul Carrack, que cantará “Too late”, un tema rápido que levanta la temperatura del disco, con un blues a la vieja usanza donde la armónica, a cargo del gran Jerry Portnoy, marca el ritmo de la canción.
Con “Spooky” se aprecia el buen trabajo que tendrán las canciones. La sección de vientos es excepcional. La voz de Beverley Skeete es exacta y será uno de los puntos más destacados del disco, iluminando cada canción con sus intervenciones que son muchas ya que es la voz líder en ocho de los catorce temas del disco. El blues es lo suyo y lo demuestra en varias de las canciones más destacadas del disco. En “Mojo boogie”, le aporta el toque exacto a un tema donde el swing es fundamental mientras que en “Every sixty seconds”, su voz es clara y con dosis precisa de emotividad al tiempo que el slide de Chris Rea es otro punto a destacar. Un piano elocuente en su sonido da comienzo a “Sing my bell” donde los vientos serán los que lleven adelante el tema adelante junto con las teclas de Dave Hartley.
A la mitad del disco, es menester resaltar el buen momento que ha propuesto Bill Wyman. No solo por la muy buena selección de temas sino por el nivel interpretativo de los músicos convocados para tal fin. Inclusive, él mismo aporta su toque en temas como “He’s a real gone guy” donde su bajo sostiene la estructura sonora de la canción.
“A true romance” vuelve a traer al piano de Hartley y la voz de Skeete, mientras que el solo de Mick Taylor da cuenta que el ex Stone no ha perdido la calidad que le era reconocida en los tiempos en que tocaba con la mítica banda.
“Days like this” y “Gee, baby ain’t I good to you” traen algunas sorpresas. El primero es un blues de esos para bailar bien apretados y que no tiene solo de guitarra. El órgano de Fame lleva adelante la melodía intercalándose con el piano de Hartley. En cambio, en el segundo, quien hace acto de presencia es Eric Clapton que aporta el solo de guitarra en su característico estilo para un blues donde la voz excesivamente limpia de Fame, conspira un poco contra el tema en si.
Para los últimos tres temas del disco, Beverley Skeete se hace presente en dos temas. Uno es “When Hollywood gets black and tan”, con ritmo de jazz donde el piano de Hartley y la guitarra de Martin Taylor son pilares fundamentales de la canción asi como el coro de Melanie Redmond, Keely Smith y Sonia Jones. En cambio, en “Crazy, he calls me”, se gira hacia el blues nuevamente. Para el cierre, “Struttin’ our stuff”. Aquí, la voz líder se encuentra a cargo de Mike Sanchez para un blues más rápido donde casi todos los músicos que intervienen, tendrán su momento de lucimiento. Será este tema el que dará por terminado este segundo disco de Bill Wyman & The Rhythm Kings.
“Anyway the wind blows” es un disco fresco, ameno, realizado con la seriedad de quien quiere hacer un buen disco pero con la impronta de la diversión y la camaradería atravesando cada una de las canciones.
Aqui la lista de temas y sus invitados, así como su duración.
1- Any Way The Wind Blows (con Peter Frampton) 3:27
2- Spooky (con Gary Brooker) 3.37
3- Walking One And Only 3:30
4- Mojo Boogie 3:39
5- Too Late (con Andy Fairweather, Jerry Portnoy y Paul Carrack). 2:58
6- Every Sixty Seconds (con Chris Rea) 3:08
7- Ring My Bell. 2:54
8- Days Like This. 2:52
9- Real Gone. 3:21
10- True Romance (con Mick Taylor)3:04
11- Gee Baby (con Eric Clapton) 4:04
12- Black And Tan 3:09
13- Crazy He Calls Me (con Bobby Keys) 4:17
14- Struttin’ Our Stuff (con Mike Sanchez) 4:34
3- Walking One And Only 3:30
4- Mojo Boogie 3:39
5- Too Late (con Andy Fairweather, Jerry Portnoy y Paul Carrack). 2:58
6- Every Sixty Seconds (con Chris Rea) 3:08
7- Ring My Bell. 2:54
8- Days Like This. 2:52
9- Real Gone. 3:21
10- True Romance (con Mick Taylor)3:04
11- Gee Baby (con Eric Clapton) 4:04
12- Black And Tan 3:09
13- Crazy He Calls Me (con Bobby Keys) 4:17
14- Struttin’ Our Stuff (con Mike Sanchez) 4:34