La balada de los caminos paralelos
Dramaturgia: Mario Diament. Con Luis Agustoni, Noemí Frenkel, Inés Palombo, Aldo Pastur y Adriana Salonia. Escenografía: La Menesunda. Iluminación: Marcelo Cuervo. Música: Sergio Vainikoff. Asistente de dirección: Gloria Arscott. Fotografía: Rodrigo de la Fuente. Diseño gráfico: Pedro Flores Maldonado. Producción general: Martin Garcia y Georgina Rey. Dirección: Luis Agustoni
El Tinglado Teatro. Mario Bravo 948. Viernes, 20.30 hs; sábado, 22.30 hs.
La Plaza San Martín tiene un banco que recibe a un anciano no vidente, que es escritor. Su deseo de comunicarse le permite establecer contacto con algunos de los ocasionales transeúntes que caminan por allí. Con algunos de ellos tendrá un diálogo donde las confesiones estarán a la orden del día pero con un intercambio en el que se cruzan historias de deseos pendientes.
A partir de un personaje que será un guiño a la figura de Jorge Luis Borges, Mario Diament creó a un protagonista exacto, sobre el cual girará toda la obra, ya sea por presencia o ausencia. Será éste (“el escritor”) quien recibirá la información de todos aquellos con los que hable que, a su vez, estarán relacionados entre si. Un ejecutivo casado con una psicóloga y una joven de fuerte carácter que vive con su madre más conservadora.
Pero, más allá de estas historias, también estará dando vueltas la idea de los “mundos paralelos”, donde habría varios universos o realidades relativamente independientes, que se mueven de manera paralela pero que, en diferentes estados, lo que tiene que ocurrir, va a ocurrir.
El texto es muy rico y contiene múltiples interpretaciones que van más allá de lo antedicho. Se ubican en las relaciones humanas y cotidianas donde la pasión y el deber ser mantienen una distancia importante y cualquier quiebre, hará volar por los aires la “tranquilidad” tan mentada. Pero, ¿a costa de que hay “paz y tranquilidad”? El sacrificio (¿la inmolación?) de los individuos, el deseo personal, el egoísmo y la manipulación del otro juegan una partida de ajedrez donde la táctica es más poderosa con la estrategia.
Con un elenco exacto a lo que requiere cada personaje, la puesta es atrapante en tanto la curiosidad por el devenir de los acontecimientos. Quizás, con algunos minutos menos, llegaría a un nivel mayor de excelencia.
“Cita a ciegas” es de esas puestas que te dejan pensando por un buen rato y si fuiste con alguien, vas a querer hablar sobre ella, aunque los puntos de vista sean diferentes.