Dime que me quieres
Texto y dirección: Guillermo Arengo. Con Guillermo Aragones, Hernán Melazzi y Rocío Peralta. Diseño de vestuario: Jimena Bordes. Diseño de escenografía: Luciana Quartaruolo. Música: Adela Arengo Vallina. Diseño De Iluminación: Ricardo Sica. Diseño 3d: Martín Medina Antonini. Fotografía: Jimena Bordes. Diseño gráfico: Jorge Sordetti. Asistencia de escenario: Martín Zabala Monzon. Asistencia de dirección: Eloisa Walter. Producción: Clara Izaguirre.
Espacio Callejón. Humahuaca 3759. Miércoles, 20.30 h

Por Cecilia Inés Villarreal
En la parábola del «hijo pródigo» -de acuerdo al relato bíblico-, Lucas cuenta la vuelta del menor de la familia al seno materno. Éste había pecado y malgastado su vida en vicios. Esta enseñanza habla del perdón y la reconciliación. En términos laicos, un regreso al orden y al statu quo.
En el caso que nos compete, Beto (Hernán Melazzi) regresa a la casa paterna pero no se condice con el de la tradición cristiana. El padre- Guillermo Aragones- vive en una cápsula independiente y narcisista. La vuelta -¿triunfal?- del hijo implica reconectarse con sus raíces paternas, tras haber vivido en las sierras cordobesas. Durante ese lapso, se dedicó a la escritura y vino cargado de historias.
La dramaturgia a cargo de Guillermo Arengo es precisa en cuanto al desarrollo de los personajes y su devenir. Los perfiles opuestos de padre e hijo son muy claros, como también sus intenciones. La iluminación de tintes cinematográficos de Ricardo Sica complementa y realza los climas para que los actores se luzcan. Un tercer personaje enigmático-Rocío Peralta- entra en escena y sintetiza en esta dialéctica a la acción.
Desde cierto lugar, se podría realizar un paralelismo con “La Shikse” de Sebastián Kirzner, donde el deseo apremiante de ser querido, conmueve. Se cae de maduro -en este caso- que un padre debe querer a su hijo, ya sea como un mandato familiar o, una cuestión de sentido común. Pero, ¿se puede hacerlo con el tiempo pasado y existencias tan disímiles?
“El cuento de Beto” evoca al Saturno de Goya. Traza las relaciones asimétricas de poder que se dan en el entorno familiar. El dispositivo de poder del que hablaba Althusser tiene normas y estructuras fijas, de las cuales su transgresión implica un castigo social.