“El David marrón” (Teatro)

Amor, identidad y respeto

Dramaturgia y actuación: David Gudiño. Dirección: Laura Fernández. Asistencia de dirección: Gabino Torlaschi. Escenografía: Norberto Laino. Realización escenográfica: Walter Lamas, Maite Corona. Vestuario: Rodrigo González Garillo. Iluminación: Matías Sendón. Fotografía: Alejandra López. Diseño gráfico: Martín Gorricho. Estilismo: Lima de Souza. Dirección: Laura Fernández. Duración: 65 minutos

Viernes 7, 14, 21 y 28 de Junio. Dumont 4040 (Santos Dumont 4040-CABA). A las 21.30 h.  

Allá lejos y hace tiempo, los primeros versos de un clásico del rock argentino comenzaba con “Encontrarte en algún lugar/Aunque sea muy tarde/Tantos odios para curar/Tanto amor descartable”. Algo de lo indicado por la letra de Federico Moura, hay en la historia de David, un joven que se enamora de Juan. El lugar del flechazo, un museo. Todo, bajo la inquisidora mirada del “David” de Miguel Ángel, como rector de lo que podría considerarse “bello” en el mundo masculino.

Con los elementos y situaciones señaladas, David Gudiño concibió un unipersonal que gira sobre una historia de amor, riquísima en sus planteos. Toma al más noble sentimiento que puede vincular a dos seres para desarrollar varios aspectos de la sociedad en la que vivimos. David ama a Juan pero necesita verbalizar ese amor. Lo que sería una confesión frente a lo vivido, toma el sendero de la catarsis. Es la condición de género el primer punto sobre el que gira el texto. De a poco, sin embargo, será la identidad marrón la que se mete en el medio.

La pluma de Gudiño muestra y pregunta, sugiere y también inquiere. Los hechos juegan con la ironía que las rodea. El ojo de la mayoría blanca, católica y hegemónica mira con desconfianza y desdén a quienes no responden a sus designios. “¿Marrón y puto?” se preguntaba en una entrevista que le habíamos realizado en este sitio. Un atisbo de respuesta atraviesa la puesta que no será (¡por suerte!) la deseada. Pone el dedo en llaga en los imaginarios culturales y crianzas varias de los/as presentes que tienen (¡deberían!) reflexionar. Ahí es cuando el racismo hace acto de presencia en un público que busca hacer una gambeta corta a los planteos que salen del escenario.

El contexto del museo y del “David” como modelo a seguir, juga también su partida. Es la espada de Damocles cuyos divulgadores muta en los medios de comunicación, el “sentido común” y las crianzas que realizan las familias en sus hijos, como buen Aparato Ideológico del Estado, formador del individuo. Al respecto, el texto será dolor y visibilización de la discriminación y el racismo pero ojo, no es solo denuncia. También la posibilidad de optar por el amor y la reivindicación identitaria. Desde este lugar, se saluda, felicita y apoya este tipo de posicionamientos. La lucha por sus derechos tanto como la defensa de la identidad son dos aspectos que no se encuentran muy boga hoy en día. Los “Tío Tom” pululan por las minorías sometiéndolas –desde adentro- a pasteurizaciones varias, en pos de una “aceptación” basada en la sumisión. A todo esto, Gudiño responde con teatro y contenido.   

La puesta es tan despojada como elocuente. Serán la cabeza de David asi como sus genitales, los elementos más “visibles” de la puesta, con todo lo que implica esta palabra. La escenografía de Norberto Laino es precisa y reveladora, casi una marca de fábrica. La dirección de Laura Fernández  privilegia la armonía del desarrollo de las acciones que permite su recepción completa. Dependerá del público hacerse cargo de lo expresado por el «in yer face» que sale del hecho teatral. O caer directamente en el abismo de su propia hipocresía. La actuación de Gudiño es sentida y no comete ningún exceso interpretativo.

Divertida y corrosiva, “El David marrón” es de esas puestas que sacan a la palestra esa basura que las sociedades autopercibidas «inclusivas» meten debajo de la alfombra, tal como la discriminación y el racismo. Todo, en el marco de una coyuntura liberotaria que potencia el retroceso y el conservadurismo más desquiciado de los últimos años.

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