Un reality sobre tablas
De Philippe Minyana. Traducción: Alicia Migdal. Con Malena Solda, Verónica Pelaccini, María Laura Santos y Alfredo Staffolani. Iluminación: Matías Sendón y Ricardo Sica. Diseño de vestuario: Pablo Ramírez. Diseño de escenografía: Alicia Leloutre. Video y Sonido: Ian Kornfeld. Asistencia de dirección: Carolina Balbi. Dirección: Gonzalo Martínez.
Ciudad Cultural Konex. Sarmiento 3131. Viernes y Sábado, 20.30 hs; domingos, 19.30 hs.
Luz, cámara y palabras en un teatro. Con la multimedia en primer plano junto con una escenografía lumínicamente fría, tres mujeres (Angela, Jacqueline y Bárbara) hablan de sus experiencias personales en un reality show conducido por un presentador con un exceso de ritmo y volumen en su voz. Justamente, el presentador es quien pone las reglas en cuanto tiempo y espacio para que estas las chicas cuenten sus vicisitudes. Las historias tienden a mostrar las pequeñas vidas de mujeres de los años 50 pero con una impronta del siglo XXI. Los relatos son interesantes y más aún la forma en que las actrices han desarrollado los mismos, con momentos para destacar en los mismos. Verónica Pelaccini con mucha presencia y naturalidad en sus intervenciones, Malena Solda y una sapiencia que la lleva a cantar con buen gusto y María Laura Santos, con el cuerpo en las palabras. No obstante, la intervención del presentador no termina de ser muy feliz en algunos momentos, a menos que sea esa la intención de la presencia de aquél. Esto da como consecuencia a una banalización de las situaciones enmarcadas en un lugar lleno de pantallas y luces tan propias de los últimos años de “televisión basura” y “realitys” voyeuristas que son capaces de vaciar de contenido, las historias más sensibles que se puedan escuchar. La obra empieza a todo color, con cámaras, luces y televisores para la presentación de lo que -parecería ser- una gala de eliminación. El ritmo veloz y acelerado que propone la obra a través del presentador logra ese objetivo y más aún cuando la puesta tiene un giro de 360° que deja un sabor a poco.
La creación de sentido a partir de las palabras logra el mismo efecto de vacío y lejanía que lo que ocurre hoy en día con muchos programas de la televisión pero aqui es donde hay que ver la traspolación de un texto de otro tiempo y otra lengua a nuestros días, a través de la traducción del mismos y los efectos obtenidos.
“Inventarios” es una puesta difícil, con buenas actuaciones y parlamentos pero fría, lo cual deja ciertos interrogantes.