La casa de Bernarda Alba (Teatro)

Mi cuerpo será de quien yo quiera

Elenco. Cantaores: Baldomero Cádiz (Principal), Sol Roldán, Gabriel Espósito (Voz y actuación) y Mari Cruz Utrera (voz y actuación). Músicos: Esteban Gonda (Guitarra), Diego Bermúdez (Guitarra), Daniel López (Bajo) Fernando Santodomingo (Batería y percusión), Silvia Martinez (Violín) y Hernán Malagoli (Piano). Bailaores: Gastón Stazzone (Bailaor Principal), Yamil Rabaj, Emiliano Luna, Carlos Canda y Emanuel Hernández. Bailaoras: Jorgelina Amendolara (Bailaora Principal), Luján Obrón, Marysol Calvo, Jessica Rosillo, Macarena Montes de Oca, Lucero Berman, Sofía Odiard, Cyntia Campano, Noelia Piccione, Dalma Barrionuevo y Zanubia Jatib. Bailarines de tango: Matías Torres y Giselle. Diseño de Vestuario: Mario Pera Ochoa. Iluminación: Paco Urdiales. Música Original: Gabriel Espósito. Dirección de Producción: Ricardo Gallo. Producción: Julio Gallo.  Libro, Diseño Coreográfico Integral y Dirección General: Jorge Mazzini.

“La casa de Bernarda Alba” en Fiesta Flamenca. 9 de agosto, 13 y 27 de setiembre. Teatro Astral. Av Corrientes 1639. A las 20.30 h.

Por Cecilia Inés Villarreal

El duende de Federico García Lorca flotaba en el aire del Teatro Astral, donde la Compañía Flamenca de Arte Español presenta el Ciclo de Flamenco con tres títulos: «Fiesta Flamenca», «Flamenco, Lorca y Pasión» y «La casa de Bernarda Alba».

La versión flamenca de la última pieza planteaba un enigma sobre la forma en que este clásico se podía representar a nivel musical. Recordemos que el flamenco nació en el siglo XVIII y su intensidad radica en el afortunado encuentro de las culturas cristiana, judía, árabe, afroamericana y gitano-andaluza.

«La casa de Bernarda Alba» realza su potencia en esta puesta. Los pies, las manos y el cuerpo en sí hablan lo que la boca no puede articular. La danza como diálogo es un enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Expresa lo indecible, lo prohibido y lo reprimido. El luto riguroso impuesto por los usos y costumbres de la época -y también dictaminados por Bernarda-, hacen que la casa se transforme en una cárcel, donde la humillación y las voces acalladas están a la orden del día.

La presencia escénica en cada uno de los cuadros permite el lucimiento de los personaje. Las bailaoras conforman un grupo excepcional con Jorgelina Amendolara a la cabeza mientras que Mari Cruz Utrera se destaca por su trayectoria. La iluminación, las pausas y los silencios son exactos. El taconeo y las palmas operan como un vehículo de comunicación. Cada recurso es polisémico, la tela es velo, agua, femineidad, costura y bordado, despliegue y caparazón. La modestia, la religión y el permanecer en el hogar forman parte de una misma ecuación y eso no admite controversia.

El sonido funciona como manera de exorcizar los demonios, de espantar ese silencio de muerte lenta. Dueño de una voz poderosa e intensa, el cantaor Baldomero Cádiz inunda el espacio con su cante jondo y su garganta vibrando pena y belleza, amén de los músicos en escena, Esteban Gonda y Diego Bermúdez (guitarras), Daniel López (bajo) y Silvia Martínez (violín) que brindan la atmósfera. El color y el dolor se visten de un negro luctuoso. «Los amantes» del pintor belga de René Magritte se resignifica aquí, porque el velo tapa y aísla.

El uso de las manos en las labores femeninas es una constante. Tita, de la novela Como agua para chocolate, se libera de las cadenas maternas y empieza a mover las manos en el aire como si hilvanara puntos en el espacio, como si esa acción simbolizara las potencialidades de que nada es imposible, que está en nosotros accionar para trazar nuestras trayectorias. En esta caso, las manos de las bailaoras son dramáticas, etéreas y plenas de libertad; conmueven y acompañan al cuerpo dotándolo de pasión.

Con libro, diseño coreográfico integral y dirección general de Jorge Mazzini, el escenario se convirtió en un tablao, en un rincón de España, que al culminar la obra, hay una yapa del cancionero gitano, con cante, baile y diferentes palos.

Apasionante y emotiva, «La casa de Bernarda Alba» versión flamenca, es un deleite completo. Un cóctel de emociones con las dosis adecuadas de dramatismo y alegría. 

1 comentario en “La casa de Bernarda Alba (Teatro)”

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