Música y palabras
Intérpretes: Natalia Olabe. Músico: Javier Cano. Diseño de luces: Fernanda Balcells. Asistencia de dirección: Gisela Canale. Dirección: Javier Rodríguez.
La Lunares. Humahuaca 4027. Sábado, 21 hs
Un living vacio, con una iluminación tenue. Un hombre con guitarra en mano al tiempo que una mujer se aproxima. Podría definirse como un espectáculo teatral con canciones interpretadas por los Arbolitos locos, nombre del combo integrado por Natalia Olabe y Javier Cano.
Historias de amores y desencuentros, donde las emociones se sienten a flor de piel a través de interpretaciones exactas y sentidas. Las palabras y la música se combinan en un escenario teatral para crear ese tipo de climas en los que el viaje al centro del corazón se realiza sin ningún tipo de escalas. El espacio es exacto, con una iluminación que crea una intimidad cómplice, no invasiva de las sensaciones que atraviesan el aire.
La puesta invita a emprender una travesía por diversas canciones con arreglos que les permite ser interpretadas en guitarra pero sin perder la esencia de las versiones originales.
De esta manera, podrán convivir el clásico de Daniel Melero, popularizado por Soda Stereo, “Trátame suavemente” con el pop ochentoso de los australianos Men at Work con “Overkill”, intercalándose con “T’es beau” de Pauline Croze.
Igualmente, el repertorio se basa en canciones cercanas a la impronta latinoamericana. Tal es el caso de “Canto de ordeño”, el huayno de “Ojos azules” o “Estranha forma de vida” de Amalia Rodrigues. Aquí es donde brillan dos gemas como “La culpable” de Aterciopelados o la versión de “1964”, el poema de Jorge Luis Borges.
“La noche debería ser” abre la puerta al disfrute de versiones de muy buena calidad de clásicos de la música en formato teatral.