Furia, velocidad y teatro
Dramaturgia y dirección: Silvio Lang. Con Leandro Bassano, Gabriel Bergonzi, Juan Manuel Correa, Javier Martinez, Esteban Masturini, Iride Mockert, Rodolfo Opazo, María Cecilia Priotto, Victoria Roland, Vicente Santos, Martín Scarfi, Martín Tchira, Natalia Tencer, Guillermo Vega Fischer y Facundo Vidal. Vestuario: Ludmila Fincic, Claudia Ganquín, Juan Gasparini y Endi Ruiz. Escenografía e Iluminación: Nacho Riveros. Maquillaje y dirección de arte: Juan Gasparini. Música original y dirección musical: Guillermo Vega Fischer. Fotografía: Valeria Fiorini. Entrenamiento corporal y coreografía: Alina Folini. Asistencia coreográfica: Natalí Faloni. Asistencia musical: Pablo Hernán Clariá. Asistencia de dirección: Florencia Fiori. Producción: Nery Mucci. Producción general: Carolina Martin Ferro. Curaduria: Mercedes Halfon.
Centro Cultural San Martín. Sarmiento 1551. Jueves 30 de octubre a sábado 1 de noviembre, 20 hs. Despedida, domingo 18 hs.
Esta semana finaliza la primera parte del Ciclo Invocaciones del Centro Cultural San Martín, con el trabajo realizado por Silvio Lang, que correspondía a la figura del director Vsevold Meyerhold (le seguirán Alfred Jarry, Bertolt Brecht y Antonin Artaud).
Rico en su concepción y sus abordajes, Lang puso a Meyerhold en un lugar atrapante. Apenas se enciede la luz, comienza una puesta con guiños circenses para establecerse, con el devenir de las acciones, en una retrospectiva de la historia del teatro que atravesó a Meyerhold. Los actores interpretan varios personajes en diversas historias que se desarrollarán a través del tiempo, pero con un fuerte anclaje en la actualidad. De esta manera, no será nada extraño percibir la versatilidad de quienes pueden cantar, tocar un instrumento para después verlos sumergirse en una vorágine entremezclada con la historia propia del teatro en varios de sus movimientos.
El escenario, de grandes dimensiones, contará con un espacio en el que los músicos-actores se ocuparan de interpretar sus instrumentos al tiempo que se desarrolla la acción o siendo ellos mismos, parte de la misma. Escena, cambio de vestuario al tiempo que la música -excelentemente concebida por Guillermo Vega Fischer- atraviesa lo acontecido. Banderas flameando y las aristas del teatro contemporáneo a flor de piel mientras el Doctor Dapertutto deambula por la sala, donde esa biomecánica encarnada por los actores en escena, ilustran a un Meyerhold de pura cepa.
La puesta busca rescatar las ideas de Meyerhold en interrelación con sus períodos de creación asi como con un contexto histórico. El ritmo será frenético. Es un bombardeo constante de imágenes. Una especie de “teórico-teatral” en formato de obra de teatro con un gran dinamismo en la puesta. Meyerhold te abruma por todos lados pero de una manera tan amena e inclusiva que invita a participar a quien es testigo. Una especie “De chiquilin que miraba de afuera/como esas cosas que nunca se alcanzan”. No hay ñata contra el vidrio pero si un deseo de expandir el globo ocular para captar todo lo que ocurre en el escenario.
Dos horas de estar a pleno, con actores que actúan, patinan, boxean, tocan instrumentos, circo, travestismo y canto. Acontecimientos entrelazados donde puede convivir el tango con un diálogo entre Clitemnestra y Electra, interpretadas con el trazo justo que se le reconoce a dos grandes actrices como Iride Mockert y Victoria Roland. Buenos Aires, la estética queer, la creatividad y la política se entremezclan para conformar una puesta donde los límites se borronean en pos de una “revolución hacia afuera”, en tanto resignificación de la forma de hacer teatro.
Parrafo aparte por el riesgo que toma Silvio Lang con “Meyerhold”. Tras la excelente “Querido Ibsen, soy Nora” –donde había participado Victoria Roland-, Lang cambia por completo la estética que había trabajado con notable éxito, para embarcarse hacia otro rumbo. Aplausos para quienes no se quedan en lo ya probado sino que intentan abrir el foco.
“Meyerhold. Freakshow del infortunio del teatro” deja tierra arrasada tras su paso intenso por el C.C.S.M asi como unos fuertes deseos de sumergirse en el universo Meyerhold apenas se llegue a casa