Lo primero es la familia
Autoría: Florencio Sánchez. Versión: Tian Brass, Adrián Canale. Con Tian Brass, Marina Fantini, Mariela Finkelstein, Melisa Pilla y Ximena Viscarret. Dirección: Adrián Canale.
La Casona Iluminada. Av Corrientes 1979. Domingo – 17.30 y 18.30 hs
El ciclo Teatro Bombón, con su disposición de un espacio pequeño y un tiempo promedio de 30 minutos, exige precisión y sabiduría para llevar a cabo una puesta. Una habitación con una ventana y una puerta de vidrio serán las aberturas de una habitación en la que se desarrollará una versión libre para cinco actores de “Nuestros hijos” de Florencio Sánchez.
Dirigida por Adrián Canale, quien también se hizo cargo de la versión junto a Tian Brass, la obra gira en torno al embarazo –antes de casarse- de la hija menor de una familia en las primeras décadas del siglo XX.
El texto es riquísimo en tanto y en cuanto da cuenta de la hipocresía que atraviesa a las relaciones no solo entre las familias de la pareja en cuestión sino, principalmente, en la de la novia. Discursos que hoy se ven como «anticuados» a la época dialogan de manera directa con la realidad nacional en tanto los derechos adquiridos a través del tiempo y la falsedad de las relaciones. El texto se bate a duelo contra las apariencias y la moral de época atravesada por los prejuicios y la ignorancia. El “deber ser”, con el ojo puesto en la mirada externa.
Los diálogos son excelentes en tanto la neurona atenta se encargará de decodificar cada una de las ideas que los conforman. Una madre respetuosa de las buenas costumbres, una hermana que privilegia el “qué dirán” y un padre ubicado en las antípodas de su esposa, con textos de índole anarquista y una salud mental puesta en duda, juegan una partida de ajedrez despiadada para hacerse de la voluntad de una joven mujer y un hijo en camino, en el centro de una sociedad conservadora.
El desarrollo que le imprimió Canale a la puesta es veloz y dinámico asi como atrapante. Al utilizar cada una de las aperturas mencionadas con respecto al espacio, el público se ubica en los cuatro márgenes que pueden utilizarse de la habitación. De esta manera se abre el campo de la mirada del espectador para aprehender cada una de las situaciones que suceden. La puesta logra una exactitud tal que deja con la sana incertidumbre de aquél que no quiere que termine lo que está viendo. El vestuario es excelente y es parte fundamental en la creación de sentido que propone la puesta. Las actuaciones son tan precisas como una visceralidad acorde a lo requerido por el momento.
Originalmente presentada en el ciclo “Intervención Florencio Sanchez” en Querida Elena, “Nuestros hijos” se presenta en Teatro Bombón con la excelencia de una puesta que dialoga de manera directa con una realidad signada de prejuicios y doble moral. Recomendable 100%.