Lo esencial es invisible a los ojos
De Martín Bondone. Con Pablo Ugolini, Analía Riamonde, Marta Traina, Lubert Pulval, Ariel Cáceres y Facundo Bogarín. Música original, arreglos y dirección sonora: Mirko Mescia. Sonido: Nicolás Álvarez. Coach Vocal: Analía Cobas. Producción: Teatro Ciego. Asistente de producción: Ezequiel Viscovig. Dirección: Facundo Bogarín.
Teatro Ciego. Borges 1974. Jueves y domingos, 20 hs.
Desde hace tiempo, Teatro Ciego ha consolidado su propuesta inclusiva y novedosa con diversos espectáculos de probada calidad. En este caso, con “Odd Man Out” (que podría traducirse como “Sapo de otro pozo”), nos sumergimos en una historia que, como suele ocurrir, pone a los espectadores en la situación de usar todos sus sentidos menos la vista. El 80% de la información que recibimos entra por los ojos por lo que esta puesta se convierte en una experiencia atrapante en completa oscuridad.
El relato se centra en Alberto, un joven músico que nació ciego y busca desarrollar su vocación. Desde el momento en que comienza la puesta, y ya sobreponiéndose el público a la no-ya-tan-sorpresiva-oscuridad, el olfato, el tacto y el oído comienzan a tomar preponderancia.
La historia es sencilla en tanto y en cuanto es de fácil identificación con las vivencias de un Alberto que quiere vivir su vida. Su adolescencia y juventud, con los amores y conflictos propios de la edad conviven con un contexto político complicado en tanto hablamos de las libertades individuales. Serán esas vicisitudes las que hemos vivido tanto a nivel individual como social a través del tiempo. El deseo de desarrollarse tanto personal como profesionalmente en un mundo hostil para aquél que no responde a los cánones de una sociedad que, de inclusiva, tiene poco y nada.
El devenir de los hechos es armónico, con algunos saltos en el tiempo para ganar dinamismo en el relato pero dejando bien claro qué y cómo han ocurrido. Las causas y consecuencias de las decisiones tomadas, sabiendo que la vida misma es así, con errores y aciertos.
El diseño sonoro se lleva las palmas, con la música a pleno, en primerísimo primer plano así como el trabajo vocal de los actores, parte fundamental de la puesta.
Es menester recordar que Odd Man Out es una coproducción de Teatro Ciego con el Theatre C y Cuchame, del off Broadway. En el 2020, se presentará en inglés y con actores estadounidenses.
Párrafo aparte es el público. En su sede de Palermo, ha cambiado la concurrencia a los espectáculos de Teatro Ciego. A diferencia de lo que ocurría en Zelaya, pareciera que este nuevo público tiene la frase “diversión constante” estampada en la frente, sin saber que van a ver (¿les importa acaso?). Una cosa es la risa divertida y otra muy diferente es la falta de respeto. Que los guías les soliciten más de una vez “silencio”, que comenten lo que perciben como si fuera un partido de fútbol o con preguntas que intentan -y fracasan en- ser graciosas («Uh! ¿Cómo será el vestuario? ¿Habrá coreografía?» dicho por gente de más de veinte años) es hartante. La pertenencia a las instancias superiores del poder adquisitivo no implica poseer un bagaje cultural acorde o ser respetuoso de la tarea de los artistas.
“Odd Man Out” es una muy buena propuesta para entrar en la mente de alguien que percibe el mundo desde un lugar diferente. Establecer la empatía necesaria para hacer más inclusiva la vida. Eso sí, por favor, respeten el espacio al que concurren y el arte que se desarrolla en el mismo.