Paraísos Artificiales (Teatro)


Cambio de mando

Dramaturgia: José María Paolantonio. Con Danu Flores y Lili Popovich. Vestuario: Graciela Pereyra. Iluminación: Gonzalo Calcagno. Realización escenográfica: Eduardo Vaccaro. Asistencia de dirección: Andres Carbery. Dirección: Sergio Pavlovic.

Teatro El Piccolino. Fitz Roy 2056. Viernes, 21.30 hs

Las historias de amor, deseo y poder atrapan más allá de lo que plantea un texto determinado para hacerse extensivo en cada uno de los espectadores. Este es el caso de “Paraísos artificiales”, del reconocido José María Paolantonio donde la tensión se palpa a cada momento, en el que una palabra o un silencio esconden una trampa.

“Todo lo que veo se vuelve oscuro mientras el sol quema el suelo/Y mis ojos se llenan de arena cuando miro esta tierra desgastada”. Los versos de “Kashmir”, esa gema con forma de canción interpretada por Led Zeppelin, sonaran un tanto premonitorios con lo que seguirá a continuación, en el escenario. Serán esos versos, parte de lo que siente Mercedes al concurrir a la casa de Ana, sabiendo que ésta es la amante de Roberto, su marido. Tanto Mercedes como Roberto pertenecen a un mundo destinado a una clase alta y con fuertes lazos con el poder de turno. Justamente, Roberto está a punto de ser designado ministro pero debe mantener una conducta impoluta, que no es tal como lo amerita su futuro cargo.

Dos mundos se encuentran enfrentados, con un único nexo que es un hombre que es, al mismo tiempo, victimario y víctima de su propia trampa. Mercedes llega con toda su alcurnia a cuestas, en la que se aprecia que el haber crecido en edad no es lo mismo que en experiencia de vida. Su contraparte es Ana, una mujer fuerte, que sabe lo que quiere y como obtenerlo. Quiere asegurar su futuro a través de unos negativos que tiene de sus encuentros con Roberto pero hay que jugar las cartas con precisión. El futuro ministro es un hombre poderoso con lo cual, un error de cálculo se paga muy caro.

Es destacable la forma en que Danu Flores y Lili Popovich crean los personajes. Flores da cuenta del physique du rôleexacto para una Mercedes que sale de su jaula de oro para toparse con un mundo cruel para el que no está preparada. En cambio, Lili Popovich es una Ana arrolladora, de fuerte carácter que deja ver, en ocasiones, que la coraza protege un orgullo herido asi como la resignación frente a hechos que no son favorables pero imposibles de torcer su rumbo.

Si bien el texto original se ubica a finales de los años 70, es notoria la forma en que puede resignificarse en el 2014. El ámbito político ha cambiado y lo que podía destacarse como una crítica al poder y sus diversas formas a través de la manipulación –lo cual se mantiene al día de la fecha-, ahora puede llegar a adquirir otro tinte, inclusive relacionado con la independencia de la mujer en pos de su propia identidad como tal. El deseo por un amor verdadero asi como la posibilidad de abrir el corazón por el ser amado se entremezclan en diálogos ricos, que permiten pensar sobre varias cuestiones. La forma en que le echa en cara Ana a Mercedes la falta de amor por Roberto es para reflexionar largo y tendido. ¿Se puede amar de la forma en que ese otro lo necesita? ¿Existe la incapacidad de amar, por más que el deseo este latente? El sexo, el amor y el deseo juegan una partida de ajedrez donde la pasión está “ausente sin aviso” pero también el orgullo y la idea del otro como “trofeo”, miran de reojo sin perder un solo minuto en ese cruce de espadas varias. Las miserias de cada una irán saliendo a la luz en tanto que el factor común a ambas se haga presente en la reunión, como un personaje más pero con una ausencia que hace más fuerte su presencia.

“Paraísos artificiales” da cuenta que, en ocasiones, las diferencias no son tan abismales sino que depende de cómo el destino haya ubicado a los personajes en ese tan complejo tablero de ajedrez llamado “vida”.

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