Dramaturga y escritora de prestigio, Patricia Suarez no para. Tras un 2019 en que fue la autora más representada con más de diecinueve obras de teatro según Alternativa Teatral, afronta la cuarentena con arte y creatividad. Mientras realiza sus cursos de escritura on line como “Primera Persona. Monólogos y retratos” y «El teatro de Agatha Christie”, sacó su libro “Mitos y más mitos sobre el orgasmo femenino”.
– Patricia, ¿por qué elegiste a Agatha Christie, y la escritura de monólogos?
– A Agatha Christie porque, aunque sus novelas son mundialmente conocidas, sus producciones teatrales lo son menos. Su obra «La ratonera» es la obra más vista en la historia de Inglaterra, y de alguna manera, ella se animó a hacer «teatro de enigma», algo que no era tan común en su época, y aún hoy es resistido.
Respecto de los monólogos, me parece que esta época de pandemia necesita de nuevos trabajos, adaptados a los recursos en que hoy los actores precisan para decir sus monólogos. Por eso, hay que escribir en un nuevo formato.
– ¿Cómo estas llevando la cuarentena por el Covid-19?
– Pasé las dos primeras semanas leyendo y escribiendo un montón, viviéndolo como un retiro para escribir… Pero después ya no puede leer ni escribir. Entonces empecé a dar estos cursos -los primeros fueron Oscar Wilde, y el Cuento Fantástico Argentino – que era una manera de transmitir conocimientos sobre los grandes autores y a la vez, también, tomé algunos cursos sobre diferentes materias. Si tenés que estar adentro, por lo menos que puedas aprender.
– ¿Estuviste escribiendo en este tiempo?
-Sí, por supuesto. Yo escribo casi todos los días. Es mi forma de estar en el mundo.
– ¿El artista debe tomar en cuenta al contexto o puede abstraerse de lo que pasa para crear?
– Bueno, creo que siempre nos estamos abstrayendo para crear. El contexto te lo dan tus emociones, pero la realidad es inescribible. La realidad es una interpretación verbal de la realidad. Realidad per se no existe. Si partimos de ahí, sólo escribimos abstrayéndonos.
Sobre el placer femenino
-¿Cómo surge la posibilidad de hacer «Mitos y más mitos del orgasmo femenino»?
– A partir de una charla que tuve con mi hija adolescente. Me di cuenta que ella tenía saberes a los quince años que yo había adquirido a los cuarenta. Pensé que a lo mejor estaba bueno compartir cómo fue y por dónde pasó el aprendizaje (que no fue, precisamente, teniendo sexo sino estudiando qué opinaban los educadores de la salud, médicos y sexólogos desde hace mucho tiempo sobre la sexualidad femenina). Ahí lo propuse a la periodista, editora, creadora, escritora y los muchos etcéteras de una intelectual de ley, que es Patricia Kolesnicov, y aceptó que lo escribiera para su colección en el Portal de Bajalibros.com, que durante la pandemia se puede leer gratis en Leamos.com
– ¿Cuanto tiempo te llevó el libro?
– Unos seis meses.
– ¿Cuanto tuvo que ver la «educación» en la negación del goce femenino?
– Muchísimo; en la época victoriana, o sea, hasta 1900 y más, gracias al catolicismo, la mujer que gozaba no era una buena mujer. Ni siquiera la que gozaba con su marido. Hoy, pensar eso atrasa; en cambio, perpetuamos el mismo discurso repitiendo algo como “el orgasmo no es tan importante para estar en relación de pareja”, o “no debemos pensar orgasmocéntricamente”. Estas últimas dos opiniones son muy buenas y en verdad es así. El orgasmo no es tan importante para tener una relación afectiva, pero me llama poderosamente la atención, que nunca oímos a un hombre decir esa frase. No hay un hombre que, por ejemplo, frente a sus problemas de erección diga: “el orgasmo no es tan importante”… Ese hombre directamente va y se compra un Viagra, el eyaculador precoz inicia un tratamiento y el que tiene el pene corto, busca trucos en Internet. Sólo las mujeres lo repetimos y es porque la frase que baja del sistema o del patriarcado es: “TU orgasmo no es tan importante”.
– Al día de hoy, ¿crees que habla con la libertad que se debería o todavía es «en voz baja»?
-Y sí…aún se habla en voz baja. La mujer que tiene problemas para sentir, aun hoy se siente avergonzada. Cree que es ella que está fallada.
– Imagino que el machismo tuvo que ver con respecto a ese desconocimiento y negación del placer femenino…¿es así?
-No sólo el machismo sino la cultura masculina del control del cuerpo femenino. Por un lado, se abate el goce femenino con -en algunas sociedades-, la clitoridectomía y por otro -como la nuestra-, le enseñás que si lo pasa mal es porque ella misma está fallada o es ignorante. Lo peor es que no tiene adónde ir a aprender, adónde dejar atrás la ignorancia y la estigmatización. Fue esa la idea con la que hice el libro: que una mujer diga, “ah, en el autoerotismo tengo orgasmos…, entonces soy normal. El resto, la relación con el otro, es «harina de otro costal”.
Mirada teatral
– ¿Cómo ves la escena actual del teatro argentino?
– Siempre me pareció que el teatro argentino es de una riqueza impactante. Realmente, es un río de propuestas y estéticas. Atravesó una crisis económica muy grande, pero que fue no sólo de política coyuntural sino de formatos. Ya no hay más salas de 200 butacas ni está más la salita super indie, el living de tu casa hecho sala de teatro. Creo que la gente está buscando nuevas formas y esta búsqueda está atravesada por el boom de las series. Microteatro es un poco una respuesta a esta búsqueda, pero debemos conseguir más opciones.
– ¿Que has visto en los últimos tiempos que te haya impactado?
– Los unipersonales “Sombras de un vidrio esmerilado” con Irina Alonso y “Nada del amor me produce envidia”, el maravilloso texto de Santiago Loza.
– ¿El teatro porteño está más interesado en temáticas “universales” de clásicos o autores consagrados más que ahondar en la realidad político-social?
– Me parece que ambas temáticas pesan en el teatro porteño. A veces, que haya más historias sociales hace que la balanza se incline hacia las historias universales.
Una Patricia personal
– ¿Te imaginas el día después de la cuarentena para el teatro?
– Tengo la ilusión de que sea un día de fiesta. Que haya tres días asuetos en que podamos ver todo, tres días de teatro a toda hora…
– ¿Si no eras dramaturga, qué hubiera sido de tu vida?
-Mis padres tenían una zapatería tradicional en Rosario. Supongo que hubiera trabajado en el negocio y en los ratos libres, una lectora desaforada (que lo soy). Pero creo que mi corazón es de corredora. Esa gente, que su récord es el que logra desafiándose a sí misma.
– Si por la puerta de tu casa, llegase la Patricia Suarez que estaba desarrollando sus estudios en Rosario, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo o recomendación?
-Escribir más y leer más, y sufrir menos. Un buen escritor se hace leyendo y escribiendo mucho, y teniendo paciencia. Creo que sufría sintiéndome siempre un poco fuera de lugar. Inseguridad es mi segundo nombre, como quien dice.
Execelente nota!!! Atinada y oportuna! Un goce…