“El Señor Armand” abrió el TABA 2022

Comenzó la 10° edición del Festival Temporada Alta en Buenos Aires en Timbre 4 con un disfrutable unipersonal que llega de Perú. “El señor Armand” dio el puntapié inicial a la presencialidad en el TABA.

Había muchas ganas de volver a Timbre 4 como al TABA. Desde este espacio, hemos cubierto este rico festival a lo largo del tiempo que siempre trae alguna joyita para destacar, con un nivel más que interesante.
Con un buen número de concurrentes, “El señor Armand, alias Garrincha”, unipersonal que lleva adelante Jorge Armas, trajo una agradable puesta que gira en torno a las reflexiones personales del mencionado Armand, un jugador rústico del Júnior Olímpico de Marsella que, según su visión, “salvó la vida” del enorme Manuel Francisco Dos Santos alias Garrincha, cuando se negó a enfrentarlo en el Estadio Velódromo en junio de 1955, cuando se produjo la visita del Botafogo, el reconocido club brasileño de fútbol.  
 
Es muy interesante el enfoque que tiene la puesta en tanto toma la voz de aquél marcador de punta que, consciente de sus limitaciones, se jacta de lo que no hizo y que –siempre de acuerdo a su particular visión- regaló de alguna manera al mundo, la posibilidad de disfrutar las gambetas endiabladas del gran Mané.
Desde ese lugar, no es extraño que empiece todo el relato con el propio Armand lustrando botines, esperando –pareciera- una convocatoria que nunca va a llegar, encerrado en su propio mundo. Ahí surge el primer interrogante, ¿dónde está ubicado y en qué circunstancia? El comienzo parece ser confuso -más allá que no se entiende bien lo que dice- pero después, va logrando su camino. Encuentra su rumbo. Es la necesidad de este (ex) jugador de contar su verdad sobre su vida y su legado a la historia del, según muchos –me incluyo- “deporte más lindo del mundo”. El querer reivindicar su propia historia atravesada por la dureza propia del mismo fútbol con los riesgos y lesiones que implican, aunque sea él mismo el responsable de éstas.
Hete aquí que aparece la magia de Garrincha en su propia voz. La manera en que observó los movimientos (botellas de Fanta naranja de por medio) indescifrables a partir de un metódico estudio frente a lo que podía haber ocurrido. El encuentro del defensor más duro frente al mago de la gambeta.
 

El espectador se sentirá interpelado por el relato de Armand desde el lugar en que se ubica. Lejos de esa caricatura que es Eber Ludueña (justamente comparten posición en el campo de juego), pone la lupa en la reflexión no exenta de humor y cierta melancolía de esos tiempos que se fueron y no volverán. Ni hablar frente a un futuro que sigue viniendo y lo deja parado como si fuera un enganche del mismísimo Garrincha.
 
La escenografía es simple pero contundente. Un sillón, una heladera y un retrato de Garrincha que brilla como si fuera ese sol que se puede ver desde una ventana. Esa foto del inolvidable puntero de la “verdeamarelha” sonriendo es toda una postal. Más aún cuando se recuerda de sus carencias a lo largo de su vida.
Jorge Armas lleva adelante con solvencia, una divertida y, por momentos, agridulce historia de sueños truncos y de quienes tuvieron todo para quedarse con poco. Quizás, con algunos minutos menos, lograría una contundencia mayor. 


«El Señor Armand, alias Garrincha» retoma al fútbol para, no solo recordar a uno de los más grandes jugadores de la Historia sino para navegar en aquellas vidas -tanto públicas como «anónimas»- que, fuera del verde cesped, quedan en un «fuera de juego» constante. 
 
El Señor Armand, Alias Garrincha
 
Actor: Jorge Armas. Dramaturgia: Serge Valletti. Dirección, diseño de iluminación y escenografía: Gilbert Rouvière. Duración: 70 minutos. Traducción: Miguel Iza (Perú) y Gilbert Rouvière (Francia). Producción: Paola Alcántara

Timbre 4. México 3554. Jueves 17 de febrero, a las 22.30 hs.

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