Gaspet (Teatro)

El hombre de la máscara
 
 Autores: Martín Joab y Marcelo Katz.  Intérprete: Marcelo Katz. Diseño y realización de máscaras, escenografía y utilería: Alfredo Iriarte. Diseño de vestuario: Lili Piekar. Realización de vestuario: Jorge Masselli. Pelucas: Gabriela Guastavino. Música original: Diego Vila. Coreografías: Valeria Narváez. Coordinador de escena de acción: Hugo «Kato» Quiril. Supervisión de actuación con máscaras: Carolina Pecheny. Diseño de iluminación: Pablo Calmet. Diseño gráfico y Redes: Romina Salerno. Video y fotografías: Matías Silva. Asistente de dirección: Francisco Nuar. Producción general y Prensa: Vagón Producciones. Dirección: Martín Joab.

Teatro La Carpintería. Jean Jaures 858- CABA. Viernes, 20 hs
 

Cada palabra que dice, impacta entre la atención y la seriedad no exenta de ternura. Desarrolla su trabajo mientras habla con los presentes. Gaspet tiene mucho que contar pero necesita un auditorio curioso para cumplir su cometido y de comienzo a una ceremonia tan particular como especial.
 
Su trabajo es el diseño y la construcción de máscaras, un trabajo artesanal de cuatro generaciones. La narración que lleva a cabo va y viene a través del tiempo, con historias cautivantes sobre el surgimiento y la realización de aquellas. Es en ese punto que Marcelo Katz inicia el in crescendo de un relato atrapante. La historia detrás de cada una de sus creaciones y la forma en que la desarrolla Katz es estupenda. El texto es la precisa combinación de lo sensible y lo profano, con situaciones mundanas de fácil reconocimiento. De repente, el taller se transforma en un universo en el que Gaspet se mueve al compás de sus propias vivencias que incluyen al público, para completar su performance. Las dudas que tiene respecto a la continuidad de su oficio, los recuerdos y la vida que llevó a cabo a lo largo de los años empatizan en el acto con los presentes. 

El humor es una constante pero sin apelar a esa carcajada estentórea sino a esa risa franca y el gesto amable de complicidad. Quizás, el único punto que deja cierta duda es cuando lo procaz asoma la cabeza por más tiempo del recomendado, dando lugar a un momento efectivo de comicidad pero rompiendo con la armonía y la poética que venía desarrollando.

El diseño de las máscaras de Alfredo Iriarte es uno de los puntos fuertes de la puesta, conformando con Katz un tándem poderoso. Lo mismo podría decirse de la escenografía, que incluye ese camarín mínimo donde se realizan las transformaciones pertinentes de cambio de vestuario y personaje. Párrafo aparte para Marcelo Katz que lleva adelante un espectáculo con la calidad que es su marca de fábrica.
 
“Gaspet” es un unipersonal para reír y reflexionar sin perder la sonrisa. Todo a caballo de la ternura de un personaje que abre el juego a un mundo de una gran riqueza que va más allá del escenario. 

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