Nocturno (Teatro)

Solo buenas intenciones


Texto, actuación, dirección y puesta en escena: Patricio Alvarado. Músico: Sebastian Rolando. Diseño de vestuario: Patricio Alvarado, Mercedes Arturo, Sofia Howard y Laila Lehmann Pedersen. Diseño de escenografía: Patricio Alvarado y Emiliano Soler. Diseño de luces: Laura Molteni. Producción musical: Renato Alvarado y Ruido Rosa. Audiovisuales: Renato Alvarado y Juan Bobbio. Música original: Patricio Alvarado. Fotografía: Renato Alvarado. Diseño gráfico y Asistencia de dirección: Candelita Gomez. Producción ejecutiva: Mariano Mauriño. Colaboración artística: Jan Ferslev, Pablo Gomis Lopez, Sara Marzaduri y Loreto Tormen. Coaching actoral: Diego Baez Toro.


Silencio de Negras. Luis Saenz Peña 663. Miércoles, 21 hs.


Se ingresa a una habitación. Está oscuro. Una cama domina la escena. Un hombre se levanta y comienza a recorrer el espacio de lo que sería su habitación. Está solo y sufre. Amores no correspondidos –o rotos- en una noche que, como tal, potencia la soledad y el desencanto.

A través de un texto críptico y atrapante, que borra los límites entre lo que es sueño y realidad, Patricio Alvarado lleva a cabo una puesta oscura y melancólica. Será el músico que encuentra en la noche el momento adecuado para dar rienda suelta al decir de su corazón roto, al cual matizará con sus propias interpretaciones musicales en saxo, flauta traversa y clarinete. La música será una parte fundamental de la puesta asi como la utilización de marionetas (¡no confundir con títeres por favor!), que representaran a su maestro y su amada Cora. Ambos objetos de devoción por diferentes motivos, abrirán una nueva puerta al universo intrincado del protagonista.
Se aprecia una búsqueda de diversos lenguajes para enriquecer la creación teatral. Será ese texto el que sostendrá todo un andamiaje teatral el cual tiene muy buenas intenciones pero que, no obstante, no terminan de llegar a buen puerto.


El espacio es pequeño y se busca aprovechar al máximo su tamaño para lograr una ambientación más sombría y triste. Al estar tan cerca de una platea conformada con gradas, se obtiene un efecto de proximidad que, sin embargo, conspira con la intervención de las marionetas. La manipulación de las mismas es correcta pero se realiza sobre el suelo, y muy cerca de la primera fila de las gradas. De tal manera, no alcanza a ser apreciado en su total dimensión por quienes se encuentran sentados en los asientos superiores de la platea por las propias cabezas del resto de los espectadores. Una verdadera pena porque es interesante el trabajo de manipulación de las marionetas así como aquello que relatan.

Por otra parte, Patricio Alvarado, al actuar, cantar e interpretar los instrumentos, si bien da cuenta de su versatilidad artística, su presencia tiempo completo en el escenario y el devenir un tanto lento de los acontecimientos conspiran contra el dinamismo de la puesta, haciéndose larga en su desarrollo. Pareciera que tanta responsabilidad (Texto, actuación, dirección y puesta en escena, además de componer la música original y participar del diseño de vestuario y escenografía) haya conspirado en estas situaciones, en las que se aprecia que se debió delegar algunas decisiones al respecto.

Esto cambia con la aparición de la actriz  Agustina Suarez en su rol de Cora quien le brinda “frescura” a la puesta, con un giro que captará nuevamente la atención, hacia un final atrapante.

“Nocturno” es una buena intención de Patricio Alvarado con un buen texto pero que necesita algunos cambios para que llegue al buen puerto que promete desde sus palabras.

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