Bajista de reconocida trayectoria dentro del rock argentino, acaba de editar su nuevo single “Detrás de la puerta”, tema que compuso y escribió durante el confinamiento ocasionado por el coronavirus. Pat Coria se hace un rato para hablar de su actualidad musical, las redes sociales, el feminismo y el recuerdo de Man Ray.
-Pat, ¿cómo surge “Detrás de la puerta”?
Surge en medio del aislamiento durante la pandemia, cuando se pudo observar una naturaleza más limpia, producto de la menor intervención del humano.
-Contame del proceso de grabación. ¿Siempre tuvo la misma melodía o fue mutando?
– Uno de esos días desperté y la escribí. Al tomar la guitarra y ponerle unos acordes simples, se transformó en canción. Luego se la mande a un querido amigo y gran músico que vive en Francia, Sebastian Volco y me dijo de producirla. La melodía es casi igual. Le hice unos arreglos de voces mientras la grababa en mi casa. Luego Volco me dijo que era mejor hacerla en un estudio. Fuimos al de Amílcar Vázquez, donde la volví a grabar y le agregamos unos coros que quedaron muy buenos.
-A partir de la letra del tema, ¿crees que hay una verdadera consciencia con respecto al cuidado del planeta, tras la pandemia?
– La humanidad no se termina de dar cuenta de lo que realmente está sucediendo con nuestra insistente violencia hacia la madre tierra. Los gobiernos tampoco lo tienen en sus agendas. Obviamente los poderes económicos siempre están ávidos de acumular dinero, y la información tampoco ayuda a que se cambie esto. El tema de la alimentación es muy importante. En realidad está todo interconectado tal como el respeto a todos los seres, los derechos de los animales, el cuidado del agua, la tala de árboles, etc. Por suerte, hay grupos de activistas que tratan de hacerse escuchar, y van llevando adelante la campaña de informar, aunque generalmente los tratan de silenciar.
– ¿Vas a sacar más canciones o se viene algún disco?
-Voy a ir sacando canciones, de a poco. Ahora se viene un video y pronto saldré a tocar. Tengo tres discos subidos a Spotify y demás plataformas.
-Al día de hoy, ¿interesan las letras o se prefiere más la música?
– La verdad, lo que se escucha hoy es bastante básico. Hay poca lírica, poca poesía, pocos cantautores pero todo es relativo. Se escucha mucho “mami, papi, yooooo”, etc y mucho vocoder…
-¿Se puede escribir canciones sin tomar en consideración la coyuntura en la que se vive? Lo digo en el sentido de la lírica.
-Parece que muchos pueden. A mí no me interesa hacer canciones que hablen de amor romántico o de cosas cotidianas, pero bueno la gente consume eso y se identifica.
Coyuntura y actualidad.
-¿Cómo viviste la cuarentena?
-Bastante bien… Momentos tristes porque se fue gente muy querida, amigos queridos. También estuve estudiando. Fue un momento muy interesante para estudiar, leer… hacer música.
– ¿Dejó algún tipo de enseñanza lo vivido durante la pandemia?
-No creo. Se vio el individualismo más que nunca.
– ¿Qué es para vos, ser “autentica”? Mi pregunta es porque, en nombre de la “autenticidad”, se termina haciendo el mismo disco a lo largo de los años.
-Creo que es ser consecuente con tus pensamientos en tus acciones cotidianas y en tu arte. Uno escribe y toca como es. Autentica es tener un estilo propio, tener tu voz, no cantar como lxs demás, hacer tu propia música.
– ¿Cómo ves el rol de las redes sociales y las diversas plataformas digitales en relación a la difusión y al acceso del público a la música?
-Está bueno pero nos perdemos en ellas y también nos perdemos de cosas buenas. No hay filtro pero bueno, uno encuentra lo que tiene que encontrar, ¿no? Saber mirar o escuchar quizás. Se trata de eso. De la sensibilidad, y de los que difunden nuestra música, que a veces prefieren difundir cosas feas, pero marketineras
– Uno de esos días desperté y la escribí. Al tomar la guitarra y ponerle unos acordes simples, se transformó en canción. Luego se la mande a un querido amigo y gran músico que vive en Francia, Sebastian Volco y me dijo de producirla. La melodía es casi igual. Le hice unos arreglos de voces mientras la grababa en mi casa. Luego Volco me dijo que era mejor hacerla en un estudio. Fuimos al de Amílcar Vázquez, donde la volví a grabar y le agregamos unos coros que quedaron muy buenos.
– La humanidad no se termina de dar cuenta de lo que realmente está sucediendo con nuestra insistente violencia hacia la madre tierra. Los gobiernos tampoco lo tienen en sus agendas. Obviamente los poderes económicos siempre están ávidos de acumular dinero, y la información tampoco ayuda a que se cambie esto. El tema de la alimentación es muy importante. En realidad está todo interconectado tal como el respeto a todos los seres, los derechos de los animales, el cuidado del agua, la tala de árboles, etc. Por suerte, hay grupos de activistas que tratan de hacerse escuchar, y van llevando adelante la campaña de informar, aunque generalmente los tratan de silenciar.
-Voy a ir sacando canciones, de a poco. Ahora se viene un video y pronto saldré a tocar. Tengo tres discos subidos a Spotify y demás plataformas.
– La verdad, lo que se escucha hoy es bastante básico. Hay poca lírica, poca poesía, pocos cantautores pero todo es relativo. Se escucha mucho “mami, papi, yooooo”, etc y mucho vocoder…
-Parece que muchos pueden. A mí no me interesa hacer canciones que hablen de amor romántico o de cosas cotidianas, pero bueno la gente consume eso y se identifica.
-Bastante bien… Momentos tristes porque se fue gente muy querida, amigos queridos. También estuve estudiando. Fue un momento muy interesante para estudiar, leer… hacer música.
-No creo. Se vio el individualismo más que nunca.
-Está bueno pero nos perdemos en ellas y también nos perdemos de cosas buenas. No hay filtro pero bueno, uno encuentra lo que tiene que encontrar, ¿no? Saber mirar o escuchar quizás. Se trata de eso. De la sensibilidad, y de los que difunden nuestra música, que a veces prefieren difundir cosas feas, pero marketineras
Más allá del rock
-¿Crees que se ha vuelto más “conservador” el rock?
-¿Conservar? ¿Qué? No sé que es el rock actual. Para mí, ¡siempre fue poesía y energía! No sé si hay mucho de eso ahora. Crecí escuchando cantautores poetas, y ahora las canciones son muy autorreferenciales. No hay ritmo en las palabras, ni metáforas o imágenes bellas.
– ¿El rock debería hacer autocrítica por el machismo de estos años?
– No creo que se haga mucha autocritica. Me costó bastante entrar a tocar a algunos grupos de muchachos porque era mujer. “Las mujeres son para kilombo”…
– ¿Te sorprendió la postura de varios músicos de rock que eran «rebeldes» pero con el paso del tiempo, adoptaron posturas conservadoras como estar en contra del aborto?
-No sé a quién te referís pero creo que el rock de acá tiene muchas cabezas conservadoras, machistas, en contra de la ley del aborto y en contra de muchas cosas importantes. Son esos que se creyeron que el rock era tirar la cabeza para adelante y atrás. Los que te ponen la guitarra fuerte y si sos la líder del grupo, sos mujer y tocas y cantas tus canciones al tiempo que te autogestionas, les daba bronca. Son los que te dicen “pareces un hombre como tocas» y «tocas tan bien como un hombre”…
-¿Cómo ves este boom de cantautoras con Paula Maffía, Sofía Viola, Flopa Lestani, Barbi Recanati y, en otro estilo, Chocolate Remix?
– Creo que algunas de ellas tuvieron mucha suerte porque salieron en un momento donde se empieza a darle lugar a las mujeres. Son feministas y hablan de cuestiones que interpelan el momento actual, aunque algunos de esos estilos no tienen que ver con el rock. Imaginate que crecí escuchando cantautores poetas, del rock o del folk, de allí o de aquí…y ahora no todxs escriben bonito, y se les llama Cantautorxs. ¿Chocolate Remix habla de la discoteca y de tragos? Es más bien rock urbano, pero no sé si llamarle cantautorismo..
– Si te pregunto por la Ley de Cupo Femenino…
-¿Conservar? ¿Qué? No sé que es el rock actual. Para mí, ¡siempre fue poesía y energía! No sé si hay mucho de eso ahora. Crecí escuchando cantautores poetas, y ahora las canciones son muy autorreferenciales. No hay ritmo en las palabras, ni metáforas o imágenes bellas.
– No creo que se haga mucha autocritica. Me costó bastante entrar a tocar a algunos grupos de muchachos porque era mujer. “Las mujeres son para kilombo”…
-No sé a quién te referís pero creo que el rock de acá tiene muchas cabezas conservadoras, machistas, en contra de la ley del aborto y en contra de muchas cosas importantes. Son esos que se creyeron que el rock era tirar la cabeza para adelante y atrás. Los que te ponen la guitarra fuerte y si sos la líder del grupo, sos mujer y tocas y cantas tus canciones al tiempo que te autogestionas, les daba bronca. Son los que te dicen “pareces un hombre como tocas» y «tocas tan bien como un hombre”…
– Creo que algunas de ellas tuvieron mucha suerte porque salieron en un momento donde se empieza a darle lugar a las mujeres. Son feministas y hablan de cuestiones que interpelan el momento actual, aunque algunos de esos estilos no tienen que ver con el rock. Imaginate que crecí escuchando cantautores poetas, del rock o del folk, de allí o de aquí…y ahora no todxs escriben bonito, y se les llama Cantautorxs. ¿Chocolate Remix habla de la discoteca y de tragos? Es más bien rock urbano, pero no sé si llamarle cantautorismo..
-No sé si se estaría cumpliendo. En realidad que haya más mujeres programadas en escenarios, en recitales, me parece genial. No sé está viendo en realidad pero nos paró un poco la pandemia.
– ¿Cómo recordas a Man Ray? ¿Al día de hoy no es una especie de grupo de culto? Digo, por las canciones –excelentes-, lo bien que sonaban pero no tuvieron –quizás- la popularidad que se merecía.
-Recuerdo esa época con mucho cariño, y creo que si…sonábamos muy lindo. El no haber sido más populares, quizás tuvo que ver con el contexto y con las malas decisiones que se tomaron.
Pasado y presente
– ¿Por qué bajista? ¿Quiénes eran tus referentes en el instrumento?
-Mis primeros instrumentos fueron la guitarra y la voz pero cantaba mucho los bajos. Si bien no tenía referentes bajistas, me gustaban los bajos de The Smiths, The Police. Un dia, un novio saxofonista me regaló un bajo y descubrí que con él, podía bailar más que con la guitarra. Era bailarina de danza contemporánea, quizás fue por eso. Elegí lo que más placer me da. Amo los graves y detesto los agudos. Tampoco me gustan las voces agudas.
– ¿Cual fue tu primer bajo? ¿Cuál es tu equipo al día de hoy?
-Mi primer bajo fue un Faim, modelo violin, como el de Paul, negro, ¡precioso! En equipos pasé por varios amores también. Tuve un bassman heladera que me arrepiento haberlo vendido, pero era muy difícil de trasladar. Hermoso…
-Si no eras música, ¿qué hubiera sido de tu vida?
-¡Un desastre! La música me salvo de muchos lugares oscuros, del desamor…Pero hubiera seguido bailando. También con el psicoanálisis que es uno de mis trabajos.
– Si por la puerta de tu casa entrase la pequeña Pat, que tenía dieciseis años, ¿qué le dirías? Algún consejo o recomendación?
-Que siga así, que está todo bien….que la fortaleza viene de jugársela con lo que deseas.
-Recuerdo esa época con mucho cariño, y creo que si…sonábamos muy lindo. El no haber sido más populares, quizás tuvo que ver con el contexto y con las malas decisiones que se tomaron.
-Mis primeros instrumentos fueron la guitarra y la voz pero cantaba mucho los bajos. Si bien no tenía referentes bajistas, me gustaban los bajos de The Smiths, The Police. Un dia, un novio saxofonista me regaló un bajo y descubrí que con él, podía bailar más que con la guitarra. Era bailarina de danza contemporánea, quizás fue por eso. Elegí lo que más placer me da. Amo los graves y detesto los agudos. Tampoco me gustan las voces agudas.
-Mi primer bajo fue un Faim, modelo violin, como el de Paul, negro, ¡precioso! En equipos pasé por varios amores también. Tuve un bassman heladera que me arrepiento haberlo vendido, pero era muy difícil de trasladar. Hermoso…
-Que siga así, que está todo bien….que la fortaleza viene de jugársela con lo que deseas.
hermosa..visceral y trasparente..gracias pat..abrasol