Volver al futuro
Dramaturgia y dirección: Francisco Lumerman. Con Mellanie Dell Elce, Mariana Eramo, Laura Fischer, Agustina Gutierrez, Juan Manuel Ortíz, Pablo Rodriguez Pandolfi, Lucia Romano, Susana Sánchez, Ivana Antonella Schiaffino y Angie Vons. Vestuario y Escenografía: Roxana Ameduri y Vanesa Verati. Iluminación: Soledad Ianni. Diseño de maquillaje: Florencia Orlando. Fotografía: Florencia Pane. Diseño gráfico: Sergio Calvo.Asistencia de dirección: Ignacio Gracia. Producción: Mariana Eramo, Laura Fischer. Colaboración artística: Lisandro Penelas.
Teatro Anfitrión. Venezuela 3340. Domingos, 18.30 hs.
Ir y volver a través del tiempo, jugando con los roles y caracteres de los actores y actrices. Lo que parece difícil, lo logra Francismo Lumerman con una puesta sólida donde el desdoble en las características de los personajes queda perfecto. Es allí donde logra una contundencia dramatúrgica por demás consistente que juega con el mantenimiento de las ideas y valores a medida que pasan los años. Además, permite que dos épocas dialoguen, la Argentina de 1952 y la del 2002. El nexo será la situación vivida previa al atentado al diario La voz del pueblo, en simultáneo con la muerte de Eva y el viaje hacia el futuro de una hija de Perón para que pueda clonarlo en un momento en el cual la dicotomía “unidos o dominados” era una frase de modé. Pero el rompecabezas termina de romperse cuando esta hija del General, aparece en el mismo lugar donde estaba el diario, que está siendo utilizado para filmar una película. La confusión que se establece entre la recién llegada y los extras de la peli es divertida. Más aún ante la consulta de las visitantes a los extras con quienes comparte ese lenguaje que, al ser desfasado a través del tiempo, queda más gracioso a las múltiples interpretaciones que se realizaran.
Es en esta vorágine donde se exige la máxima concentración a un auditorio que se interna en una obra que busca la sonrisa cómplice más que una carcajada que, no vendría al caso. Atrapará tanto a aquél que le interese la política como a quien tenga otro tipo de interés, como el disfrutar una muy buena comedia un domingo por la tarde.
Delirio, humor bizarro que no escapa a las ironías y a los guiños de épocas que, para muchos, quedaron perdidas en el tiempo mientras que para otros, se aprecian día a día. Con una escenografía excelente y una iluminación pulcra y exacta, el texto se lo ubica en tiempo y espacio, junto con un vestuario 100% atildado.
Con actuaciones exactas a cada personaje, Lumerman plantea diversas cuestiones que van más allá de lo político, que ya viene bastante cargado sino también a la permanencia de las ideologías en el inconsciente colectivo. Tristemente irónica es la frase que tira la hija de Perón frente a la información recibida, “Si Duhalde es peronista, nos va a ayudar porque un peronista ayuda al pueblo”. La dramaturgia es muy rica en tanto la cantidad de frentes que abre tanto para la interpretación, el debate y el humor que utiliza para plasmar sus ideas, a través de una puesta de primer nivel.
“Puro papel picado” es una bomba de fuerte contenido, matizada con un humor que permitirá aprehender un material que, de otra manera, no llegaría con la contundencia con la que realiza.