Líder algo especial
Una habitación vacía hasta que aparece Julián, un tímido partícipe que está organizando la llegada de “Él”, quien se encuentra en búsqueda de un refugio seguro. “Él” debe ser muy importante puesto que todos los protagonistas de la obra están ligados a su honrosa presencia y le tienen devoción absoluta. ¿Será un líder político? La intriga y el suspenso tomarán por asalto la puesta con muy buen tino. A partir de esta situación, Pablo y Laura hacen su entrada en escena, el primero como un supuesto lugarteniente de él y ella como una amiga muy próxima al excelso líder. La iluminación y la escenografía crean de manera acorde el ambiente de tensión y de encierro que rodea al departamento. El sonido y la música nos ubica en relación con el afuera hostil, que nos amenaza en tanto situación de complicidad con los acontecimientos desarrollados en la puesta. Pablo, Laura y Julián entran y salen, van y vienen pero siempre, creando una atmósfera atrapante con respecto a “lo que va a venir”. Tensión, suspenso e intriga. Tres puntales que el teatro, hace rato que no toma y que, en este caso, crea una puesta atrapante de principio a fin.
