Pasaron ya treinta y un años del asesinato de John Lennon pero que mejor que recordarlo a través de su música más allá del dolor que implica saber que no está “fisicamente” entre nosotros.
Allá por el año 1970, terminada esa “sociedad” en la que se habían transformado los Beatles, John Lennon empezó con todo lo que sería su carrera solista. Incluso, al día de hoy, están quienes lo consideran (consideramos) el mejor álbum de John fuera de los Beatles. Para lo que sería su primer álbum solista, John utilizó una formación muy básica (el propio Lennon en guitarras, Klaus Voormann en bajo, Ringo Starr en batería y el piano sería de Phil Spector, Billy Preston y el mismo Lennon). En algún punto, esa crudeza preanunciaba la estética de lo que sería el punk siete años más tarde con la aspereza, el pesimismo y el «no future». Lennon se encontraba sumergido en la búsqueda de sus demonios internos a través de la terapia del «grito» de Janov. Se encontraba con sus más profundas fibras íntimas, muchas en relación con su infancia y los recuerdos de un padre ausente y una madre fallecida prematuramente, de manera trágica (un policía borracho la atropelló cuando volvía de la casa de John).
El disco fue producido por Phil Spector y contaba con grandes canciones en las cuales desnudaba sus sentimientos. En «Mother», revolvía su sentir sobre su madre, su padre y el abandono al que fue sometido cuando era niño. La voz y el grito de los coros dan cuenta de todo lo que ponía John en su interpretación.
En «Isolation» hace referencia al aislamiento que sentía y su deseo personal junto con Yoko, con ese verso políticamente romántico de “solo un chico y una chica tratando de cambiar al mundo entero” para llegar a la conclusión de “No esperes que te entienda, después de todo el dolor que causaste. Pero de nuevo, no es para regañarte. Sos solo un ser humano, víctima de toda esta locura”.
“Love” da lugar al amor pero desde un lugar de indefensión sin que caiga en lo meloso o lo inocente. Justamente, la sencillez de la letra hace que el mensaje sea aún más contundente mientras que “Look at me” hace ese tipo de preguntas que nos hacemos todos pero que, en varios casos, quedan sin respuestas. “Remember” es el llamado de atención sobre los peligros de este mundo loco en el cual pasamos nuestra vida.
«Working Class Hero» era una oda a la manipulación a la que es sometida la gente en general y más que nada a la clase a la que él pertenecía. Era la vuelta del camorrero de Liverpool, reivindicando su origen en contra de los “explotadores” que no solo se esconden en un escritorio, con camisa y corbata. Su letra es explícita y directa pero con buena métrica y un ritmo machacante a través de la guitarra acústica de John.
«God» es una radiografía exacta del cinismo y falta de confianza de John en todo lo supuestamente “creíble». Aquí es donde radica parte de ese “no future” al que habíamos hecho mención, tirando abajo a los ídolos que había que seguir, con una postura nihilista y pesimista que desemboca en el “solo creo en mi” y la luz de esperanza –personal- que era Yoko Ono.
El álbum cuenta con un clima ominoso, que tendrá su corolario con el tema final:»My Mummy is dead» de cincuenta segundos. Lennon refleja su personalidad escéptica manejando una pluma de alto calibre, por demás irónica y exacta de las penurias humanas, en las que se despoja de su fachada de músico exitoso.
«Plastic Ono Band» tiene un bello sentido melódico a partir de su música minimalista e invita a la profunda reflexión existencial a partir de las letras de un Lennon maduro e incrédulo.
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