Denise Sciammarella: “Rescatar el pasado sin olvidar el presente”

El tango es rico y siempre cuenta con aires de renovación y calidad. Tal es el caso de Sciammarella Tango que lanzó su tercer álbum “A Villoldo”, en el que rescata rasgos desconocidos de la obra del autor y compositor Ángel Gregorio Villoldo. Encabezando una orquesta integrada por músicas originarias de diversos países que residen en Buenos Aires por amor al tango, Denise Sciammarella da cuenta de los pormenores de la concepción del disco, el trabajo investigativo, la “autenticidad” y los nuevos aires del tango, el rol de la mujer y mucho más.

-¿Cómo surge la posibilidad de realizar «A Villoldo» y la investigación que llevaste a cabo?

– Desde el 2013, Sciammarella Tango (conformada por Denise Sciammarella en dirección creativa, investigación y voz, Cindy Harcha en dirección musical, bandoneón y arreglos,
Hanel Yeon en piano y bandoneón, Shino Ohnaga en piano, Geraldina Carnicina en contrabajo y Mariana Atamás y Cecilia Florencia García en Violín) viene desarrollando un trabajo de rescate de “tangos perdidos”. Perdidos en el sentido de que se sabe de su existencia por algún registro histórico pero no se dispone de grabaciones o de la partitura editada. En las primeras “Jornadas de Tango y Pensamiento” que se organizaron en FLACSO en 2017, tuve la oportunidad de exponer sobre el tema ante una audiencia muy docta, de la que formaba parte Tito Rivadeneira. Autor de dos libros sobre Villoldo, Tito fue coleccionando material que, al cabo de esas jornadas, nos facilitó para que nosotras pudiéramos explorar ese universo que él había logrado reconstruir.
– ¿Cuánto tiempo llevó hacer el disco?
– Alrededor de un año. Nuestro propósito era llegar a grabar en el año centenario de la muerte de Villoldo (2019) como parte de las actividades de un proyecto mucho más amplio que Tito había bautizado “Villoldo 2019: al encuentro del papá del tango”. Los temas se fueron sumando gradualmente en pos de ese objetivo. El disco no es, ni podría ser exhaustivo, pero es una recorrida amplia por una obra popular que tenía muchos secretos escondidos.
– ¿Cómo fue el proceso de grabación?
– La grabación con la orquesta se hizo a fines de 2019…
– Tiene una atmósfera de frescura…
-Esa frescura debemos atribuirla a la camaradería entre nosotras, que estamos transitando nuestro octavo año de existencia como grupo, y al estudio que nos recibió, con calidez y calidad. Nuestra gratitud a Ignacio Varchausky, a Florencio Justo y a Agustín Silberleib por habernos hecho sentir como en casa.
– ¿Cómo fue el componer la letra de «Kalisay» -que era un tema instrumental- y el giro de «La Porteñita» para destacar a la mujer independiente?
– En el tango “Gordinflón”, de nuestro primer disco, aparece nombrado el aperitivo “Kalisay”, justamente porque la imagen publicitaria de esta bebida popular era un gordo con frac y con galera. Cuando supimos que Villoldo había compuesto el “Kalisay”, la curiosidad fue inmediata. El primer movimiento fue hurgar en el pasado. Los anuncios de la época daban fe de lo “especial” que era este aperitivo para las damas y los niños, a quienes se aconsejaba tomar una copita antes de comer. Si bien, como suele ocurrir en la música publicitaria, el latiguillo central de la melodía aludía claramente a las tres sílabas del título,
Tito nos confirmó que se trataba de un instrumental. Así surgió una letra basada en aquellos anuncios.
El caso de «La Porteñita» es distinto porque el propio Villoldo preveía para muchos de sus tangos una letra para cada género.
– Hay canciones en italiano y francés.
– En nuestro disco aparecen idiomas que formaron parte del crisol cultural que vio nacer al género. El italiano irrumpe en “La Caprichosa” por una necesidad rítmica, ligada a un énfasis muy marcado, y el francés en “La Morocha” (devenida Mimi Bohème) o en “El Choclo”. Aparecen por fidelidad histórica a un hecho poco conocido y muy notable de la obra de Villoldo. Estas letras en francés datan respectivamente de 1909 y 1912; fueron contemporáneas a su creador y prueban que el tango nació políglota (o por lo menos bilingüe), por su veloz repercusión en territorio galo.

– Contame del arte de tapa, que es muy atractivo.
– Es obra de “nuestro” ilustrador -ya lo hemos adoptado- Roger Hoyos Paredes. Lo convocamos por primera vez para ilustrar la partitura de “Esperando el 24”, un tango nuestro que está en nuestro segundo álbum. Como nuestros CD’s contienen la miniatura de las partituras ilustradas que aparecen en los tracks, nos estaba faltando la nuestra. Le pedimos a Roger que lo hiciera inspirándose en el estilo de las antiguas portadas. Para este disco, ilustró el Kalisay con nuestras figuras brindando, y como estábamos todas retratadas, nos pareció ideal que ese dibujo hiciera las veces de la foto tradicional.
La mujer, el tango y el paso del tiempo
-¿Qué opinión tenes respecto de esos tangos de letras machistas que se siguen cantando al día de hoy, por más que haya cambiado la coyuntura?
– Me parece que todos los temas musicales con letras machistas (no solamente los tangos) nos hacen tomar consciencia de lo difícil que ha sido ser mujer y de lo reciente que son muchas de las conquistas que se fueron logrando. No creo que sea necesario ocultar ese repertorio, porque son pinturas, cuadros de época. De todos modos, hay algo interesante que se produce cuando una orquesta femenina retoma uno de estos tangos. “Mucamita”, el tango de Sciammarella y Rodríguez Bustamente, a la que se le aconseja no ser ‘artista’, como si fuese algo no apto para una mujer, se vuelve -interpretado por una orquesta de mujeres- una suerte de oxímoron que trasmuta al tango machista en un tango de protesta.

– Al día de hoy, ¿crees que interesan las letras en el marco de la canción, más allá de los estilos?
En muchas letras de tango hay una tradición de rebeldía, de disconformidad, que atraviesa los estilos. Pugliese decía – y nosotras suscribimos – que “el tango es el libro de quejas del arrabal”. El primer tango que compusimos con Sciammarella Tango está dedicado a la baja frecuencia de un bondi, el 24. Desde que lo compusimos venimos observando que el 24 pasa cada vez más seguido; en plena pandemia, desde mi ventana de San Telmo, creo haber visto pasar el 24 cuando no pasaba absolutamente nada ni nadie. Hay una fuerza en las letras que puede incluso promover la transformación de la realidad.
– ¿El tango debe replantearse el trato a la mujer?
– Tomarlo como una obligación sería triste. Me parece que el replanteo aparece en el tango porque aparece en todos los terrenos. Ocurre inexorablemente, sin mandatos particulares: en la medida en que la sociedad se transforma, el género también. Si así no fuera, también podemos tener fe en el “efecto 24” y desear que los tangos feministas promuevan una transformación de la realidad en este sentido. Ese movimiento está presente en el tango “Comme il faut pas”, que decidimos incluir en este álbum, porque -pese a no ser de Villoldo- es un tema que se inscribe en la tradición villoldiana de defensa de la mujer independiente.
– ¿Qué implica ser -para vos- «auténtico/a» en el tango? Te pregunto porque, a veces, termina siendo un concepto por el cual se termina haciendo siempre lo mismo.
-La pregunta por la autenticidad en el tango es, en definitiva, una pregunta filosófica que concierne la identidad de cualquier objeto. El ejemplo tradicional es el del barco de Teseo, tantas veces reparado para ser conservado, que ya no se podía zanjar la cuestión de si sigue siendo o no el “mismo” que el original. Nuestro trabajo sobre Villoldo dialoga con lo originario en el tango, pero sin postular que “originario” sea sinónimo de “auténtico”. El tango tiene respuestas para todos, me parece: para aquellos que quieren más de lo mismo, para aquellos que quieren tango nuevo, y también para los que permanecen indiferentes. En términos de la dicotomía entre renovación y tradición, nuestro disco es difícil de catalogar, porque es un híbrido temporal en el que se busca rescatar el pasado pero sin olvidar el presente.

– ¿Tenemos un público “conservador” y/o “neofóbico”?
– Es posible. Pero también tenemos muchos músicos revolucionarios. Tal vez la resistencia del neofóbico procede de una forma un tanto uniforme de la “novedad”. Nuestra orquesta viene a aportar una «diferencia» que no rompe con el pasado, sino que construye con él. Eso quizás permita acercarnos a aquellos que desconfían de la innovación sin brújula, e incluso tal vez, a aquellos que ni siquiera aman el tango.

Pandemia y después….

– ¿Cómo estás llevando la cuarentena por el Covid-19?
– Atenta a la situación de las músicas de la orquesta, dos de las cuales están muy lejos (una en Corea y otra en Tasmania) y tratando de contribuir en la medida en la que resulta posible, a todos los proyectos que permiten seguir adelante y hacerle frente a la situación.
– ¿Estuviste componiendo en este tiempo?
– Después de «Comme il faut pas», no. Desde que terminamos de editar el disco, estamos trabajando en un repertorio que nos confiaron y que si todo va bien, constituirá el punto de partida para nuestro próximo trabajo discográfico. Se trata de una serie de tangos en homenaje a Quinquela Martín, que fueron conservados en su casa museo y que esperamos volver a “despertar”. La poesía que hay en la vida del pintor tal vez nos susurre algunos versos para sumar al de los bellos durmientes.
– ¿Cómo te imaginas el «día después» de la cuarentena? ¿Tenes pensada alguna presentación?
– Tenemos pensada la presentación de «A Villoldo», para la cual hemos previsto un gran despliegue. Una bodega mendocina trabaja en la receta del Kalisay para volver a producirlo en edición limitada para el concierto mientras que Alfredo Iriarte -del grupo de teatro Catalinas- prepara al gordo del Kalisay, ese gran muñeco que históricamente se paseaba por Plaza Constitución, haciendo la propaganda del aperitivo.

En banda y personal

– La Sciammarella Tango tiene integrantes de diversos orígenes. ¿Cómo se conocieron y qué le brinda a la orquesta esa impronta «cosmopolita»?
-La formación de nuestra orquesta es el resultado de una convocatoria que hicimos junto con Cindy Harcha, la directora musical y arregladora de Sciammarella Tango. Cindy es chilena, y su primer reflejo fue convocar a compañeras músicas con las que estaban ya compartiendo alguna experiencia orquestal. La secuencia no fue premeditada, pero cuando quedamos constituidas, nos dimos cuenta de que éramos todas mujeres y que había mayoría de extranjeras. Celebramos esa coincidencia y tratamos de perpetuarla, porque el cosmopolitismo nos parece un factor definitorio en el tango. Un ingrediente que no puede faltar.

– Si no eras música, ¿qué hubiera sido de tu vida?

– La música me acompaña desde chica, pero mi vida profesional está marcada principalmente por la ciencia. No obstante, desde la ciencia me he dedicado a estudiar fenómenos fluidodinámicos que están presentes en la producción de la voz. De modo que el canto y la ciencia han terminado confluyendo en un único camino, en lugar de presentarse como una disyuntiva.
– ¿Cómo conviven la música y la física dentro tuyo? ¿Hubo algún momento en que tuviste que elegir por alguna de las dos? (N de R: Denise es Doctora en Física -UBA-)
– Tuve la suerte de que ambas actividades se entrelazaran. Dentro de la ciencia, me ocupé siempre de cuestiones interdisciplinarias, algo que suele ser difícil de gestar en la práctica, porque cada experto habla en un lenguaje que puede resultar ininteligible para el otro. Pero al mismo tiempo sucede que la creatividad, tanto en la música como en la ciencia, viene muchas veces de un intercambio de perspectivas. Blaise Pascal decía que puede haber armonía donde menos esperamos encontrarla, así como puede haber problemas de fusión en lo que se presenta como homogéneo. Yo creo, junto con Pascal, en la armonía de lo heterogéneo.
– Si por la puerta del lugar en el que estas ahora, entrase la Denise que tenía 20 años, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo o recomendación?
– Jajajaja. Le diría que volvería a vivir con gusto el camino que tiene por delante, y de ser necesario un consejo, le recordaría que la pieza clave es la osadía.
A continuación, ↓↓↓↓“A Villoldo”, a cargo de Sciammarella Tango↓↓↓↓

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