Cubrir festivales con tantas sedes -115- implica desplazarse por toda la ciudad. También es un indicador del deseo que el Festival Internacional de Buenos Aires llegue a la mayor cantidad de sectores de la población. Sobre todo si pedimos que esta apertura llegue a la zona oeste y sur de la Ciudad de Buenos Aires.
Este lunes 27 iniciamos el recorrido por el FIBA en el MALBA con la presentación de “Hermafrodita”. Al llegar, nos dimos cuenta que las acreditaciones de prensa habían sido enviadas por mail, con un código QR. Tanta modernidad abruma pero es lo que viene aunque…uno siga queriendo la concebida entrada y eventualmente, quedarse con la misma como souvenir. Igualmente, el código QR no llegó a destino y muy amablemente personal de la organización del FIBA nos ayudó a ingresar sin inconvenientes.
Este lunes 27 iniciamos el recorrido por el FIBA en el MALBA con la presentación de “Hermafrodita”. Al llegar, nos dimos cuenta que las acreditaciones de prensa habían sido enviadas por mail, con un código QR. Tanta modernidad abruma pero es lo que viene aunque…uno siga queriendo la concebida entrada y eventualmente, quedarse con la misma como souvenir. Igualmente, el código QR no llegó a destino y muy amablemente personal de la organización del FIBA nos ayudó a ingresar sin inconvenientes.
Entre el público que esperaba ver el estreno de “Hermafrodita” se podía ver a Alejandra Radano, Gustavo Garzón, Gonzalo Demaría y Diego Frenkel.
Se apagan las luces y se enciende el espectáculo desde el primer momento. Una mujer y un hombre ocupan el escenario para relatar la vida de la pseudo-hermafrodita francés Herculine Adelaide Barbin que, nacida en 1838, cambiará su nombre por el de Abel a los veintiún años.
La tríada compuesta por Alfredo Arias, Mayra Bonard y Carlos Casella es garantía de calidad. Los tres comparten la dirección al tiempo que Arias concibió el texto para que Bonard y Casella lo lleven al escenario. De esta manera, Herculine es doble, en tanto mujer y hombre. Habla y baila por dos. Llevan sus cuerpos a ese mix de teatro y danza único, en que el espectador no sabe que va a ocurrir, potenciando su curiosidad y estímulo.
La iluminación es fundamental. Uno de los puntos más altos de la puesta en tanto creación de sentido y en la forma que crea el contexto adecuado para que los cuerpos interactúen. El juego de sombras en tanto entrada y salida del escenario es atrapante.
Por su parte, el texto desarrolla la historia de manera lineal, que capta la atención a partir de las vicisitudes del protagonista y su lucha con la coyuntura que le tocó vivir. Algunos aspectos no han cambiado. La necesidad de rotular que tiene la sociedad para ubicar aquello que se sale de la norma, independientemente de meterse el tan mentado “respeto” en el bolsillo. Esa etiqueta que lejos está de lo que pregona la sociedad de la boca para afuera y no lleva a cabo.
Pero ojo, esto es solo la punta del iceberg. La reflexión que se instala hoy en día es que hay más allá del sexo y la cuestión identitaria al respecto. Algo ya habían escrito Michel Foucault y Judith Butler sobre Herculine, que es tomado en esta ocasión para llevarlo a un paso más adelante, con una puesta de calidad.
El aplauso final corona el debut de una «Hermafrodita» inquietante y reveladora que pone en tela de juicio creencias y prejuicios. Más aún cuando, al día de la fecha, muchas de aquellas se mantienen en pie a pesar de lo que se pudo avanzar al respecto.
Al llegar la noche, nos desplazamos hasta Dumont 4040 donde se presentará “Naturaleza Trans”. A diferencia de la función de “Hermafrodita” donde había actores y músicos entre el público, en este caso había una buena cantidad de críticos y periodistas presentes así como el Ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro. Parece que la historia de tres chicas trans en la frontera entre Brasil y Uruguay es atrayente, algo que queda demostrado apenas se comienza el ingreso. La interacción entre las actrices y el público se potencia desde el comienzo, cuando se comparte una cazuela, pan y limonada en esa especie de no-lugar que es un paso de frontera, alambrado incluido. La comunión, donde no hay barreras de ningún tipo. Todos comiendo, bebiendo, charlando, en plena y sana armonía, y después…
Un terreno árido, de tierra, donde la nada parece imponer sus reglas. En ese espacio, se erigen las tres protagonistas. Es el relato personal llevado adelante con sensibilidad y rencor en tanto las dificultades que debieron sortear. Todo tiene que ver con todo, con la actualidad que se puede ver en redes sociales y medios de comunicación. El recuerdo de Marielle Franco al tiempo que la ironía y el humor tiñen una plegaria para que las proteja. Pero ojo, a no confundirse, la seriedad con que se encara la obra no le quita ni un ápice de humor a las palabras.
Alisson Sánchez, Nicole Casaravilla y Victoria Pererira son las encargadas de llevar sus vidas al escenario, con la verdad de lo que han luchado en pos de sus derechos. Cada una tendrá su espacio para contar su vida. Sus conflictos con la familia y con la sociedad que, no solo no las acepta sino que hasta las despersonaliza. La reivindicación de su condición de mujer frente a la etiqueta que les quieren adosar. Igualmente, esto no implica que no se toquen temas como “lo masculino y lo femenino”, la sexualidad, la aceptación y todo aquello que implique lo que se desea ser, cuestión identitaria de por medio. El lenguaje es absolutamente personal –a pesar de estar hablando un castellano que no le es propio- por lo que gana en frescura.
A partir de su relato, miran e inquieren al público al respecto. Lo pone contra las cuerdas de su crianza. “¡Vos que me gritas ‘puto’!”, “Me queres para coger pero al día siguiente no me mirás” son afirmaciones que se escuchan con dolor y bronca desde esos labios que son iguales que los de cualquiera de nosotros. Esto es innegable, mal que les pese a los adalides de las buenas costumbres que son, justamente, los que más tienen que ocultar y prohibir a partir de sus vidas miserables.
La directora uruguaya Marianella Morena pergeñó una muy interesante puesta que pone el dedo en la llaga en todo aquello que se dice del respeto a la diversidad cuando es de la boca para afuera y se siguen manteniendo los prejuicios de siempre. Es momento que las sociedades se hagan cargo de la hipocresía que las atraviesa y pongan realmente en marcha todo aquello que dicen creer y hacer algo serio en pos del respeto por y para todos.
Hermafrodita. Miércoles 29 (+ conversación con los directores) y viernes 31 de enero a las 16 hs. MALBA. Figueroa Alcorta 3415.
Texto: Alfredo Arias (inspirado libremente de las memorias del pseudo-hermafrodita Herculine Barbin, alias Alexina B. Memorias publicadas por Michel Foucault en 1978. Dirección: Alfredo Arias, Mayra Bonard y Carlos Casella. Interpretación y coreografía: Mayra Bonard y Carlos Casella. Luces: Matías Sendón. Concepto sonoro: Diego Vainer. Artes visuales: Nicola Costantino. Vestuario: Raimondi. Video: Ignacio Masllorens. Camarógrafo: Diego Olmos. Asistencia de Dirección: Maxi Muti y Luciana Milione. Asistencia de producción: Irina Galimini. Producción ejecutiva: Luciana Milione y Marlene Nordlinger
Naturaleza Trans. Martes 28 (+ conversación las actrices y la directora), a las 22. Dumont 4040. Santos Dumont 4040.
Dramaturgia y dirección: Marianella Morena. Con Nicole Casaravilla, Victoria Pereira y Alisson Sánchez. Diseño de espacio y de luces: Leticia Martínez. Asistencia general: Agustín Urrutia. Distribución: Lucia Etcheverry. Producción general: Tamara Cubas. Co-producción: Proac y Campo Abierto.